Zamora debe reinvidicarse desde la calle, desde su sociedad

He seguido con atención, las distintas manifestaciones de los supuestos servidores   públicos  y también las de los representantes de la sociedad zamorana, tanto empresarial como  de otros colectivos, sobre el tema de la despoblación de Zamora y su provincia. Y tengo que decir que, la desazón, cuando no la INDIGNACIÓN han ocupado mi mente.

La sucesión de mensajes vacíos de contenido, sin compromiso y  sobre todo sin alma, han sido,  la tónica dominante en estas jornadas de despoblación y pobreza. Porque es esta lo que vacía a Zamora: la pobreza, la falta de futuro, y sobre todo las mendaces mentiras de los muchos políticos que han engañado a Zamora una y otra vez, demostrando así su felonía y traición y lo inmerecido del cargo.

Empecemos por el expolio sufrido en nuestra ciudad: Regimiento Infantería Toledo (se iba a traer otra unidad), Centro penitenciario de Zamora (se iba a construir en las Chanas, otro centro para internos con problemas de drogas) Centro de arte contemporaneo (se lo llevó León), reducción de líneas ferroviarias (entre ellas la ruta de la Plata, por un problema de costos).  Cataclismo de la formación profesional que ha llevado a que los antiguos Salesianos y lo que en su día se llamó el “esqueleto” se hallen vacíos  de personas en su literalidad más absoluta. Y todo esto anunciado con tiempo y ante la pasividad y catatonia de los que nos deben defender, nuestros representantes, esos que han salido de la nada y solo sirven para fotos, con sus sonrisas impostadas y sus trajes ajustados. Esos  profesionales de la política, cuyas caras ocupan los carteles electorales sine die , pero cuyas intervenciones defendiendo Zamora son ninguna.

Aparte de esto se han sufrido cierres, como el de Campsa, Iberduero, traslado de Reglero , pero esto no se puede evitar pues responde a intereses empresariales privados  que con lo suyo pueden hacer cuanto quieran. Eso si, no se han paliado dichas mermas con la traída de nuevas empresas que taparan los agujeros producidos. Recuerdo el cierre de la fábrica de aereogeneradores, por la que se concedió una medalla a un hijo de la tierra  que se acordó de su patria chica. La fábrica cerró por falta de carga de trabajo y ni un apesebrado de los que dirigían entonces las instituciones se molestó en evitarlo. Yo siempre comento que necesitamos dirigentes como Dorsey García Aparicio (Alcalde de Villabrázaro), al que le cerraron dos empresas y se hizo con otras dos en un tiempo record. Pero eso son personas de otra pasta. Aquí lo que prima es ver quién se hace la foto más grande para así tapar su inexistente gestíón. Ejemplo, Museo Baltasar Lobo, todavía discutiendo si son churras o merinas…

Son personas nuestros dirigentes que, asisten tan impávidos a las continuas vejaciones que se le hacen a Zamora, que pienso, si no serán hologramas generados por las instituciones correspondientes. Pero no, son de carne y hueso, sobre todo por como muerden ese hueso a final de mes.

Por eso, yo, desde esta tribuna os pregunto: Como es posible asistir a una reunión con el señor Francesc Boya y después de sus palabras no levantarse de la mesa ... Sus  argumentos : “se está trabajando de forma activa “  , “existe un compromiso y nosotros siempre cumplimos con nuestra palabra” , “ Aquí nadie se ha desdicho de ese compromiso y se está trabajando activamente para que pueda ser una realidad”.Palabras huecas, carentes de fechas, cifras,  compromisos y sobre todo presupuestos. Frases hechas para crédulos, gentes sin experiencia, corderillos para engañar.

Y todo esto, a pesar, de haber ofrecido al Ministerio de Defensa, una colaboración económica para iniciar las obras del campamento. En Zamora pagamos las cosas dos veces, se copagó la N-122 por la Junta, aquella carretera que un concejal de izquierdas tildó  como  autovía de los señoritos, pues podía ocurrir que, los supuestos señorítos se fuesen a comprar a Valladolid. Todo esto para justificar que el Gobierno de Felipe González se había olvidado de nosotros. Sin duda, este concejal, que todavía pasea por Zamora, se había olvidado por donde  dar salida hacia Madrid  a los vinos de Toro, los productos de Moralejo, los quesos de unos y otros y las idas y venidas de los posibles turistas a Zamora… Pero por encima de todo, ayudar al partido en el sacrificio, aunque la victima sea Zamora. Y ahora se quiere ayudar al Ministerio con los oros de todos los zamoranos, qué más da, nuestro orgullo ya es inexistente Espero que si abren una nueva delegación de Hacienda, no caigamos nuevamente en semejante error. Se imaginan, pagar para que te frían a impuestos.

En serio, yo me hubiese levantado, no sin antes decirle al señor Boya : Que nos veremos cuando la información sea más técnica, con números, fechas de comienzo de las obras y su posible terminación , presupuestos en los que se cargará dicha obra , personas a trasladar (más que nada para preparar un parque de viviendas). Pero no se levantó nadie, pues en Zamora hay mucho miedo,  hay miedo en el ambiente, ya que pueden saltar por los aires cursos o subvenciones, de los que viven algunos de los allí se sentaron. O incluso iniciarse alguna inspección de Hacienda en la persona del atrevido interviniente. No trato de hacer leña del árbol caído, pero muchos de los asistentes deberían pensar ya en su sustitución  pues son hombres dúctiles, moldeables, curtidos en mil fracasos y sin fuerza ya para revindicar.

Revindicar: ese es el camino a seguir, pero no desde un periódico. Revindicar desde la calle, los colegios, el comercio, los funcionarios, los sindicatos, los jubilados, amas de casa, la industria, Cámara de Comercio, Diputación, Ayuntamiento, procuradores regionales, diputados nacionales (¡ uy, que miedo!) , Junta pro Semana Santa, Deporte. Todos, absolutamente todos, tenemos la obligación y el deber moral de luchar por Zamora, si queremos sentirnos bien nacidos. Para cuándo una masiva manifestación por el futuro de Zamora, convocada por  Ayuntamiento y Diputación y apoyada  por todos los colectivos antes mencionados. Entonces, se verá, si esta ciudad merece que se siga luchando por ella. De nos ser así, podríamos decir que somos hijos de un Dios menor, nacidos en la abulia y la cobardía y que solo merecemos languidecer hasta morir.

Vellido Dolfos