¿Una persona de izquierdas es superior moralmente a la que no lo es?

Los que se consideran de izquierdas compiten por ser más de izquierdas que el camarada, como si fuera un mérito extraordinario, ganado en oposición, ser de izquierdas o de ultra izquierda. Veamos y analicemos. ETA, en principio, según esta disputa entre gente de la siniestra, sería el no va más de la izquierda. Al parecer, asesinar a inocentes, niños, mujeres y ancianos, debe ser todo un logro para destacar en la jerarquía izquierdista. A Otegui, dirigente de la banda terrorista vasca, marxista y estalinista, lo reciben en Cataluña como a un héroe. A los de Vox, con piedras. ETA asesinó a cerca de 60 catalanes. Abascal fue amenazado por ETA. Nunca mató a nadie. Pero es de derechas. Por lo tanto, para las izquierdas, como un judío para los nazis o un burgués para los bolcheviques. Raza y clase a extinguir.

Unidas Podemos tiene que ser una formación de muchísimo izquierdismo, que, como criticó Lenin, el San Pablo del marxismo, hay que entenderlo como una enfermedad infantil del comunismo. Y debe ser muy de izquierdas predicar la sed de agua al pueblo, pero apagarla con un buen vino en la intimidad del hogar; afirmar que jamás cobrarás salarios tan suculentos como los que perciben diputados nacionales y senadores; ni, por supuesto, que seguirás viviendo toda la vida en tu barrio obrero. Pero, a la hora de la verdad, el momento de los hechos, vives como un burguesazo de libro. Quizá también sea de izquierdas el nepotismo, la corrupción, como la de los EREs en Andalucía. Y de mucho prestigio para un militante de izquierdas fuese formar parte de un partido que creo Filesa, Malesa y Time Export.

Ser político de izquierdas ahora carece de mérito alguno. Ser diputado nacional o senador de izquierdas ahora es un chollo. Gente que percibiría, de acuerdo a su profesión, salarios no superiores a los 2.000 euros, cobra ahora el triple, amén de privilegios extraordinarios por eso que se denomina ser representante del pueblo. Preguntaría a esta gente de izquierda ultra si renunciará a percibir la pensión más extraordinaria del Estado cuando se jubilen, por pasar unos cuantos años en una de las dos cámaras legislativas, o si cederán su patrimonio, la herencia, al Estado. En verdad, ser de izquierdas en esta España en quiebra moral y económica parece todo un honor, un prestigio, una dignidad superior, como lo fue ser cristiano viejo en cuando la Inquisición torturaba y quemaba.

Si eres poeta y no militas o muestras simpatías por partidos y formaciones de izquierdas, no se te considera. Y si te da por dirigir películas y tu cosmovisión de la vida no coincide con el comunismo en todas sus variantes o el socialismo burguesito, te lloverán críticas durísimas. En España solo se puede ser de izquierdas para considerarte intelectual.

Pero: ¿Qué es ser de izquierdas? Pues preferir la igualdad a la libertad, elegir una sociedad hormiguero o colmena, jamás una sociedad compuesta por individuos libres, en la que la Ley se halle por encima del hombre, del político; vivir en un Estado monolítico, un Estado Gran Hermano, que, desde que naces hasta que mueres, vigile toda tu vida; te eduque en la ideología del único partido, te otorgue una labor dentro de la estructura productiva del Estado, te asegure vivienda, salud y exequias. Solo podrás leer un periódico, determinados libros, porque habrá lecturas prohibidas por el sistema, y ver una única televisión. La cultura también quedará en manos de los jerarcas intelectuales del único partido. Solo podrás viajar a determinados lugares y con permiso del régimen. Habrá una clase privilegiada y el resto formarán el rebaño, el que produce y trabaja.

Se es más de izquierdas si prefieres la dictadura del proletario, una falacia absoluta, hecho que jamás se produjo ni en la URSS ni el resto de estados satélites, ni en la Cuba de Castro, ni en la tiranía del comunismo monárquico de Corea del Norte, a una democracia liberal, a estados como el francés, alemán, sueco o británico, por poner cuatro ejemplos. 

 Llegados a este punto, pregunto: ¿Felipe González fue menos de izquierdas que Zapatero o Sánchez? ¿El PSOE de Largo Caballero era más de izquierdas que el PSOE de la democracia? ¿Unidas Podemos es más de izquierdas que este PSOE sanchista? Prosigo con mi cuestionario: ¿Se puede jactar cualquier individuo, pongamos Iceta, multimillonario socialista catalán, nacido en Vasconia,  de militar en partidos de izquierdas si vives como un burgués, si practicas el nepotismo, si te aprovechas del cargo para aumentar tu patrimonio? ¿Las subvenciones y las ayudas a los parados, la caridad pública, una forma de comprar el voto, de tenerlo cautivo, como sucede en Andalucía y Extremadura con el PER, es propio de gobernar desde la izquierda? Una más: ¿Es más de izquierdas preferir un régimen como las dictaduras comunistas a las democracias occidentales?

Finalmente: ¿Los que fuimos de izquierdas, incluso mucho más allá de la izquierda,  y dejamos de serlo, tras conocer, saber, aprender, ver lo que se escondía detrás del comunismo, del socialismo español, de la historia documentada; los que perdimos la fe en una religión pagana, cargada de falacias, de odio, de venganza, somos inferiores moralmente, personas sin derecho a opinar, fachas, elementos a eliminar?

Vayamos a la patria del proletariado: ¿Stalin era más de izquierdas que Trotsky? ¿Los juzgados y fusilados en las Juicios de Moscú, las purgas en el partido bolcheviques fueron menos de derechas que Vyshinski, fiscal del Estado soviético, el que acusó a 16 miembros del Partido Bolchevique de terroristas? En fin.

Recuerdo aserto de Lenin, el San Pablo del marxismo, el heterodoxo de El Capital: “El izquierdismo es una enfermedad infantil del comunismo”. La izquierda española me parece un jardín de infancia.

Eugenio-Jesús de Ávila