LAS CUENTAS CLARAS
Habrá síntomas de recuperación económica solo cuando se dote Monte la Reina
Fagúndez, diputado nacional del PSOE por esta provincia, ha dicho que hay efectos de recuperación económica en Zamora, gracias al impulso del Gobierno sanchista
Antidio Fagúndez, vicario principal de Pedro Sánchez en Zamora, ha hecho proselitismo de su causa en nuestra tierra. Nos ha dicho que se percibe entre nuestra gente efectos de recuperación económica, merced, por supuesto, al “impulso” del Gobierno que preside Pedro el magnánimo, Pedro Gandhi. El diputado socialista basó su argumento en cifras macroeconómicas. España, por supuesto Zamora, tocaron fondo con la pandemia. Lógico que ahora se apunten datos de recuperación. Se había caído tan bajo, tan a ras de calzada, que, al alcanzar la categoría de bordillo, les parece un crecimiento descomunal.
El secretario general del PSOE de Zamora se jacta, pues, de una serie de logros durante este periodo de tiempo. Lo del tren madrugador, que fue cosa más de las protestas de personalidades políticas como Requejo y críticas, si bien no hilvanadas, del común, también se lo apunta el ejecutivo. Habla de otras cosas Fagúndez, pero se olvida de dos, mejor tres, cuestiones esenciales para nuestra ciudad y provincia, en las que él jugó un papel protagónico.
Monte la Reina
Voy a recordarlas: Monte la Reina. Lloraba de alegría cuando lo prometía, tras las palabras de Sánchez, en el Ramos Carrión. La llegada a nuestra tierra de una unidad militar del Ejército español acabaría con la despoblación. Pero, pasado el tiempo, prefiere guardar silencio, por aquello de que en boca cerrada no entran moscas. No obstante, sí hay 1.700 millones de euros para el aeropuerto del Prat (Barcelona), pero 80 millones para Monte la Reina es un dispendio.
Nacional 122
Segunda cuestión: la transformación en autovía de la N-122 entre Zamora y la frontera lusa, quizá los 60 kms más peligrosos de nuestras carreteras nacionales, sin olvidarme la vergüenza de la otra Nacional, la que va de la capital de la provincia a Sanabria, con un puente de la Estrella ridículo, tan necesaria como la anterior, no se sabe nada. Pelota que el PP y el PSOE se han pasado, al ritmo de que gobernase Zapatero o Rajoy. El caso es jugar con el futuro de Zamora, bien a los chinos o a los dados, lo que sea menester. Tampoco creo que Fagúndez acelere el proceso burocrático para ver un día como portugueses y zamoranos nos comunicamos por carretera sin graves problemas para nuestra integridad física.
Terrenos de Adif Estación del Ferrocarril
Por último, tercer asunto: los terrenos de Adif en la Estación del Ferrocarril. Dejados de la mano de la inmundicia, de la desgana, zahúrda de basuras. En su día, siendo primer teniente de Alcalde con Guarido, viajó a Madrid para reunirse con los jerarcas de la compañía ferroviaria y tratar de que se cedieran a Zamora. Nunca más se supo. Supongo que no habrá vuelto a pasarse por la dirección de Adif para recordarle el asunto. Fijo.
Pues desafió al diputado nacional del PSOE a que en estos dos años de legislatura que queda con su partido en el Gobierno, siempre que así lo deseen Podemos y toda el independentismo anacrónico, reaccionario, egoísta y chantajista, haya una unidad militar instalada en Monte la Reina, la N-122 sea ya autovía o las obras avance y el Ayuntamiento de Zamora disponga de los terrenos de Adif para atraer empresas de envergadura y categoría a nuestra ciudad. Y, si quiere, me olvido, de momento, hasta que el centro-derecha entre en Moncloa, de la transformación en la N-631 en autovía, porque la actual parece propia de una nación tercermundista, habitada por tribus nómadas, más ahora que, al cruzar por el puente de la Estrella, crees que viajas a través del Sahara.
Corolario: cuando don Antidio, Sr. Fagúndez, diputado nacional por estas tierras mesetarias, secas y arrugadas, quemadas y quebradas, merced a Iberdrola, sin que los socialistas protesten, predique desde su púlpito político sobre la realidad de la recuperación económica, le aplaudiré con palabras. Mientras los zamoranos no veamos la llaga de la política, del ejercicio del Gobierno socialista con Zamora, mostraremos, como poco, escepticismo, y, cuanto más tiempo pase, lo transformaremos en indignación ante tanta mentira gubernamental y de sus vicarios en la provincia. ¡Ya está bien de palabras, de promesas incumplidas, de zarandajas con las cosas de comer! Si el PSOE, como antes el PP, se empeña en desertizar nuestra tierra, el objetivo parece próximo a lograrlo.
Postdata: De toda la millonada de los fondos europeos que el ejecutivo de Fagúndez descargará en las cajas fuertes del independentismo catalán, para seguir gobernando lo que queda de España desde La Moncloa, desvíese, como si no se diesen cuenta los secesionistas, unos 80 millones para Monte la Reina. Quizá así, con la instalación militar y la N-122 en marcha, el PSOE ganaría en Zamora. Digo.
Eugenio-Jesús de Ávila
Antidio Fagúndez, vicario principal de Pedro Sánchez en Zamora, ha hecho proselitismo de su causa en nuestra tierra. Nos ha dicho que se percibe entre nuestra gente efectos de recuperación económica, merced, por supuesto, al “impulso” del Gobierno que preside Pedro el magnánimo, Pedro Gandhi. El diputado socialista basó su argumento en cifras macroeconómicas. España, por supuesto Zamora, tocaron fondo con la pandemia. Lógico que ahora se apunten datos de recuperación. Se había caído tan bajo, tan a ras de calzada, que, al alcanzar la categoría de bordillo, les parece un crecimiento descomunal.
El secretario general del PSOE de Zamora se jacta, pues, de una serie de logros durante este periodo de tiempo. Lo del tren madrugador, que fue cosa más de las protestas de personalidades políticas como Requejo y críticas, si bien no hilvanadas, del común, también se lo apunta el ejecutivo. Habla de otras cosas Fagúndez, pero se olvida de dos, mejor tres, cuestiones esenciales para nuestra ciudad y provincia, en las que él jugó un papel protagónico.
Monte la Reina
Voy a recordarlas: Monte la Reina. Lloraba de alegría cuando lo prometía, tras las palabras de Sánchez, en el Ramos Carrión. La llegada a nuestra tierra de una unidad militar del Ejército español acabaría con la despoblación. Pero, pasado el tiempo, prefiere guardar silencio, por aquello de que en boca cerrada no entran moscas. No obstante, sí hay 1.700 millones de euros para el aeropuerto del Prat (Barcelona), pero 80 millones para Monte la Reina es un dispendio.
Nacional 122
Segunda cuestión: la transformación en autovía de la N-122 entre Zamora y la frontera lusa, quizá los 60 kms más peligrosos de nuestras carreteras nacionales, sin olvidarme la vergüenza de la otra Nacional, la que va de la capital de la provincia a Sanabria, con un puente de la Estrella ridículo, tan necesaria como la anterior, no se sabe nada. Pelota que el PP y el PSOE se han pasado, al ritmo de que gobernase Zapatero o Rajoy. El caso es jugar con el futuro de Zamora, bien a los chinos o a los dados, lo que sea menester. Tampoco creo que Fagúndez acelere el proceso burocrático para ver un día como portugueses y zamoranos nos comunicamos por carretera sin graves problemas para nuestra integridad física.
Terrenos de Adif Estación del Ferrocarril
Por último, tercer asunto: los terrenos de Adif en la Estación del Ferrocarril. Dejados de la mano de la inmundicia, de la desgana, zahúrda de basuras. En su día, siendo primer teniente de Alcalde con Guarido, viajó a Madrid para reunirse con los jerarcas de la compañía ferroviaria y tratar de que se cedieran a Zamora. Nunca más se supo. Supongo que no habrá vuelto a pasarse por la dirección de Adif para recordarle el asunto. Fijo.
Pues desafió al diputado nacional del PSOE a que en estos dos años de legislatura que queda con su partido en el Gobierno, siempre que así lo deseen Podemos y toda el independentismo anacrónico, reaccionario, egoísta y chantajista, haya una unidad militar instalada en Monte la Reina, la N-122 sea ya autovía o las obras avance y el Ayuntamiento de Zamora disponga de los terrenos de Adif para atraer empresas de envergadura y categoría a nuestra ciudad. Y, si quiere, me olvido, de momento, hasta que el centro-derecha entre en Moncloa, de la transformación en la N-631 en autovía, porque la actual parece propia de una nación tercermundista, habitada por tribus nómadas, más ahora que, al cruzar por el puente de la Estrella, crees que viajas a través del Sahara.
Corolario: cuando don Antidio, Sr. Fagúndez, diputado nacional por estas tierras mesetarias, secas y arrugadas, quemadas y quebradas, merced a Iberdrola, sin que los socialistas protesten, predique desde su púlpito político sobre la realidad de la recuperación económica, le aplaudiré con palabras. Mientras los zamoranos no veamos la llaga de la política, del ejercicio del Gobierno socialista con Zamora, mostraremos, como poco, escepticismo, y, cuanto más tiempo pase, lo transformaremos en indignación ante tanta mentira gubernamental y de sus vicarios en la provincia. ¡Ya está bien de palabras, de promesas incumplidas, de zarandajas con las cosas de comer! Si el PSOE, como antes el PP, se empeña en desertizar nuestra tierra, el objetivo parece próximo a lograrlo.
Postdata: De toda la millonada de los fondos europeos que el ejecutivo de Fagúndez descargará en las cajas fuertes del independentismo catalán, para seguir gobernando lo que queda de España desde La Moncloa, desvíese, como si no se diesen cuenta los secesionistas, unos 80 millones para Monte la Reina. Quizá así, con la instalación militar y la N-122 en marcha, el PSOE ganaría en Zamora. Digo.
Eugenio-Jesús de Ávila
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