Marino Carazo
Jueves, 12 de Agosto de 2021
ANÁLISIS

El precio de la electricidad: luces y sombras

[Img #55818]El precio de la electricidad, del que en los últimos meses no hemos parado de hablar, no ha hecho más que acercarse a los máximos históricos de hace una década, cuando también abría, como ahora, las noticias y, finalmente los ha superado escandalosamente.

Nada se hizo entonces y nada se hará, desgraciadamente, ahora. Si acaso, algún parche como la bajada del IVA, una medida claramente ineficaz que ha supuesto menores ingresos para el Estado y que las compañías han diluido, con excesiva rapidez, dicha bajada en la factura.

A estas alturas, quién escuche entre líneas y haya prestado una mínima atención a ciertas buenas explicaciones que nos han ido dando las claves reales del problema, ya debe de tener claras, tanto las causas como sus posibles y únicas soluciones, para evitar pagar la luz a precio de caviar cuando se genera a precio de huevos fritos.

El precio que las familias pagamos en nuestro recibo es, en gran parte artificial, fruto de la especulación de estas empresas y, por ello, irreal.

Un precio abusivo que no es casual y obedece a dos causas principales de antiguas decisiones políticas y que vienen de atrás:

La primera, la privatización de la compañía pública de electricidad, Endesa, que dejó, por completo, en manos privadas un bien estratégico de servicio fundamental a los ciudadanos, creándose un oligopolio de unas pocas empresas que marcan los precios a su antojo y sin transparencia alguna. Se ponen de acuerdo entre ellos, saltándose la ley de la competencia, y se curan en salud sentando en sus Consejos de Administración a políticos retirados, demasiados, a los que pagan sueldos millonarios por hacer poco menos que de floreros, pero cuyas decisiones en activo, les dieron el poder que tienen ahora.

La segunda es la forma en que se decidió, en su día por el gobierno Rajoy, el establecimiento del coste de la generación de la electricidad, equiparando el precio del Kilowatio/hora que sea más alto en cada momento. Las enormes diferencias del coste de producción entre centrales nucleares, las de gas o térmicas, eólicas o hidroeléctricas, muchas de ellas ya amortizadas y a coste casi cero, se iguala, por arriba, y nos cobran la electricidad al precio más alto de todos ellos. Dicho de otro modo, es como comprar el supermercado 1 kilo de garbanzos, 1 kilo de sal, 1 lata de sardinas y 1 kilo de jamón y, al llegar a caja, nos cobran todo al precio del jamón.

Este establecimiento de precios nos perjudica doblemente, ya que es, por ejemplo, la principal razón de que Iberdrola, dado el altísimo precio de la energía producida por centrales térmicas, actualmente la más cara con el precio del gas disparado, no ha tenido escrúpulo alguno en vaciar los embalses zamoranos y hundir económica y ecológicamente a nuestros pueblos, utilizando hasta la última gota de nuestra agua, para generar una energía hidroeléctrica, casi gratis con los embalses súper amortizados, y venderla a precio de oro, aunque suponga “dejarnos secos”. Transformemos aquella famosa frase de Viriato contra los romanos en “Odio eterno de Zamora a Iberdrola”

Si se nos estafó vendiendo las empresas energéticas, eléctricas y petrolíferas, de titularidad pública, en un falso liberalismo económico y se nos engañó con el argumento de que “la competencia haría que los precios de la gasolina y la electricidad bajaran” y, desde entonces, no han parado de subir merced al oligopolio creado por estas empresas que pactan, ilegalmente, los precios en beneficio propio, digo yo que tendremos derecho a exigir la reversión de la situación, recuperar las empresas que fueron públicas o crear otras, aún más potentes, y controlar y regular los precios desde el Gobierno en un bien tan esencial para las vidas de los ciudadanos.

Hasta que eso llegue, habrá que empezar por un Decreto, con carácter de urgencia, que marque el precio del Kilowatio de una forma real y no especulativa y que elija preferentemente los modos de generación eléctrica más ecológicos y más baratos en cada momento al elaborar la factura.

Después, empezar a adquirir una parte de estas empresas estratégicas, la que se legisle como obligatoria, que pertenezca al Estado, como ocurre en todos los países de nuestro entorno, vía compra o vía expropiación, y que el Estado tenga representación en todos sus consejos de administración y, con ello, cierto peso en las decisiones a tomar.

No adelantamos nada quejándonos continuamente del precio de la luz, mientras las empresas se siguen llenando los bolsillos con beneficios multimillonarios, sino que, sabiendo como sabemos, las causas que nos han traído hasta aquí, presionemos para que se revierta lo antes posible y, mientras tanto, se abra un periodo provisional de precios regulados por el gobierno.

Marino Carazo Martín

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.149

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.