El Zamora CF gana a la UDS, pero también pudo perder (2-1)

El Zamora CF ganó su primer partido de pretemporada, pero también pudo perderlo frente a un buen UD Salamanca, equipo que me causó una buena impresión, pero que falló ante el marco rojiblanco en tres ocasiones clarísimas, en centros desde, preferentemente, la banda derecha.

Movilla, que vio el partido desde el palco, alineó un equipo reconocible en la primera mitad. La defensa con dos centrales como Piña y Campos, y los laterales Parra y Jon Rojo, podría ser una zaga titular en la Liga. La medular fue para Astray, como pivote defensivo, mientras que Ramos se escoraba a la izquierda y Luque intentaba enganchar con las puntas, que fueron para Losada, Coscia y la banda derecha para Navas. Y, bajo palos Jon Mikel.

Salió fuerte el cuadro rojiblanco que, antes de cumplirse el primer minuto, ya había sacado un córner. Pero, a partir de ese momento, el cuadro charro se fue a por el partido. Mandó en la medular con soltura, sin agobios, buscando las bandas, por donde se creaba peligro. Y, cuando era menester, probaban desde larga distancia, como en el minuto 9, con un tirazo que salió rozando la escuadra del meta Jon Mikel.

No hubo más ocasiones por parte de ambas escuadras hasta el último tramo de la primera entrega, excepción de un chutazo, de los suyos, de Carlos Ramos, al que puso rúbrica Benítez, con intervención de enorme mérito. Serían los minutos finales los que vieron al mejor Zamora de esos 45 primeros minutos, hasta el punto de marcar su primer gol, obra de Losada, de cabeza, a saque de esquina de Ramos.

Tras el descanso, Movilla dejó en los vestuarios al capitán rojiblanco para dar entrada a Jorge Fernández, que pasó a jugar como exterior.

Buen juego rojiblanco en la reanudación, con un tiro raso y ajustado a la cepa del poste diestro, de Fernández, que obligó al meta charro a intervenir de una manera extraordinaria. Luque en el 53 también pudo marcar, pero su tiro se fue por encima del larguero.

Pero el Salamanca tampoco se rindió, buscando la banda derecha del ataque para superar a la zaga zamorana, pero los centros nunca encontraron un pie que introdujese el balón en la red rojiblanca.

A partir del ecuador de la segunda entrega, el cuadro charro gozó de tres o cuatro ocasiones claras para marcar, si bien el Zamora ya no era reconocible, porque había en el campo cuatro juveniles y futbolistas que se conocen muy poco todavía. Incluso llegó a salir Mapisa, recibido con muchos aplausos por la grada.

El caso es que el fútbol, de vez en cuando, imparte justicia. Así, en el minuto 80, Keita marcaba el empate. La defensa local hacía aguas por doquier. Los delanteros charros se aprovecharon del galimatías en e área rojiblanca para marcar, tras un barullo, un tanto que equilibraba el marcador. Quedaba diez minutos, y los visitantes, de ganar alguien el partido, parecían con más méritos para ese logro.

Pero en un saque de esquina el Zamora lograría el gol de la victoria, obra de Baselga, que metió la pierna para remachar un toque, tras un córner, en el primer palo, de un delantero rojiblanco. Tanto del triunfo. ¿No fue justo? Quizá, pero esto es fútbol.

Movilla tiene por delante mucho trabajo, corregir errores defensivos, porque una buena zaga siempre es esencial para construir un equipo competitivo. De momento, queda mucho recorrido. El técnico vasco no mostró preocupación en la rueda de prensa posterior al partido, porque cree que el proceso lleva un tiempo, el suficiente para poner la maquinaría a punto cuando toque recibir a un excelente equipo como el Bilbao Ath. Ya queda menos.