Desde la creación del Euro

Occidente se encuentra aun digiriendo lo ocurrido en Afganistán. La facilidad con la que los talibanes han recuperado el territorio del país sin encontrar resistencia a su paso evidencia un cambio en los roles geopolíticos. No cabe duda de que Estados Unidos es aún la nación más influyente del planeta, pero su repliegue estratégico lanza un mensaje de renuncia que obliga a las demás fichas del tablero a buscar acomodo en un nuevo paradigma.

Tres décadas han pasado desde la caída del muro de Berlín en las que la estabilidad del mundo se había basado en el liderazgo incontestable de Estados Unidos, liderazgo bajo cuya sombra la Unión Europea había vivido cómoda sin la necesidad de plantearse dar un paso al frente en la toma de decisiones relacionadas con la defensa física de sus fronteras. La nueva situación ha vuelto a reavivar el debate sobre la necesidad de crear una fuerza militar europea que aporte independencia operativa.

Sin ningún género de dudas, la UE se verá dividida entre aquellos que apuestan por una mayor integración federalista y aquéllos que prefieren mantener el status quo, teniendo a la OTAN (y por ende a EEUU) como principal punto de referencia.

Desde la creación del Euro, este sería el paso más importante hacía la integración de la Unión. Veremos si lo ocurrido en Afganistán acelera un debate que lleva años sin resolverse.

Pedro Calzada