Los políticos aumentan sus beneficios mientras el pueblo empobrece

Artículo 66 de la Constitución Española

Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado.

Debe colegirse que procuradores regionales, senadores y diputados nacionales representan a los ciudadanos en los parlamentos autonómicos, cámara alta y cámara baja.

Ahora bien, la Ley Electoral incumple la igualdad de los españoles, porque a un candidato al Congreso de los Diputados, por ejemplo, en Soria, con unos pocos miles de votos, obtiene escaño. En Madrid, necesitaría diez veces más para alcanzar tan cotizado puesto en la cámara baja.

Por otra parte, el ciudadano no elige, sino que rubrica la elección confeccionada por la clase dirigente de las respectivas formaciones, por sus jerarquías. En Zamora, al personaje que se coloca, a dedo, sin más méritos que su servidumbre al jefe, de número 1 en la lista para el Congreso, ya del PP, bien del PSOE, acaba en el Congreso de los Diputados. Usted solo confirma lo que la cúpula del partido elige con anterioridad. Eso lo conoce perfectamente el diputado, que sabe a quién debe agradecer el cargo, jamás al pueblo, sino al que ordena y manda en los dos grandes partidos nacionales.

Pero veamos qué trabajo realizan los que se dicen nuestros representantes. ¿Lo conoce el ciudadano de a pie? Y ya que pregunto sobre esa sabiduría: ¿Cuántos zamoranos conocen los nombres de su representantes en las Cortes de Castilla y León, una autonomía ahistórica, sin sentido, enorme, indigerible e ingobernable con equidad? Incluso sé que no acertarían con el número de procuradores que nuestra provincia se juega en cada los comicios autonómicos. Responde para el que lo ignore: seis. En esta legislatura, tres representan al PP, dos al PSOE y uno a Ciudadanos.

Voy más allá: conoce los nombres y primer apellido de los seis. Me temo que no. Los más populares, no por votos, pero sí por laboriosidad en la oposición, son los del PSOE: Ana Sánchez, que según dice cobra más que el propio presidente de la Junta, y José Ignacio Martín Benito. Ambos se lo curran. Casi todos los días critican las acciones del ejecutivo autonómico, exigen inversiones para Zamora y afean las políticas de Mañueco y compañía. Cierto que esas exigencias nunca se producen con el Gobierno de Sánchez y me temo que tampoco si en Valladolid gobernarse el PSOE.

¿Quiénes son los procuradores del PP? Si preguntamos en la calle, nadie acertaría con uno solo de ellos. Y menos con la procuradora de Ciudadanos, que, de vez en cuando, aparece con notas de prensa que elabora el Gabinete naranja.

¿Cuál ha sido la labor de estos procuradores durante estos dos años de legislatura? ¿Han exigido a la Junta inversiones para Zamora, han criticado acciones que perjudicaran a nuestra provincia? Nunca.

Vayamos a los diputados nacionales. Al que más se la ha visto exigir es al de Vox, un señor que es escultor y se apellida como yo, pero no somos familia: Pedro Requejo. Ha preguntado por Monte la Reina, puso el dedo en la llaga sobre las fotovoltaicas que pretende instalar en Cobreros y sabe lo que pasa en el Congreso. Ahora bien, la gente del común apenas lo conoce. Como mucho, un 10%. No tiene prensa en Zamora

Vayamos al diputado nacional del PSOE, Antidio Fagúndez, al que se conoce, sobre todo, por llevar a su partido a la miseria política en el Ayuntamiento de la capital: tres concejales. Un chiste. Una derrota que debería haberle costado la destitución. Pero esta locura política lo premió con un cargo en el Congreso de los Diputados.

En el Ramos Carrión, antes de que su jefe hablase, nos ofreció la llegada a Monte la Reina de una unidad militar del Ejército, que vendría a paliar la despoblación. De aquella promesa, cargada de euforia, nada de nada. De la transformación de laN-122 entre Zamora y Alcañices, tampoco. Cosas del PSOE y del  PP y de su “cariño” por nuestra tierra.

Y qué sabemos de Elvira Velasco, diputada de los populares…pues muy poco, que debe ser la única fiel, de verdad, a Casado en Zamora. Pero de acciones por nuestra provincia, ni se saben ni se esperan.

Y de los senadores, pues José Fernández Blanco lleva toda la vida en la cámara alta. Debió entrar después de cumplir la “mili” y ahí sigue, próximo a la jubilación. Y de los populares, Barrios, que es el que manda en Zamora, siempre supervisado por Maíllo, que ha preguntado por Monte la Reina también, siendo el menos indicado para este asunto, porque no hizo nada de nada, es más, obstaculizó la llegada de una unidad militar a Monte la Reina, y Mayte Martín Pozo, incapaz en la Diputación, un peligro para la provincia, y ausente en el Senado.

Habría que exigir a todos estos que se dicen nuestros representantes una nota de prensa todos los viernes de la semana con su trabajo durante la semana. Porque el pueblo, el que les voto, o mejor rubricó su elección, quiere saber cómo sus políticos laboran por Zamora, dan el callo, se enfrentan en Cortes regionales, Senado y Congreso a sus gerifaltes, cómo exigen inversiones para nuestra tierra. Las gentes quieren conocer para qué sirven los políticos, aunque ya está llegando al conocimiento que, mientras ellos no notan nunca la crisis económica, las masas se empobrecen, se van al paro o cierran sus pequeños negocios.

Tercera Edad en Acción viene a cambiar el estado de las cosas, a purificar la política española, a quitar a los políticos profesionales, personas que van a lo suyo y se olvidan de defender a sus conciudadanos, una tarea sacra y hermosa, que han convertido en despreciable y odiosa.

              Antonio Requejo Boyero

   Delegado Provincial 3 Edad en Acción de Zamora.