VANDALISMO
Los Tres Arboles amanece con plantones rotos tras el último botellón
Hasta 17 ejemplares víctimas de los vándalos ebrios
“Si, de pequeño me cuidadas de mayor te daré mi sombra”, rezaba uno de los carteles colocado sobre un joven árbol de la playa, por entonces conocida como Benidorm. Hoy, se cumple. Han pasado muchos años,y nadie tiene a bien colocar esos recordatorios, y no porque no hagan falta, como vamos a ver. No muy lejos, a orillas del río también, amanecía este domingo con los habituales del parque: los que sacan el perro, los de la vuelta en bici, los que se dan el primer paseo, alguno corriendo; otros dispuestos para jugar a la petanca y los que van de paso.
No todos repararon en el estado de esos plantones, que tuvieron a bien colocar hace unos años, aunque, desde estas mismas páginas, ya nos permitimos advertir lo que les costaría convertirse en frondosos ejemplares, dado que se trataba de plantas excesivamente pequeñas para colocar en un parque muy concurrido, y que muchos de ellos no conseguirían llegar a adultos. Es normal, porque, aun estando en la zona verde y alejados del paseo, hay quien pasa por allí y pisa donde no debe sin darse cuenta, porque un balonazo, aún de los que están jugando lejos, termina acabando donde nadie pretendía, y porque, aún con los cuidados necesarios, que no es el caso, la vida es dura hasta para los árboles, y no todos consiguen llegar a adultos.
Así un día, se puede contar la pérdida de un ejemplar, otro día la de otro, y así desafortunadamente hemos ido comprobando, como acabada la época veraniega, no todos consiguen sobrevivir. Preparados estábamos, lo que no suponíamos, ni de lejos, que de la noche a la mañana, un finde, de esos que había música por ahí hasta ciertas horas de la noche, que había mercado romano, que el IFEZA se llenaba con una feria atractiva para algunos, y que, por supuesto, como siempre los establecimientos de hostelería, estaban prestando su servicio , unos desaprensivos elegían como lugar de ocio nocturno la orilla del río.
El resultado de su diversión lo desconocemos, lo que sí que podemos apreciar, por desgracia, es lo que hemos perdido porque se dediquen a celebrar impunemente botellón en el paseo de Los Tres Árboles. Diecisiete plantones rotos. Diecisiete árboles que no darán su sombra nunca más. A cualquier crio, que osara romper un arbolito, cualquiera que lo hubiera visto, le habría llamado la atención. Al grupito, que se dedicó a causar daños durante la noche del sábado al domingo…
Manuel Herrero Alonso
“Si, de pequeño me cuidadas de mayor te daré mi sombra”, rezaba uno de los carteles colocado sobre un joven árbol de la playa, por entonces conocida como Benidorm. Hoy, se cumple. Han pasado muchos años,y nadie tiene a bien colocar esos recordatorios, y no porque no hagan falta, como vamos a ver. No muy lejos, a orillas del río también, amanecía este domingo con los habituales del parque: los que sacan el perro, los de la vuelta en bici, los que se dan el primer paseo, alguno corriendo; otros dispuestos para jugar a la petanca y los que van de paso.
No todos repararon en el estado de esos plantones, que tuvieron a bien colocar hace unos años, aunque, desde estas mismas páginas, ya nos permitimos advertir lo que les costaría convertirse en frondosos ejemplares, dado que se trataba de plantas excesivamente pequeñas para colocar en un parque muy concurrido, y que muchos de ellos no conseguirían llegar a adultos. Es normal, porque, aun estando en la zona verde y alejados del paseo, hay quien pasa por allí y pisa donde no debe sin darse cuenta, porque un balonazo, aún de los que están jugando lejos, termina acabando donde nadie pretendía, y porque, aún con los cuidados necesarios, que no es el caso, la vida es dura hasta para los árboles, y no todos consiguen llegar a adultos.
Así un día, se puede contar la pérdida de un ejemplar, otro día la de otro, y así desafortunadamente hemos ido comprobando, como acabada la época veraniega, no todos consiguen sobrevivir. Preparados estábamos, lo que no suponíamos, ni de lejos, que de la noche a la mañana, un finde, de esos que había música por ahí hasta ciertas horas de la noche, que había mercado romano, que el IFEZA se llenaba con una feria atractiva para algunos, y que, por supuesto, como siempre los establecimientos de hostelería, estaban prestando su servicio , unos desaprensivos elegían como lugar de ocio nocturno la orilla del río.
El resultado de su diversión lo desconocemos, lo que sí que podemos apreciar, por desgracia, es lo que hemos perdido porque se dediquen a celebrar impunemente botellón en el paseo de Los Tres Árboles. Diecisiete plantones rotos. Diecisiete árboles que no darán su sombra nunca más. A cualquier crio, que osara romper un arbolito, cualquiera que lo hubiera visto, le habría llamado la atención. Al grupito, que se dedicó a causar daños durante la noche del sábado al domingo…
Manuel Herrero Alonso






















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