DENUNCIAS
Hitos informativos de quita y pon
Afectados por el óxido, necesitan urgentemente una reparación para seguir en pie
Renovando los existentes, incluso llegando a algunos lugares donde antes no los había, se colocaron hace unos años unos hitos informativos ante monumentos y otros puntos históricos. Llamaron la atención desde el principio entre los zamoranos, aunque hoy en día, acostumbrados a que estén ahí, nadie repara en ellos. Los turistas, que por algo vienen a ver la ciudad, sí que lo hacen y se acercan a leer lo escrito en sus láminas metálicas, actualmente bien fijadas, que sustituyeron a los vinilos iníciales adheridos, que se arrancaban fácilmente. No exentos, como cualquier otra parte de la ciudad de los clásicos actos vandálicos, que suelen reducirse a las pintadas y poco más.
Cierto día, el hito informativo, que resume la historia, y en varios idiomas, de la Puebla del Valle, hoy conocido como barrio de la Horta, situado en el pequeño parque de San Leonardo, aparecía de pie, pero algo lejos de su ubicación original. Alguien optó por recolocarlo en su sitio correspondiente, dando cuenta de que pesaba lo suyo, más de lo que parecía. La gamberrada fue mínima y fue solventada a tiempo, evitando que pudiera acabar, quien sabe dónde y de qué manera. Obviamente, pudiera repetirse el hecho, dada la facilidad para sacarlo de ese rectángulo de cuadradillo de hierro, anclado en el suelo, sobre el que se fija toda esa larga estructura metálica. Pudieran encontrarse otros en situación muy similar, digamos el situado en el mirador de San Cipriano, pero hay más. El motivo, muy sencillo, la parte inferior ha sido víctima, en unos más en otros menos, de la corrosión, lo que ha conducido a que sus paredes se reblandezcan y debiliten impidiendo cumplir su misión correctamente. No son casos aislados, presentan grandes desconchones por el óxido, incluso agujeros, que se aprecian a simple vista.
Lo que en su día hubiera sobrado con la aplicación de una mano de pintura antioxido, para preservar durante una buena temporada de esta enfermedad al hierro, hoy de poco sirve, encontrándose ya en avanzado estado de corrosión. En breve, el chaperón será mayor, intervendrán técnicos, aludiendo a la fatiga de material, fin de la vida útil y demás cosas que en lenguaje más prosaico se resume en vejez.
Los hitos informativos tienen que ser reparados irremediablemente, porque no es cuestión de que ya se sepa que están para pocos trotes, es cuestión de que permanezcan en pie y en su sitio.
Manuel Herrero Alonso
Renovando los existentes, incluso llegando a algunos lugares donde antes no los había, se colocaron hace unos años unos hitos informativos ante monumentos y otros puntos históricos. Llamaron la atención desde el principio entre los zamoranos, aunque hoy en día, acostumbrados a que estén ahí, nadie repara en ellos. Los turistas, que por algo vienen a ver la ciudad, sí que lo hacen y se acercan a leer lo escrito en sus láminas metálicas, actualmente bien fijadas, que sustituyeron a los vinilos iníciales adheridos, que se arrancaban fácilmente. No exentos, como cualquier otra parte de la ciudad de los clásicos actos vandálicos, que suelen reducirse a las pintadas y poco más.
Cierto día, el hito informativo, que resume la historia, y en varios idiomas, de la Puebla del Valle, hoy conocido como barrio de la Horta, situado en el pequeño parque de San Leonardo, aparecía de pie, pero algo lejos de su ubicación original. Alguien optó por recolocarlo en su sitio correspondiente, dando cuenta de que pesaba lo suyo, más de lo que parecía. La gamberrada fue mínima y fue solventada a tiempo, evitando que pudiera acabar, quien sabe dónde y de qué manera. Obviamente, pudiera repetirse el hecho, dada la facilidad para sacarlo de ese rectángulo de cuadradillo de hierro, anclado en el suelo, sobre el que se fija toda esa larga estructura metálica. Pudieran encontrarse otros en situación muy similar, digamos el situado en el mirador de San Cipriano, pero hay más. El motivo, muy sencillo, la parte inferior ha sido víctima, en unos más en otros menos, de la corrosión, lo que ha conducido a que sus paredes se reblandezcan y debiliten impidiendo cumplir su misión correctamente. No son casos aislados, presentan grandes desconchones por el óxido, incluso agujeros, que se aprecian a simple vista.
Lo que en su día hubiera sobrado con la aplicación de una mano de pintura antioxido, para preservar durante una buena temporada de esta enfermedad al hierro, hoy de poco sirve, encontrándose ya en avanzado estado de corrosión. En breve, el chaperón será mayor, intervendrán técnicos, aludiendo a la fatiga de material, fin de la vida útil y demás cosas que en lenguaje más prosaico se resume en vejez.
Los hitos informativos tienen que ser reparados irremediablemente, porque no es cuestión de que ya se sepa que están para pocos trotes, es cuestión de que permanezcan en pie y en su sitio.
Manuel Herrero Alonso





























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