Martes, 16 de Septiembre de 2025

Eugenio de Ávila
Miércoles, 06 de Octubre de 2021

El occidente de Zamora es ya el Tras os Montes de las décadas de los 50 y 60

Alcañices, una población zamorana atravesada por la N-122Tras os Montes, la comarca hermana lusa, fue para los zamoranos, durante décadas, el territorio más retrasado de Europa occidental, incluso más que nuestra paupérrima provincia. Lo agreste del paisaje, la escasa población y la descomunal emigración convirtieron esa comarca portuguesa en paradigma del retraso económico y social.

 

Ahora bien, desde la entrada, al unísono, de las dos naciones ibéricas en la Comunidad Europea, todo cambió. Las magníficas gestiones de los ejecutivos portugueses, conservadores o socialistas, con las ayudas multimillonarias llegadas desde Europa, transformaron aquella tierra hermana. He estado en Tras os Montes, en concreto, en Quinta da Terrincha, al sur de Braganza, un estancia paradisiaca, en un valle de olivos y viñedos. He recorrido sus carreteras. He disfrutado de sus viandas, de la dulzura de su gente, de la educación que todo portugués, virtud que forma parte de su cultura, de una forma de ser.

 

No se olvide el lector que Castilla y León, la comunidad autónoma ahístórica, recibió un montamente económico superior que Tras os Montes. Pero maticemos. Mientras las autoridades lusas lo repartieron conforme a las necesidades del pueblo, aquí, la Junta de Lucas, personaje que aún sigue viviendo de la política, un funcionario mediocre, y Juan Vicente Herrera, un presidente bonachón, rodeado de gente poco recomendable, de esa de la que un servidor jamás se fiaría, como el  malogrado Villanueva, se lo llevó casi todo para el eje del privilegio: Valladolid-Burgos, con su apéndice Palencia. Esa es la sutil diferencia entre los buenos políticos, sean de la diestra o de la siniestra, portugueses,  y los politicastros, los españoles. Insisto que el PP y el PSOE, tanto monta, monta tanto, han hecho enorme daño a esta provincia.

 

Vayamos al inicio del viaje. N-122 entre Zamora y la frontera parece una carretera del tercer mundo, precapitalista. Lleva así décadas. Desde el franquismo. El tráfico de camiones que vienen de Portugal protagoniza el recorrido entra la capital de la provincia y Alcañices, población que sufre, más que nadie, en su mismísimo centro, la incomodidad, el trastorno y el peligro que esa tránsito continuo de vehículos. Entrar en Portugal, y parece que llegamos a Europa: una autovía magnífica hasta Braganza. Después, cuando te desvías hacia Guarda, para buscar el sur de Tras os Montes, ruedas por la IP2, que no es autovía, pero te permite circular sin graves problemas. A la vuelta, tardé más entre la frontera y Zamora que entre Quinta da Terrincha y Alcañices, doblando el número de kilómetros. Increíble. Tras os Montes es Zamora, el occidente de nuestra provincia, convertido en una de las zonas más retrasadas de la Europa occidental.

 

[Img #57534]Ni al PSOE, cuando Zapatero, ni al PP, con Rajoy, ni ahora con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, políticos que tanto miran por los más humildes, por los pobres, han hecho nada por transformar este tramo de la N-122 en autovía. Se han pasado la pelota. Cuando gobernaba el incapaz de ZP, los del PP, con Martínez-Maíllo a la cabeza, organizaron un cónclave de alcaldes alistanos para manifestarse a favor de esa autovía. El ejecutivo de Zapatero pasó de todo. Cuando le tocó a Rajoy, los socialistas exigieron idéntica gestión al ejecutivo del PP. Y nada de nada. Dimes y diretes. Corolario: Zamora le importa un comino a los dos grandes partidos de la nación “española”.

 

El oeste de nuestra provincia parece destinado a la despoblación, al desierto demográfico. Los zamoranos necesitan un partido propio, con senadores, diputados nacionales y procuradores regionales que los representen, que lleven a todas las cámaras parlamentarias las exigencias del pueblo, que obedezcan a sus votantes, nunca a las formaciones políticas de carácter nacional.

 

Regresé, pues, de Portugal, triste, derrotado, con inmensas ganas de dejarlo todo, de jubilarme antes de tiempo, porque aquí, en Zamora, con una prensa vendida al poder político, una ciudadanía enferma de apatía antropológica y unos políticos, funcionarios de partidos, funestos, mediocres, enfermos de poder, solo se puede esperar a la muerte demográfica y económica. Nuestra cobardía política nos condujo a la inacción, a la paz de cementerio, a la nada demográfica. Hoy, más que nunca, me siento más portugués que español, ciudadano de una nación en quiebra ética, que siempre antecede a la económica, gobernada por malandrines de izquierdas o de derechas, personajes contagiados por el virus del poder omnímodo.

Eugenio-Jesús de Ávila

 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.17

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.