PASIÓN POR ZAMORA
Pedro Sánchez y Antidio Fagúndez, de las críticas a los elogios
Hoy, 10 de octubre de 2021, comienza una nueva etapa para el futuro de Zamora y de su provincia, fecha histórica para nuestro porvenir y el de las jóvenes generaciones
Escribí el pasado jueves, 7 de octubre, un artículo información o una información articulada, que titulé: “Quizá el Gobierno nos sorprenda con Monte la Reina y la N-122”. Lo leyeron muchas personas. Algunas se mofaron. Otras se alegraron. Hoy, se confirma mi adelanto. Ningún medio zamorano se lo esperaba. Y hete aquí que el más crítico con el poder, ofreció la buena nueva. Por cierto, las noticias esenciales que se ha producido en Zamora, como el incidente de Rosa Valdeón, manipulado por la prensa que se vende al mejor postor; el interés del Ministerio de Defensa en recuperar Monte la Reina, la compra del edificio de García Casado, las dio, en rigurosa primicia, El Día de Zamora.
Pedro Sánchez, al que tanto he criticado por olvidarse de sus promesas a los zamoranos, realizadas en el teatro Ramos Carrión, en referencia a las inversiones de su ejecutivo en nuestra tierra, cumplió con su palabra. He de confesar, pues, hoy, 10 de octubre, en el ecuador de este puente festivo, que se cierra con la Fiesta Nacional, que el presidente me ha dado el alegrón del año, de la legislatura, de esta mi última etapa como periodista. Veinte millones para esa primera inversión los juzgo necesarios y esenciales. En próximos PGE se aumentarán las inyecciones económicas. No dudo que Monte la Reina, en dos o tres años, funcionará como instalación militar. Quizá los comunistas zamoranos se sientan contrariados, porque ellos solo loan los ejércitos de las dictaduras como la soviética, la china, la norcoreana y la cubana. Si son militares demócratas, les causan náuseas. La ley del embudo de los que aman regímenes hormigueros y enjambres, donde el ser humano es solo un número, una máquina para producir y humillarse ante la nomenklatura, burguesía desclasada.
Monte la Reina cambiará Zamora, como también la transformación de la N-122 en autovía, y, por supuesto, la biorrefinería de Barcial del Barco. Las dos primeras, inversiones del Estado, públicas, la segunda, privada. Que venga a vivir aquí miles de personas, sin duda, activará la vida comercial y también la hostelería de nuestras ciudades. Que me gustaría también que los terrenos de Adif en la Estación del Ferrocarril se cediesen al Ayuntamiento y llegasen industrias de tecnología puntera, por supuesto. Esperemos que Fagúndez efectúe otra maniobra y alcance un acuerdo con este organismo del Estado. Ya lo intentó cuando ejerció como teniente de Alcaldía.
Ahora bien, si la decisión de Sánchez me satisface enormemente, me entristece que la oposición no haya mostrado su alegría por esas inversiones en nuestra tierra; por el contrario, parece como si le hubiera sentado mal. Osea, si el ejecutivo se olvida de Zamora, de Monte la Reina, de transformar la N-122, el tramo entre la capital de la provincia y Alcañices, que convertiría nuestra ciudad en una de las capitales mejor comunicadas de España, con salida rápida a Portugal, más cerca de nuestros hermanos de Tras os Montes y a un par de horas de Oporto, la capital industrial de la querida hermana lusa, criticamos a Sánchez y nos acordamos de su familia. Pero si decide incluir partidas importantes en los PGE, blanco sobre negro, también arranca al PP diatribas contra el bello Sánchez. Así se demuestra que lo importante nunca fue el desarrollo de Zamora, la mejora del nivel de vida de los zamoranos, acabar con nuestra decadencia económica y detener la despoblación galopante de esta tierra, sino denostar al rival político, utilizar al pueblo para lanzarse a la yugular del PSOE, aprovechar los errores del enemigo para sacar partido y arrancar votos a los votantes más cándidos.Ahora, al PP le parece insuficiente esa cantidad que aportará el ejecutivo en los PGE 2021 a Monte la Reina. En fin.
Fernández Mañueco, el presidente de la Junta, sí ha estado a la altura, porque ha tuiteado que la institución que dirige mantendrá los 15 millones de euros prometidos para este proyecto de Monte la Reina. También espera el político popular que el presidente Sánchez encuentre un hueco en su agenda para hablar, entre otras cuestiones, de este proyecto.
Voy finalizando. No ha habido periodista más crítico con Pedro Sánchez y Antidio Fagúndez, como hombre de mayor confianza del presidente. Censuré su olvido sobre Monte la Reina y la N-122. Nunca fui un pelota, no me gustó bailar el agua, ni dar coba a las personas que tuve como director, ni en el engullido El Correo de Zamora, ni en TVE, ni la Prensa, ni La Voz de Zamora, del que fui director y me echó el capitalista porque me negué a ser la voz de su amo. Y ahora, no me voy a censurar a mí mismo. Yo me lo guiso, yo me lo como.
Corolario: si Sánchez y Fagúndez cumplieron con su palabra, dejaré las críticas para dedicarles mis elogios. El PSOE que, cuando el felipismo retiró inversiones de nuestra tierra, ahora, casi cuatro décadas después, nos devuelve lo que nos quitó. El ejecutivo de Sánchez, de momento, ha sido el que más tuvo en cuenta las necesidades de nuestra humilde y sencilla Zamora.
Hoy, 10 de octubre, se abre un nuevo capítulo en la historia de nuestra tierra, el amanecer de Zamora y su provincia. Escribí que esta ciudad y su provincia necesitaban, más que nunca, de las inversiones del Estado para detener despoblación y decadencia económica. Sánchez ha escuchado a Fagúndez.
Eugenio-Jesús de Ávila
Escribí el pasado jueves, 7 de octubre, un artículo información o una información articulada, que titulé: “Quizá el Gobierno nos sorprenda con Monte la Reina y la N-122”. Lo leyeron muchas personas. Algunas se mofaron. Otras se alegraron. Hoy, se confirma mi adelanto. Ningún medio zamorano se lo esperaba. Y hete aquí que el más crítico con el poder, ofreció la buena nueva. Por cierto, las noticias esenciales que se ha producido en Zamora, como el incidente de Rosa Valdeón, manipulado por la prensa que se vende al mejor postor; el interés del Ministerio de Defensa en recuperar Monte la Reina, la compra del edificio de García Casado, las dio, en rigurosa primicia, El Día de Zamora.
Pedro Sánchez, al que tanto he criticado por olvidarse de sus promesas a los zamoranos, realizadas en el teatro Ramos Carrión, en referencia a las inversiones de su ejecutivo en nuestra tierra, cumplió con su palabra. He de confesar, pues, hoy, 10 de octubre, en el ecuador de este puente festivo, que se cierra con la Fiesta Nacional, que el presidente me ha dado el alegrón del año, de la legislatura, de esta mi última etapa como periodista. Veinte millones para esa primera inversión los juzgo necesarios y esenciales. En próximos PGE se aumentarán las inyecciones económicas. No dudo que Monte la Reina, en dos o tres años, funcionará como instalación militar. Quizá los comunistas zamoranos se sientan contrariados, porque ellos solo loan los ejércitos de las dictaduras como la soviética, la china, la norcoreana y la cubana. Si son militares demócratas, les causan náuseas. La ley del embudo de los que aman regímenes hormigueros y enjambres, donde el ser humano es solo un número, una máquina para producir y humillarse ante la nomenklatura, burguesía desclasada.
Monte la Reina cambiará Zamora, como también la transformación de la N-122 en autovía, y, por supuesto, la biorrefinería de Barcial del Barco. Las dos primeras, inversiones del Estado, públicas, la segunda, privada. Que venga a vivir aquí miles de personas, sin duda, activará la vida comercial y también la hostelería de nuestras ciudades. Que me gustaría también que los terrenos de Adif en la Estación del Ferrocarril se cediesen al Ayuntamiento y llegasen industrias de tecnología puntera, por supuesto. Esperemos que Fagúndez efectúe otra maniobra y alcance un acuerdo con este organismo del Estado. Ya lo intentó cuando ejerció como teniente de Alcaldía.
Ahora bien, si la decisión de Sánchez me satisface enormemente, me entristece que la oposición no haya mostrado su alegría por esas inversiones en nuestra tierra; por el contrario, parece como si le hubiera sentado mal. Osea, si el ejecutivo se olvida de Zamora, de Monte la Reina, de transformar la N-122, el tramo entre la capital de la provincia y Alcañices, que convertiría nuestra ciudad en una de las capitales mejor comunicadas de España, con salida rápida a Portugal, más cerca de nuestros hermanos de Tras os Montes y a un par de horas de Oporto, la capital industrial de la querida hermana lusa, criticamos a Sánchez y nos acordamos de su familia. Pero si decide incluir partidas importantes en los PGE, blanco sobre negro, también arranca al PP diatribas contra el bello Sánchez. Así se demuestra que lo importante nunca fue el desarrollo de Zamora, la mejora del nivel de vida de los zamoranos, acabar con nuestra decadencia económica y detener la despoblación galopante de esta tierra, sino denostar al rival político, utilizar al pueblo para lanzarse a la yugular del PSOE, aprovechar los errores del enemigo para sacar partido y arrancar votos a los votantes más cándidos.Ahora, al PP le parece insuficiente esa cantidad que aportará el ejecutivo en los PGE 2021 a Monte la Reina. En fin.
Fernández Mañueco, el presidente de la Junta, sí ha estado a la altura, porque ha tuiteado que la institución que dirige mantendrá los 15 millones de euros prometidos para este proyecto de Monte la Reina. También espera el político popular que el presidente Sánchez encuentre un hueco en su agenda para hablar, entre otras cuestiones, de este proyecto.
Voy finalizando. No ha habido periodista más crítico con Pedro Sánchez y Antidio Fagúndez, como hombre de mayor confianza del presidente. Censuré su olvido sobre Monte la Reina y la N-122. Nunca fui un pelota, no me gustó bailar el agua, ni dar coba a las personas que tuve como director, ni en el engullido El Correo de Zamora, ni en TVE, ni la Prensa, ni La Voz de Zamora, del que fui director y me echó el capitalista porque me negué a ser la voz de su amo. Y ahora, no me voy a censurar a mí mismo. Yo me lo guiso, yo me lo como.
Corolario: si Sánchez y Fagúndez cumplieron con su palabra, dejaré las críticas para dedicarles mis elogios. El PSOE que, cuando el felipismo retiró inversiones de nuestra tierra, ahora, casi cuatro décadas después, nos devuelve lo que nos quitó. El ejecutivo de Sánchez, de momento, ha sido el que más tuvo en cuenta las necesidades de nuestra humilde y sencilla Zamora.
Hoy, 10 de octubre, se abre un nuevo capítulo en la historia de nuestra tierra, el amanecer de Zamora y su provincia. Escribí que esta ciudad y su provincia necesitaban, más que nunca, de las inversiones del Estado para detener despoblación y decadencia económica. Sánchez ha escuchado a Fagúndez.
Eugenio-Jesús de Ávila
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