Turistas recibidos con la puerta en las narices

Los de aquí se van, los de fuera vienen cuando las previsiones meteorológicas apuntan a que hará buen tiempo, durante esos días que muchos se pueden tomar de descanso. Este puente del Pilar,   fue uno de los que la ciudad recibió más visitantes  de todo el año, para beneficio de todo el comercio, como del sector hostelero.  Aquí está claro que no tenemos mar, luego lo que viene a conocer es arte e historia tangible, y de paso se le puede añadir, muchas otras cosas, para que la visita sea satisfactoria.

            Cuatro días, de esparcimiento, en el que al menos uno poder dedicar a conocer la perla del Duero, no toda. Mala suerte para el que escogiera el lunes para su visita, porque el castillo cierra ese día. Con lo que llegando a los jardines, se encontraron con la puerta cerrada. Claro que, al lado un pequeño cartel aun en pie, advertía del horario, pero en previsión de que podía ser un día de especial afluencia de personas interesado en conocer la fortaleza, se podía haber abierto. No cabe duda de que todo el mundo tenga derecho a descansar, pero se necesita tan solo una persona para abrir y cerrar. Pudiendo cambiar ese día en el que no se reciben visitas por otro de la semana, dadas las circunstancias, o bien  otra alternativa.

            Para los zamoranos esta situación, como otras tantas no sorprende a nadie, pero para quien ha recorrido un montón de kilómetros y se va sin ver nuestro castillo, es normal que se sientan indignados. Ya no tiene solución, más que el recurso del pataleo y esperar que en otras ocasiones estos hechos no se repitan. Así es de esperar, quizá no, que vuelva a darse la circunstancia de que nuestros turistas tengan unos días para venirse a Zamora y puedan disfrutar, ya hablaremos, de aun con un pésimo mantenimiento, de cómo está el castillo.

Manuel Herrero Alonso