SANIDAD
Nuestro décimo día en defensa de la sanidad pública
Vecinos de Pozoantiguo salen de nuevo frente al Consultorio insistiendo en su 10º día en defensa de la sanidad pública, digna, gratuita porque seguimos en precariedad.
La manifestación en Defensa de la Sanidad Pública celebrada ayer en Zamora nos recuerda que somos unos poquitos aquí y allá, pero sumándonos tenemos más fuerza para demandar justamente los derechos que como ciudadanos nos corresponden.
Una de las máximas coreadas allí fue: “Señora Casado, usted es el pasado.” Y no queremos el pasado.
En los albores del siglo XXI, con el gran desarrollo material, tecnológico, de conocimientos y de riquezas materiales que esta civilización ha alcanzado, es hora de que exista una justicia social, haya un reparto equitativo, es decir que nadie carezca de lo prioritario. Si esto no es así, entonces esta civilización basada en la riqueza material, el individualismo y la codicia se autoextinguirá y muy pronto. El mercantilismo que todo lo quiere comprar, vender y ganar…nos está llevando a la ruina.
Conviene recordar el inspirador artículo 25 de la Declaración de los Derechos Humanos: “Todos tienen el derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar propio y de su familia, y que incluye comida, vestimenta, vivienda y servicios médicos y sociales necesarios, y el derecho a protección en caso de desempleo, enfermedad, incapacidad, viudez, vejez y otras faltas de sustento en circunstancias ajenas a nuestro control”.
Uno de nuestro derechos más básicos es la Sanidad. Este derecho está siendo demandado por miles de españoles en toda la geografía del país.¿Por qué será?. Porque se está usurpando con palabras ladinas ya que no resulta rentable cuidar de las personas más vulnerables y en general de las enfermedades de la población; de esta manera muchos ciudadanos quedan abandonados, sin atención sanitaria. Esta precariedad salpica al país entero que también se está degradando.
Sin lugar a dudas, la urgencia de ahora mismo es que necesitamos verdaderos servidores públicos con visión e inspiración que se impliquen por el bien común, que abran sus mentes a los problemas tan graves que tenemos, que escuchen a los profesionales, a los ciudadanos y les dejen un hueco para entre todos buscar soluciones.
E. Castro y G. Ortega (vecinos Pozoantiguo)
Vecinos de Pozoantiguo salen de nuevo frente al Consultorio insistiendo en su 10º día en defensa de la sanidad pública, digna, gratuita porque seguimos en precariedad.
La manifestación en Defensa de la Sanidad Pública celebrada ayer en Zamora nos recuerda que somos unos poquitos aquí y allá, pero sumándonos tenemos más fuerza para demandar justamente los derechos que como ciudadanos nos corresponden.
Una de las máximas coreadas allí fue: “Señora Casado, usted es el pasado.” Y no queremos el pasado.
En los albores del siglo XXI, con el gran desarrollo material, tecnológico, de conocimientos y de riquezas materiales que esta civilización ha alcanzado, es hora de que exista una justicia social, haya un reparto equitativo, es decir que nadie carezca de lo prioritario. Si esto no es así, entonces esta civilización basada en la riqueza material, el individualismo y la codicia se autoextinguirá y muy pronto. El mercantilismo que todo lo quiere comprar, vender y ganar…nos está llevando a la ruina.
Conviene recordar el inspirador artículo 25 de la Declaración de los Derechos Humanos: “Todos tienen el derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar propio y de su familia, y que incluye comida, vestimenta, vivienda y servicios médicos y sociales necesarios, y el derecho a protección en caso de desempleo, enfermedad, incapacidad, viudez, vejez y otras faltas de sustento en circunstancias ajenas a nuestro control”.
Uno de nuestro derechos más básicos es la Sanidad. Este derecho está siendo demandado por miles de españoles en toda la geografía del país.¿Por qué será?. Porque se está usurpando con palabras ladinas ya que no resulta rentable cuidar de las personas más vulnerables y en general de las enfermedades de la población; de esta manera muchos ciudadanos quedan abandonados, sin atención sanitaria. Esta precariedad salpica al país entero que también se está degradando.
Sin lugar a dudas, la urgencia de ahora mismo es que necesitamos verdaderos servidores públicos con visión e inspiración que se impliquen por el bien común, que abran sus mentes a los problemas tan graves que tenemos, que escuchen a los profesionales, a los ciudadanos y les dejen un hueco para entre todos buscar soluciones.
E. Castro y G. Ortega (vecinos Pozoantiguo)






















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