El "agujero", pegado a la fachada norte del Ayuntamiento, sigue a la intemperie

Un buen día, con excelente criterio, al actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento se le ocurrió derribar una inmueble pegado a la Casa de las Panaderas, para ampliar los servicios municipales que se ofrecen desde la casa de todos. Y, como era sabido, aparecieron restos de la muralla. Entonces intervino Patrimonio de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León.

Se realizaron excavaciones y se hallaron restos de lienzos del recinto amurallado, del mismo que atraviesa la Plaza Mayor, pegado a la iglesia de San Juan y descienden hacia la Puerta de la Feria. Tras el hallazgo, no hubo lugar para que el Ayuntamiento avanzase en el edificio que había presupuestado. Desde entonces, con el paso del tiempo, ese agujero recoge agua de lluvia, crece vegetación, se arrojan bolsas de plástico con basuras y toda clase de porquerías. Lo último de este entuerto ha consistido en derribar la valla metálica que ¿protegía? los restos de esa muralla.

Los vecinos de la zona, de la calle Ramón Álvarez, y el mismísimo Ayuntamiento queremos saber cuándo Patrimonio toma una decisión. Porque no se comprende que, en la plaza de San Gil, todo el magnífico perímetro de la iglesia que llevaba tal nombre, se cubrieran con losas, y estos restos de muralla se dejen a la intemperie, dando una imagen de nuestra ciudad cercana a lo patético. ¡Hasta cuándo vamos a aguantar una decisión de Patrimonio¡ Así nos va.