La gallina Caponata es comunista

Tengo que reconocer que las ocurrencias de mi vecina Marisol no dejan de sorprenderme. Y ésta vez ha sido de las mejores.

-¡La gallina Caponata es comunista!-, me espeta nada mas verme.

-Marisol, ¡qué cosas dices, cómo va a ser comunista la gallina Caponata!, ¿de dónde has sacado semejante disparate?-, le contesto yo.

-Que no es ningún disparate, ¡joder!, que lo dicen por ahí-.

-Bueno, ya estás con los tacos, Marisol, contente un poco-, le replica Concepción, ya sabéis, su amiga, la eficiente funcionaria que nunca dice palabrotas. –Además, yo también pienso que estás diciendo un disparate-, continua.

-Pues, ¡jolines!, jejejeje, no es ningún disparate-, suelta con mucha sorna Marisol, -porque eso es lo que ha dicho el senador conservador estadounidense Ted Cruz-

Nos hemos quedado ambos con cara de paisaje y  nos explica mi vecina que esa salida de tono del senador se debe a que no le parece bien la propaganda pro vacunación anticovid que está haciendo, para los niños,  ese personaje de Barrio Sésamo en la televisión estadounidense. Y no queda la cosa ahí, es que grupos de defensores de Donald Trump han hecho memes y retratos con la gallina Caponata llevando una camiseta con el retrato del Che Guevara y ridiculizando la propaganda pro vacunación de los niños.

Algunos están llegando al ridículo más espantoso. En primer lugar por el concepto en sí; negar a éstas alturas la necesidad y la eficacia de la vacuna es de no tener dos dedos de frente, pero llegar a criticar la labor de éste personaje de Barrio Sésamo es tener poca, poquita memoria, porque está haciendo, ésto mismo, desde 1972 y nunca  nadie ha criticado su trabajo sino todo lo contrario.  A mayor abundamiento, ha habido otros personajes y personas que se han dedicado a ésta tarea durante años y nunca han recibido la menor crítica. El mismo Elvis Presley o Mohamed Alí, o los robots R2D2 y C3PO, recomendaron, en su momento, la vacunación contra la rubeola, las paperas, etc., y ahora lo hacen para concienciar a la sociedad estadounidense de la necesidad de la vacunación contra el covid. 

-Es decir-, insiste Marisol, -que todos estos personajes, a la vista de una mente “preclara” como la que ha demostrado tener ese senador, son comunistas. Pues vamos apañados-.

Pero no solo en los Estados Unidos están pasando fenómenos como éste. Este concepto del negacionismo de la eficacia de la vacunación, desgraciadamente, está ocurriendo en todas partes. Aquí mismo, Santiago Abascal, defensor de España y de todos nosotros por extensión.

-Bueno, de todos nosotros, no sé-, dice mi vecina, -porque si supiera lo que pensamos no creo que nos defendiera de nada, todo lo contrario, nos metería a todos entre rejas por nuestras ideas “comunistas”. Claro, para Abascal, cualquiera que esté a la izquierda del PP es comunista. Pues no será porque no lo ha repetido veces-.

-Continúo, Marisol-, le digo. Y le recuerdo que Abascal se ha negado a contestar si está o no vacunado. Claro, si admite que lo está, es un “gallina” y perderá la consideración de los “machotes”, y si admite que no lo está, habrá entrado en el grupo de los “pollos sin cabeza” y perderá votos de los que aún le queda un poquito de raciocinio. Así que, no contesta y así no peca.

-Eso piensa él-, dice mi vecina, -se cree que somos idiotas-.

La cuestión es que hay mucha más gente que piensa que somos idiotas. Parece mentira que haya que explicar, no solo a la gente poco leída, y “escribida”, sino a gente con una formación académica que la eficacia que está teniendo la vacuna, ahora ya demostrada, es muy superior a las consecuencias de los “posibles fallos” que hayan podido tener; que no los ha habido. El índice d efectos secundarios, claramente negativos, de la vacuna, es mínimo, mínimo. Los datos diarios lo demuestran.

-Claro, esos datos diarios están falseados para que salgan bien, nos ocultan la verdad. Ese es uno de los argumentos de los negacionistas-, dice mi vecina.

-Pues, ante eso, como si fueran terraplanistas, no mucho que argumentar, nunca van a creer nada que no sea lo que ellos están dispuestos a creer. La tierra, evidentemente es plana, y los barcos desaparecidos es que se cayeron por el borde-, continúa Marisol.

-¿Y, que conclusión sacamos de esto Marisol?-, le pregunto a mi vecina para despedirme.

-Pues es evidente-, me responde, -la gallina Caponata es comunista-.

Y se fueron, tan frescas, las dos a tomarse un café al Ajo y Perejil porque estaban en su hora de descanso.

Kebedo.