Francisco García Martínez, haikus desde las cosas ordinarias que llevan a Dios

El poeta nos orienta desde la explicación de algunos pormenores que acabaron en este libro: “Empiezo por la escritura de los trece haikus referidos a la resurrección, como un intento de acercarme a esta realidad que no es descriptible, pero que forma parte fundamental de la confesión de fe”. Luego, ciertamente, "mi manera de mirar es la de un creyente, en el sentido de que las cosas ordinarias me hablan de Dios y, en las situaciones más comunes, lo busco como aquel que, estando más allá de nuestro dominio, se entrega a nosotros, haciendo existir todo y dándose en ello”. 

REVELACIÓN

Acuse de recibo

De lo que estaba ahí

Esperando a decírsenos.

“Esto -continúa, marcando un camino didáctico- es lo que pretendo mostrar, que la realidad no es solo su superficie dominable por nuestra razón descriptiva, sino que posee una hondura que solo puede alcanzarse con una mirada contemplativa”. 

"¿Por qué escribo en Haikus?: Realmente utilizo la estructura de tres versos cortos que tiene el haiku, aunque no su métrica, por eso digo “libres” en el título. Lo que me interesa es su carácter de contemplación de un instante o de la profundidad de un hecho con una sugerencia y no con una descripción. Esto hace que el lector pueda no detenerse en ellos, sino ir a la misma realidad que describen y que está siempre cerca, aunque escondida”.

AIRE

Serena envoltura,

brisa suave

donde reposa la inquietud.