El PSOE de Zamora tiene que pensar en grande

El PSOE de Antidio Fagúndez, además del reto demográfico y la despoblación, debería resolver problemas esenciales en este año y media que nos separa de los próximos comicios municipales, allá por el mes de las flores de 2023. El más grave consiste en encontrar el voto perdido en las elecciones de 2019, cuando el socialismo de la capital tocó fondo, con solo tres concejales, dos señoras y un caballero, después de haber cogobernado con IU, que obtuvo una mayoría absoluta increíble. Visto lo visto, de poco le sirvió a Fagúndez aquel mandato en la Casa de las Panaderas, más bien destrozó a su partido codirigir el Consistorio.

Ahora el PSOE, renovado y continuista, tras la celebración hoy del XIV Congreso, todo un oxímoron político, tendría que pescar en el mismo río que Guarido y sus huestes e intentar tirar la caña en el arroyo por el que baja Ciudadanos, formación que podría acabar como la Adeiza de Mateos, pese al esfuerzo de Cruz Lucas en su posición mezcla de palo y zanahoria, de propuestas constructivas y duras críticas al equipo de Gobierno, y la extraordinaria labor de Francisco J. Requejo en la Presidencia de la Diputación.

Se cree que el candidato socialista a la Alcaldía será David Gago, buena gente, enamorado de Zamora, coherente y persona apasionada  por el patrimonio monumental, por la historia de la ciudad.  El joven profesor es hombre muy trabajador, pero tendrá que asumir que los ex votantes del PSOE que eligieron otras opciones, más a la izquierda o al centro, volverán a votar sus sigla siempre que el Gobierno de la nación trate a Zamora con ternura, con mimo, de manera especial. Monte la Reina me parece inversión fuerte, que reportará beneficios electorales; la restauración de las murallas, también; la posibilidad de reconstruir las dos torres del viaducto medieval, por supuesto; pero se necesitarían aportaciones industriales en los terrenos de  Adif en la Estación del Ferrocarril y, no me olvido, más partidas para la transformación en autovía de la N-122 entre Zamora capital y la frontera lusa.  

Y ya de pedir, como hoy estuvo aquí Marlaska, no nos vendría nada mal que se construyera en  Zamora una prisión, fuente de dinero, de ingresos, que también cambiaría la economía de la capital de la provincia.

Por lo tanto, el PSOE de Zamora crecerá, volveré a ser lo que fue, si Pedro Sánchez y sus ministros atienden como se merece a nuestra tierra. Si se trata de un gobierno socialista, cercano a los más humildes, cumpliría con su ideología, tratando a los zamoranos como a parias de la tierra, porque, en verdad lo somos. De momento, no formamos parte de la famélica legión, pero si se siguen marchando los jóvenes, nuestra fuerza de trabajo, la esperanza en el futuro, aumenta la despoblación y la actividad económica se halla bajo mínimos, aquí se pasaran necesidades a no tardar. Queda año y medio para que el PSOE de Zamora demuestre a nuestra gente hay un porvenir extraordinario para los que nos quedemos a vivir en la tierra que nos vio nacer.

Por cierto, Antidio y su ejecutiva deberían captar militantes entre la juventud zamorana, gente que se implique, que luche por sacar a nuestra tierra de la miseria económica y el desierto demográfico. Esta mañana observe más gente mayor que juventud en el paraninfo del Colegio Universitario. Renovación y continuidad. 

Eugenio-Jesús de Ávila