CIENCIAS
Los restos del cocodrilo hallado en Corrales del Vino demuestran la presencia de la familia Planocraniidae en la península
Es el único fósil hallado hasta el momento de este género en la Península Ibérica
Los estudios del Departamento de Geología de la USAL y del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED demostrarían que los restos fósiles de este cocodrilo no serían los de una nueva especie, sino que, en estas tierras, habitaron planocraníidos hace unos 40 o 42 millones de años.

El fósil de cocodrilo "zamorano", que se encuentra en la colección de vertebrados fósiles de la 'Sala de las Tortugas' de la USAL, fue hallado en Corrales del Vino por Luis Alonso Andrés y su hijo Luis Alonso Santiago, que colaboran con los responsables de la colección de la Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca.
Ya cuando se descubrió, en el año 2009, se reconoció a este ejemplar como un cocodrilo muy especial, diferente a los otros tres conservados en la Sala de las Tortugas, al ser ictiófago, es decir, "especializado en comer peces", señaló Jiménez Fuentes. En esta época del Eoceno medio, en el entorno en que se movía, predominaban otros cocodrilos, ya descritos, los Iberosuchus ("cocodrilos ibéricos"), así como las tortugas y los peces.
Según el estudio de reinterpretación del ejemplar, publicado en la revista especializada Journal of Vertebrate Paleontology, por el que hoy es noticia nuestro cocodrilo, la presencia de esta especie desconocida en la península ha podido confirmarse con "la base en un cráneo incompleto", que se identifica como un planocránido, "hasta ahora no reconocido en el registro fósil ibérico", ya que hasta ahora solo había sido descrito "en China, Alemania y Estados Unidos", algo que muestra la importancia de este descubrimiento.
El análisis filogenético que se presenta en el artículo ha confirmado que planocraníidos, un linaje extinguido que se desarrolló en los ecosistemas del hemisferio norte después de la desaparición de los dinosaurios y antes de la divergencia de los dos grandes grupos de cocodrilos actuales, habitaron la península.

El fósil de cocodrilo "zamorano", que se encuentra en la colección de vertebrados fósiles de la 'Sala de las Tortugas' de la USAL, fue hallado en Corrales del Vino por Luis Alonso Andrés y su hijo Luis Alonso Santiago, que colaboran con los responsables de la colección de la Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca.
Ya cuando se descubrió, en el año 2009, se reconoció a este ejemplar como un cocodrilo muy especial, diferente a los otros tres conservados en la Sala de las Tortugas, al ser ictiófago, es decir, "especializado en comer peces", señaló Jiménez Fuentes. En esta época del Eoceno medio, en el entorno en que se movía, predominaban otros cocodrilos, ya descritos, los Iberosuchus ("cocodrilos ibéricos"), así como las tortugas y los peces.
Según el estudio de reinterpretación del ejemplar, publicado en la revista especializada Journal of Vertebrate Paleontology, por el que hoy es noticia nuestro cocodrilo, la presencia de esta especie desconocida en la península ha podido confirmarse con "la base en un cráneo incompleto", que se identifica como un planocránido, "hasta ahora no reconocido en el registro fósil ibérico", ya que hasta ahora solo había sido descrito "en China, Alemania y Estados Unidos", algo que muestra la importancia de este descubrimiento.
El análisis filogenético que se presenta en el artículo ha confirmado que planocraníidos, un linaje extinguido que se desarrolló en los ecosistemas del hemisferio norte después de la desaparición de los dinosaurios y antes de la divergencia de los dos grandes grupos de cocodrilos actuales, habitaron la península.
























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