Hoy lloré

Hoy lloré, y ayer, porque hay cosas que no logro entender. Porque a ojos de otros, no paro de equivocarme y de hablar demasiado, según este elemento, hasta agobiarlo y llevar su ánimo a la extenuación ¡Venga! Hablar es lo mío, qué le voy a hacer, eso y escribir. Es lo que mejor se me da. Pues para algunos es un estorbo ser así. Prefieren el "Oh!, ok, vale, Nos vemos, Chao", dedito hacia arriba de whatsapp o carita guiñando un ojo y poco más, vamos, un diccionario andante, no porque no posean vocabulario, no son gárrulos ni nada que se les parezca, no, no. Sino porque no lo quieren malgastar contigo. ¿Razones? Las desconozco, pero me las puedo imaginar, que la imaginación es libre y certera muchas veces.

    Si eso significa que pierdo su amistad, pues la pierdo, no hay otra solución posible. Primero, porque lo suyo no era amistad, no era nada. Cero. Pero lloré, porque cuando alguien que te importa te dice que hablas demasiado, que le agobias, no que delinques, ni matas, ni robas, sólo que tu "pecado" es el exceso de palabras, te llegas a preguntar en qué clase de mundo de mierda te han depositado para vivir.

    No estorbo, hablo, me explico y utilizo a mi antojo la riquísima y excelsa Lengua Castellana. Me expreso, sí, lo hago, a todas horas, escribiendo, hablando o cantando en la ducha, por la calle o donde me salga de los ovarios. Porque no soy una triste, soy la puta alegría en movimiento. Soy así. Y si no te gusta es que no me mereces ni como amigo. NO. Hacer sufrir a alguien por su condición y por su trastorno mental es de ser mala persona. Muy mala. Tengo Asperger. Lo mío son las palabras y la literalidad. Si no me explicas, no entiendo, todo lo cojo al pie de la letra. Y si no me das ni la más mínima oportunidad de explicarme, como a cualquier reo, pues ya, mátame por eso, hazlo. En ningún Juzgado habrá caso alguno. Nunca. Me has hecho volver al patio del colegio donde me pegaban y me rompían las gafas. Bien por tí. Me jodiste. Pero no pienso volver a ese mundo del que salí hace muchos años y ni tú ni nadie como tú, que te haces llamar persona pero maltratas a quien no lo merece y sólo te ha hecho bien, me hará volver.

   Tengo amigos, pero de los de verdad. No de plasticuero rancio y casposo de mierda, triste y aburrida hasta el paroxismo. Anda a tomar por el culo ya, triste, que eres una persona triste.

     Venga, Feliz año nuevo, o como decía mi profe de Biología de Primero de B.U.P. "Felisa me muero".

Nélida L. del Estal Sastre