El amor es esquivo con quienes lo buscan

Ahora, cuando mi cerebro me atosiga y conmueve, advirtiéndome que tengo más tiempo pretérito que futuro por conjugar, aún ignoro si mis amores se marcharon o yo me fui sin saber por qué ni adónde.

 Sentado en este presente seco, áspero y rugoso, cándido, creo que todavía alguien me espera en la esquina de la pasión,, y no deseo olvidar, para gozar con lo que perdí: sensibilidad, nirvanas, personas.

Y sé que ahora, cuando mi piel es un campo sembrado de tiempo y mi esqueleto una chatarra de huesos, podría amarte como un doctor en erotismo.

 Escribiría con mi voz poemas que rimarían con cada uno de los lóbulos de tus orejitas; acariciaría el valle que separa tus lácteos y desafiantes senos con mis pestañas de Peter Pan ateo.

¡Ay, si aún mis ojos te viesen con la misma claridad que el día que cerré mis párpados para besar tus labios! Amores no los tienen todos. Yo los dejé convertirse en éter para que gozasen con la atmósfera.

Eugenio-Jesús de Ávila Juárez