Lunes, 15 de Septiembre de 2025

Cristina Manías (Nós Terra Maire)
Domingo, 09 de Enero de 2022
IN MEMORIAM

La tragedia de Ribadelago no solo ocurrió aquella noche aciaga del 9 de enero, empezó mucho antes

Entierro de las primeras víctimas causadas por la rotura de la presa de Vega de Tera (Fotografías: Archivo Heptener)

 

Empezó el día que algún cerebro de los que estaban en el poder decidió que era buena idea poner un embalse encima de un pueblo.

 

Continuó durante las obras, en las que contrataron a pobres gentes, la mayoría de Ribadelago y pueblos cercanos, para realizar trabajos de gran riesgo, a los que pagaban una miseria, con condiciones de trabajo durísimas, a los que mantenían en sus puestos sin darles el conocimiento adecuado y sin medidas de seguridad.

 

Continuó cuando estos trabajadores que hacían tuneles empezaron a enfermar y los gerentes de la obra les hicieron exámenes médicos falseados y les dijeron que, milagrosamente, nadie en la obra había enfermado ni tenían ningún problema pulmonar (muchos murieron en los años siguientes por enfermedades pulmonares causadas por la obra).

 

Continuó cuando por reducir gastos no utilizaron los materiales adecuados y se construyó una estructura deficiente.

 

Continuó cuando se terminó la obra en dos años y los ingenieros no se atrevían a poner en marcha el embalse porque sabían que no era seguro, pero recibieron órdenes del Gobierno de que llenaran el embalse y probaran a ver si aguantaba.

 

Continuó cuando, tras ocurrir la tragedia, las ayudas que llegaron desde toda España no fueron para los supervivientes, sino que algunos malnacidos se las quedaron (solo llegó una mínima parte de las ayudas y donaciones).

 

 

Continuó cuando les construyeron unas casas de ladrillo sin cuadras y sin chimeneas, que no servían para ganaderos de una zona de España especialmente fría, de gente que se dedicaba al ganado y, por tanto, no les servían para nada.

 

Continuó cuando el Gobierno franquista que les había prometido las casas regaladas, les pasó la factura y tuvieron que pagarla, teniendo que arruinarse la mayoría.

 

Continuó tras el simulacro de juicio, en el que al final nadie era responsable de lo que había pasado y salieron de rositas tanto los ingenieros como los de arriba, que dieron las órdenes de llenar el pantano para probar si aguantaba, sin importarles la gente que podía perder la vida.

 

Continuó con las declaraciones de esos mandamases en el juicio, en el que llegaron a decirse cosas como: bueno, había que probar si la presa aguantaba, que la gente del pueblo eran gente bruta y sin conocimiento, que no se perdía nada.

 

Y continúa hoy día, cuando mucha gente (quiero pensar que por desconocimiento) cuenta que la culpa de que la presa se rompiera era de los trabajadores de la obra que, por ir más rápido, rellenaban la presa con material inadecuado, como si la elección y la responsabilidad les correspondiera a ellos.

 

Es una tragedia que no empezó ese día y que en el año 2022 todavía continúa, porque se mancha la memoria de aquellas pobres gentes, que sufrieron una tragedia en la que se perdieron muchas vidas y quedó destrozada también la vida de los supervivientes.

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