AVENTURA
“De Zamora a La Patagonia": Km: 600: Bernardo Laroude
Nuestro aventurero amigo Manuel ya ha salido de Buenos Aires, dejando a familiares y amigos a los que la “distancia” se había convertido en “tiempo sin verlos”. La mayor de las torturas para las dos partes de la familia... de los amigos.
El rumbo tomado desde la capital de Argentina, Buenos Aires, es Oeste, hasta llegar a Bernardo Laroude, ciudad ya de La Pampa de unos 1.500 habitantes. Los últimos reencuentros, besos y abrazos se encuentran en este trayecto.
Este domingo tendrá al Sur como horizonte y destino. La “relación con la Himalayan” ha fructificado de la mejor de las maneras: ella soporta el peso de los equipajes...y de Manuel. Él marca cordura al manillar. Sí “cordura”, por más que pudiera/debiera pensarse en “locura”. Todos los que lo esperaban... los que le conocen, a él y a su aventura, al desembarcar, en la aduana, en las gasolineras... le abren sus brazos...sus casas... Sus hijas, desde España, no sin temor, pero sí con el orgullo y satisfacción de que su padre esté completando la más importante de las historias: la personal, la historía de cada uno.
Los demás, desde aquí, poco más podemos hacer que compartir un poquito de ese orgullo...y otro poquito de envidia.
Salud en la carretera. La satisfacción te vendrá después.
Gonzalo Julián
Nuestro aventurero amigo Manuel ya ha salido de Buenos Aires, dejando a familiares y amigos a los que la “distancia” se había convertido en “tiempo sin verlos”. La mayor de las torturas para las dos partes de la familia... de los amigos.
El rumbo tomado desde la capital de Argentina, Buenos Aires, es Oeste, hasta llegar a Bernardo Laroude, ciudad ya de La Pampa de unos 1.500 habitantes. Los últimos reencuentros, besos y abrazos se encuentran en este trayecto.
Este domingo tendrá al Sur como horizonte y destino. La “relación con la Himalayan” ha fructificado de la mejor de las maneras: ella soporta el peso de los equipajes...y de Manuel. Él marca cordura al manillar. Sí “cordura”, por más que pudiera/debiera pensarse en “locura”. Todos los que lo esperaban... los que le conocen, a él y a su aventura, al desembarcar, en la aduana, en las gasolineras... le abren sus brazos...sus casas... Sus hijas, desde España, no sin temor, pero sí con el orgullo y satisfacción de que su padre esté completando la más importante de las historias: la personal, la historía de cada uno.
Los demás, desde aquí, poco más podemos hacer que compartir un poquito de ese orgullo...y otro poquito de envidia.
Salud en la carretera. La satisfacción te vendrá después.
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