PASIÓN POR ZAMORA
Zamora: la cenicienta de Castilla y León
Nos fiamos tan poco de los políticos como de ciertos medios de comunicación, que los españoles y los zamoranos votan ya en contra de... más que a favor de...
El 13 de febrero, cita con las urnas: elecciones autonómicas. En esta comunidad ahistórica, de la que nunca debimos formar parte, porque Zamora es Reino de León, sino Cantabria y La Rioja, que siempre fueron castellanas, mandó, menos un interregno socialista, que pasó sin gloria y con mucha pena, el PP, si bien gobernó con Aznar y con Mañueco en coalición con CDS y en estos dos últimos años con Ciudadanos.
Ya lo he escrito en numerosas ocasiones: este sistema que se llama democrático, pero que carece de la esencia de la democracia, le sentó muy mal a nuestra provincia. El felipismo, en un extraño afán liberal, que no fue tal, nos cerró la Prisión Provincial, líneas de ferrocarril, Universidad Laboral y, en silencio, desarrolló una reconversión agraria, pan de hoy, con las subvenciones, y hambre de mañana, que condujo al sector primario de nuestra Zamora a su casi extinción, al desierto demográfico.
La capital de la provincia lo acusó sobremanera. Después, el PP, cuando gobernó en Madrid, tampoco se acordó de nosotros. Desde la Junta, siempre popular, también se nos engañó con el dinero de Europa, que se quedó en el eje Valladolid-Palencia-Burgos. Aquí, llegaron las migajas.
Ahora, los zamoranos obraremos en consecuencia. Votemos, o abstengámonos, en libertad. Esta autonomía, en verdad, no es la nuestra. Zamora es solo la cenicienta.
E. J. de Ávila.
Nos fiamos tan poco de los políticos como de ciertos medios de comunicación, que los españoles y los zamoranos votan ya en contra de... más que a favor de...
El 13 de febrero, cita con las urnas: elecciones autonómicas. En esta comunidad ahistórica, de la que nunca debimos formar parte, porque Zamora es Reino de León, sino Cantabria y La Rioja, que siempre fueron castellanas, mandó, menos un interregno socialista, que pasó sin gloria y con mucha pena, el PP, si bien gobernó con Aznar y con Mañueco en coalición con CDS y en estos dos últimos años con Ciudadanos.
Ya lo he escrito en numerosas ocasiones: este sistema que se llama democrático, pero que carece de la esencia de la democracia, le sentó muy mal a nuestra provincia. El felipismo, en un extraño afán liberal, que no fue tal, nos cerró la Prisión Provincial, líneas de ferrocarril, Universidad Laboral y, en silencio, desarrolló una reconversión agraria, pan de hoy, con las subvenciones, y hambre de mañana, que condujo al sector primario de nuestra Zamora a su casi extinción, al desierto demográfico.
La capital de la provincia lo acusó sobremanera. Después, el PP, cuando gobernó en Madrid, tampoco se acordó de nosotros. Desde la Junta, siempre popular, también se nos engañó con el dinero de Europa, que se quedó en el eje Valladolid-Palencia-Burgos. Aquí, llegaron las migajas.
Ahora, los zamoranos obraremos en consecuencia. Votemos, o abstengámonos, en libertad. Esta autonomía, en verdad, no es la nuestra. Zamora es solo la cenicienta.
E. J. de Ávila.





























Dolfos | Jueves, 03 de Febrero de 2022 a las 19:03:45 horas
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