Sábado, 22 de Noviembre de 2025

Eugenio de Ávila
Viernes, 18 de Febrero de 2022
POLÍTICA

El PP, partido cainita y con querencia por la felonía

[Img #62466]Solo Aznar supo rodearse de personas más brillantes que él para gobernar. Los demás líderes o pseudolíderes nacionales del PP siempre eligieron a gente mediocre para que nos les hicieran sombra. Ese fenómenos también sucede en los medios de comunicación locales: cuanto más gris o vulgar es el director/a, más periodistas, huérfanos de sintaxis, de talento, de genio, entrarán en su redacción.

 

El PP de Zamora, si exceptúo la época de  Santos Borbujo, un caballero, una persona con ideas, sin esas ambiciones políticas que consiste en ocupar cargo y poner la mano, siempre los presidentes se sintieron más a gusto con aquellos que jamás le harían sombra. Y así les ha ido.

 

Ahora, Pablo Casado y su cuate, el lanzador de huesos de aceituna con la lengua, el tal Garcia Egea, don Teodoro, demostró que este partido, con querencia por el cainismo y la felonía, siente repugnancia por los compañeros que destacan, que caen bien, que arrastran, que enamoran. Envidiaban a Isabel Díez Ayuso, porque obtuvo resultados excepcionales en Madrid, sin apenas ayuda de Génova; porque ha tenido la valentía de dar la batalla moral a las izquierdas, porque no siente miedo ante los editoriales y titulares de los medios de comunicación progres, porque no se avergüenza de ser liberal, ni mucho menos, sino que se siente orgullosa y compara sus logros económicos y sociales con los de autonomías gobernadas por el PSOE y sus compas independentistas en Cataluña y País Vasco.

 

Y no es novedad la forma de obrar de los “fontaneros” de  Casado y Egea, a la búsqueda de cualquier mancha en el vestido político de su ¿compañera? Intentaron contratar detectives para que encontraran asuntos sucios de su hermano o de su ex marido. Todo valía para derrumbar al único mito que ha tenido la derecha española durante la democracia, a la persona más querida por el pueblo. Solo Felipe González se acercó al atractivo político de Ayuso, porque el resto no dejan de ser mediocres, vulgaridades con poder, con excelentes sueldos, superiores a los de sus respectivas profesiones y poco más.

 

Aquí, en Zamora, cuando J. Antolín Martin quiso cumplir con la ley en la adjudicación de obras públicas de la Diputación y destituyó a los que no merecían su confianza, le montaron una vergonzosa moción de censura, mientras buscaron posibles corruptelas del presidente en su relación con la Hacienda Pública. No encontraron nada. Pero lo echaron. Aquel PP no toleraba tanta claridad, verdad y honestidad en la forma de administrar una institución, acostumbrado al nepotismo. ¿Cómo cazaron a Rosa Valdeón, con la colaboración de un medio de comunicación, cuando solo tuvo un incidente con un camión del que tan si quiera se enteró? El que esto firma, hablón con el chofer del camión y me contó toda la verdad. Esta gente que está en la res pública para presumir, construir un buen patrimonio personal y colocar, si es menester, a amigos, amigas, sobrinas y primos.

 

Al PP, ni con Aznar ni con Rajoy, se le vota con ganas, con sentimiento, con el alma, sino que se eligen sus candidaturas porque no se es marxista, ni totalitario, ni te gustan las izquierdas, por experiencia y por herencia. Como tantos y tantos matrimonios que ya no se quieren, pero se soportan, porque les da miedo el divorcio o no les queda otra que aguantar hasta que la muerte les separa.

 

En Zamora, el PP sigue siendo el de siempre desde hace un par de décadas. Y si alguien destaca, a por él o ella. Sus dirigentes, salvo excepciones contadas, como Prada Saavedra, la propia Isabel Blanco, Leticia García o el “apartado” Castro y la olvidada Clara San Damián, actúan, fingen, pero carecen de un bagaje ideológico mínimo. No son del PSOE, porque el socialismo apenas ha disfrutado de poder en la provincia, y sin administrar instituciones no hay nepotismo que valga.

 

Paradoja que los populares que mandan en Víctor Gallego, con excepciones como Elvira Velasco y Miano, fueran todos rendidos admiradores de Mariano y Soraya y, por ende, enemigos de Casado y su gente. Sin embargo, ahora adoran a Casado y odian a Díaz Ayuso.

 

Si el PP no pierde el lastre que ahora representa Casado y el que todavía mantiene cierto poder, rajoyistas y sorayistas, tanto monta, monta tanto, y acaba con Díaz Ayuso y lo que representa, Vox acabará siendo el partido de la derecha española. Le bastará al partido de Abascal con moderarse en ciertos temas, pero manteniendo su batalla por la unidad de España. Incluso Ciudadanos, si Arrimadas demuestra la importancia de su partido para la gobernabilidad de España, renacerá. Pedro Sánchez, mientras, seguirá gobernando, a su manera, con el chantaje independentista y de  los neocomunistas, cada vez más a la deriva, como producto de una época de corrupción y vacío ideológico.

 

Queda claro que este PP no podrá ser nunca más, con estos dirigentes, el partido conservador español. ¡Pobres presidentes autonómicos populares, cómo para convocar elecciones Mañueco, si no puedo gobernar Castilla y León y  Moreno Bonilla! Y es que al PP no lo quiere ya ni la madre que lo parió.

Eugenio-Jesús de Ávila

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.10

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

El Día de Zamora

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.