FÚTBOL FEMENINO/LIGA GONALPI
Un ZCF femenino falto de ritmo no pasa del empate en su feudo 1-1
El Olímpico de León B, un equipo ramplón, se aprovechó de la falta de autoridad arbitral para llevar el partido a su terreno, que consistió en la dureza y las pérdidas de tiempo fuera del guion
Denunciábamos en la previa del partido lo rocambolesca y absurda que está siendo esta Liga GONALPI para el equipo zamorano en lo referente a las fechas de las jornadas, con paradas de hasta 40 días -con sus 40 noches- en la época navideña, más los parones que han venido después, aparte del que falta por llegar el próximo fin de semana.
Pues bien, el equipo de Nacho Merino lo evidenció hoy con un partido en el que se estrelló también consigo mismo, inoperante en el primer tiempo, en el que se salvaron Mercedes y Patri, ya que fueron las únicas que jugaban el balón con criterio y todo ante un equipo que tiraba de dureza cuando a alguna jugadora de las zamoranas se le ocurría hacer alguna cosa bien. Extrañamente, el colegiado no sacó ninguna tarjeta amarilla en este periodo.
En la reanudación, en los primeros compases, el equipo rojiblanco pareció salir a por el partido, pero fue un espejismo. Según discurría el tiempo, las contrarias se iban conformando -más, si cabe- con el empate y a la dureza, ahora añadían lesiones fingidas, hasta el punto de estar una jugadora tendida 4 minutos sobre el césped, en más de una ocasión, con la conformidad arbitral. Llegó más de un momento en el que las forasteras se tiraban sin que el balón estuviera por su zona, ya sin disimulo.

Pese a la dureza descrita, sería Patri la primera amonestada del partido en el minuto 54, con tarjeta amarilla, que bien pudo haber sido roja. Mercedes, en el 89 también veía la amarilla y, en el mismo minuto, por fin, veía tarjeta una jugadora del Olímpico, Elena Álvarez, la única para su equipo, que se había empleado con dureza. En el mismo apartado, las rojiblancas reclamaron 3 penas máximas -una de ella, de libro- que el trencilla no sancionó.
Los cambios hechos por Merino no dieron sus frutos. María mejoraba de su floja primera parte y se multiplicaba para llevar las riendas de su equipo y crear alguna oportunidad, pero serían las visitantes, en minuto 87, las que dieron primero por mediación de Mirian Barrio, al concluir un contraataque colgando el balón ante la salida de Sara. Pese al tiempo que estuvo el partido parado, como ya dijimos, serían solo 7 minutos los de extensión y en uno de ellos, María se plantaba sola delante de la portera contraria y, tras regatearla, mandaba al balón a la red, ya sin tiempo para más.
A las rojiblancas solo les queda esperar -ya no dependen de ellas, como hasta la fecha- al resultado del partido que se jugará mañana entre el Santa Marta salmantino y el Parquesol que, en caso de ganar las vallisoletanas, se pondrían las primeras con un punto más.
Denunciábamos en la previa del partido lo rocambolesca y absurda que está siendo esta Liga GONALPI para el equipo zamorano en lo referente a las fechas de las jornadas, con paradas de hasta 40 días -con sus 40 noches- en la época navideña, más los parones que han venido después, aparte del que falta por llegar el próximo fin de semana.
Pues bien, el equipo de Nacho Merino lo evidenció hoy con un partido en el que se estrelló también consigo mismo, inoperante en el primer tiempo, en el que se salvaron Mercedes y Patri, ya que fueron las únicas que jugaban el balón con criterio y todo ante un equipo que tiraba de dureza cuando a alguna jugadora de las zamoranas se le ocurría hacer alguna cosa bien. Extrañamente, el colegiado no sacó ninguna tarjeta amarilla en este periodo.
En la reanudación, en los primeros compases, el equipo rojiblanco pareció salir a por el partido, pero fue un espejismo. Según discurría el tiempo, las contrarias se iban conformando -más, si cabe- con el empate y a la dureza, ahora añadían lesiones fingidas, hasta el punto de estar una jugadora tendida 4 minutos sobre el césped, en más de una ocasión, con la conformidad arbitral. Llegó más de un momento en el que las forasteras se tiraban sin que el balón estuviera por su zona, ya sin disimulo.

Pese a la dureza descrita, sería Patri la primera amonestada del partido en el minuto 54, con tarjeta amarilla, que bien pudo haber sido roja. Mercedes, en el 89 también veía la amarilla y, en el mismo minuto, por fin, veía tarjeta una jugadora del Olímpico, Elena Álvarez, la única para su equipo, que se había empleado con dureza. En el mismo apartado, las rojiblancas reclamaron 3 penas máximas -una de ella, de libro- que el trencilla no sancionó.
Los cambios hechos por Merino no dieron sus frutos. María mejoraba de su floja primera parte y se multiplicaba para llevar las riendas de su equipo y crear alguna oportunidad, pero serían las visitantes, en minuto 87, las que dieron primero por mediación de Mirian Barrio, al concluir un contraataque colgando el balón ante la salida de Sara. Pese al tiempo que estuvo el partido parado, como ya dijimos, serían solo 7 minutos los de extensión y en uno de ellos, María se plantaba sola delante de la portera contraria y, tras regatearla, mandaba al balón a la red, ya sin tiempo para más.
A las rojiblancas solo les queda esperar -ya no dependen de ellas, como hasta la fecha- al resultado del partido que se jugará mañana entre el Santa Marta salmantino y el Parquesol que, en caso de ganar las vallisoletanas, se pondrían las primeras con un punto más.



























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