EL BECARIO TARDÍO
Contra corriente
Ir contra corriente depende del caudal de esa fuerza contra la que quieres ir, igual que depende de la capacidad como nadador que tengas y es que no deja de ser una metáfora que es ir contra los gustos establecidos y que te etiqueten como raro. Contaba Piti, el amigo y artesano de Balborraz, que se nos fue hacia la luz el pasado 13 de noviembre, que su madre le insistía constantemente:
-Pero, hijo, mira que eres raro- y, como se lo repitió varias veces, finalmente, Piti quiso saber el motivo de esa rareza que su madre le atribuía una y otra vez:
-A ver, madre, ¿por qué dices que soy tan raro?
-¡Ay, hijo! -me dijo Piti que le había contestado-. Pues porque nunca te he visto pasear por la calle Santa Clara, como todo el mundo.
Bueno, pues ahí tienen un ejemplo de que vayas contra corriente y te adjetive de raro tu propia madre. Yo me siento raro cuando digo que no me hace reír el futbolista del Betis Joaquín, una de las últimas sensaciones del humor, pero me recuerda alguien que me río con Arguiñano, pero me río de lo malos que son sus chistes y la gracia está en él y, al confesar esto, la gente me verá más raro aún.
Sinceramente, pienso que Joaquín es un gran futbolista, pero no puedo decir si Arguiñano es buen o mal cocinero, porque nunca probé nada cocinado por él.
Aún así, hablando con tanta lógica, el raro sigo siendo yo. Un día dije -ahora pienso que para qué lo haríaque no enten día cómo podía gustar el programa televisivo Master Chef y cómo la gente podía ir para tal o cual concursante si no podían probar lo que cocinaba.
Bueno, pues otra vez, raro es lo más bonito que me dijeron y dejaré para otro día lo que me llamaron cuando insistí con el mismo programa, que para mí sería más bonito y lógico castellanizarlo, llamándolo Maestro de la cocina, otra vez contra corriente.
Esteban Pedrosa
Ir contra corriente depende del caudal de esa fuerza contra la que quieres ir, igual que depende de la capacidad como nadador que tengas y es que no deja de ser una metáfora que es ir contra los gustos establecidos y que te etiqueten como raro. Contaba Piti, el amigo y artesano de Balborraz, que se nos fue hacia la luz el pasado 13 de noviembre, que su madre le insistía constantemente:
-Pero, hijo, mira que eres raro- y, como se lo repitió varias veces, finalmente, Piti quiso saber el motivo de esa rareza que su madre le atribuía una y otra vez:
-A ver, madre, ¿por qué dices que soy tan raro?
-¡Ay, hijo! -me dijo Piti que le había contestado-. Pues porque nunca te he visto pasear por la calle Santa Clara, como todo el mundo.
Bueno, pues ahí tienen un ejemplo de que vayas contra corriente y te adjetive de raro tu propia madre. Yo me siento raro cuando digo que no me hace reír el futbolista del Betis Joaquín, una de las últimas sensaciones del humor, pero me recuerda alguien que me río con Arguiñano, pero me río de lo malos que son sus chistes y la gracia está en él y, al confesar esto, la gente me verá más raro aún.
Sinceramente, pienso que Joaquín es un gran futbolista, pero no puedo decir si Arguiñano es buen o mal cocinero, porque nunca probé nada cocinado por él.
Aún así, hablando con tanta lógica, el raro sigo siendo yo. Un día dije -ahora pienso que para qué lo haríaque no enten día cómo podía gustar el programa televisivo Master Chef y cómo la gente podía ir para tal o cual concursante si no podían probar lo que cocinaba.
Bueno, pues otra vez, raro es lo más bonito que me dijeron y dejaré para otro día lo que me llamaron cuando insistí con el mismo programa, que para mí sería más bonito y lógico castellanizarlo, llamándolo Maestro de la cocina, otra vez contra corriente.
Esteban Pedrosa





























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