DENUNCIAS DE LOS LECTORES
Queja por la desconsideración a un enfermo en el Santa Elena
![[Img #62960]](https://eldiadezamora.es/upload/images/03_2022/1699_salud.jpg)
Les voy a contar un sucedido del que fui, por desgracia propia y vergüenza ajenas, hace unos días. Inicio el relato: Me levanté enfermo. Me tomé la fiebre y el termómetro se paró en los 38,5º C. Por lo tanto, llamé a Atención Primaria. Me dieron un día muy alejado en el tiempo, tanto que, si esperaba hasta esa lejana fecha, o se me habría pasado el mal o me hubiesen enterrado.
Decidí, pues, acudir por la Urgencias del Centro de Salud Santa Elena, porque mi estado físico había empeorado sensiblemente. Llegue al espacio sanitario, donde me pidieron la tarjeta y, seguidamente, me realizan un test de antígenos, por si acaso hubiese tenido Covid. Como se comprueba, solo importa el coronavirus. Me indican que espere. Por delante de mí, había otras personas enfermas, que llevaban mucho tiempo aguardando a ser recibidas.
Al cabo de una hora de reloj, cronometrado, sin que nadie hubiera accedido a la consulta, me llaman para decirme que la prueba ha dado negativa. Pero yo sigo con mucha fiebre y sin recibir atención de un médico.
Lo vergonzoso es que no hay paciente alguno en las salas, mientras, allí, un sanitario, delante de todos los enfermos, se va a tomar un café; otros, a merendar, y el resto, charlando sobre sus planes de fin de semana.
Al final, no nos atendieron y remitieron a cada uno de los pacientes a nuestros respectivo médicos de cabecera.
El problema de la Sanidad en Castilla y León no radica solo en el medio rural, donde sus habitantes padecen un desatención absoluta, porque en la capital de la provincia, como acabo de contar, acontecen casos tan lamentables como este del que he sido protagonista.
Este triste hecho me obliga a preguntar a quién corresponda: ¿Pero qué es esto, en qué manos estamos y hasta cuándo vamos a estar así?
Un paciente con mucha paciencia
Les voy a contar un sucedido del que fui, por desgracia propia y vergüenza ajenas, hace unos días. Inicio el relato: Me levanté enfermo. Me tomé la fiebre y el termómetro se paró en los 38,5º C. Por lo tanto, llamé a Atención Primaria. Me dieron un día muy alejado en el tiempo, tanto que, si esperaba hasta esa lejana fecha, o se me habría pasado el mal o me hubiesen enterrado.
Decidí, pues, acudir por la Urgencias del Centro de Salud Santa Elena, porque mi estado físico había empeorado sensiblemente. Llegue al espacio sanitario, donde me pidieron la tarjeta y, seguidamente, me realizan un test de antígenos, por si acaso hubiese tenido Covid. Como se comprueba, solo importa el coronavirus. Me indican que espere. Por delante de mí, había otras personas enfermas, que llevaban mucho tiempo aguardando a ser recibidas.
Al cabo de una hora de reloj, cronometrado, sin que nadie hubiera accedido a la consulta, me llaman para decirme que la prueba ha dado negativa. Pero yo sigo con mucha fiebre y sin recibir atención de un médico.
Lo vergonzoso es que no hay paciente alguno en las salas, mientras, allí, un sanitario, delante de todos los enfermos, se va a tomar un café; otros, a merendar, y el resto, charlando sobre sus planes de fin de semana.
Al final, no nos atendieron y remitieron a cada uno de los pacientes a nuestros respectivo médicos de cabecera.
El problema de la Sanidad en Castilla y León no radica solo en el medio rural, donde sus habitantes padecen un desatención absoluta, porque en la capital de la provincia, como acabo de contar, acontecen casos tan lamentables como este del que he sido protagonista.
Este triste hecho me obliga a preguntar a quién corresponda: ¿Pero qué es esto, en qué manos estamos y hasta cuándo vamos a estar así?
Un paciente con mucha paciencia
Zamorita | Miércoles, 02 de Marzo de 2022 a las 22:16:24 horas
Igual habria que plantearse si el sistema publico y sus funcionarios no merecen una revision, puesto que parece que con sacarse una oposicion uno ya esta capacitado para ejercer toda su vida. Quiza el hecho de sentirse intocables haga que algunos no empatizen lo mas minimo con el ciudadano, hay ejemplos en todos los ambitos, desde policias enfermeros celadores seguridad social hacienda etc. Basta con ir a renovarte el DNI y pensar en si el de la puerta tuviese que ir detras de un ladron ibamos apañados. Yo voto por test fisicos, psicologicos, de aptitudes o de conocimiento en el caso que corresponda cada varios años, igual que el carnet de conducir.
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