Domingo, 14 de Diciembre de 2025

Eugenio de Ávila
Martes, 08 de Marzo de 2022
ME QUEDA LA PALABRA

La mujer hace al hombre más inteligente

Ningún hombre debe tener más derechos que la mujer, ni ninguna fémina más prebendas que el varón

[Img #63197]No soy feminista. Amo lo femenino.  No hay contradicción en el aserto. Reflexión. Toda mujer  obliga a mi cerebro a trabajar con intensidad. para alcanzar su altura intelectual. El contacto con el mundo femenino libre hace al hombre más inteligente. Empírico.

 

No soy machista. Soy hombre. Si Dios existiese que, visto lo visto, me parece imposible, otro invento semita, sería un ser femenino. Se me ocurrió el aserto momentos antes de iniciarse una rueda de prensa en el Ayuntamiento de  Zamora, cuando lo presidía la bella e inteligente mujer Rosa Valdeón, al observar que yo era el único varón y estaba rodeado de mujeres periodistas. Las compañeras sonrieron. Ahora bien, me temo que me ignoraban por dónde iba mi ironía. Recuerdo que la primera alcaldesa de nuestra ciudad representaba al PP, no a otros partidos de las izquierdas. No obstante, su partido acabó por decapitarla, como lo ha intentado con Isabel Díez Ayuso.

 

A mi edad, cuando se ha vivido mucho y con pasión, el escepticismo se convierte en mi ideología preferida. No obstante, de seguir la actual deriva de la Humanidad, pasaré a militar en la misantropía.

 

No creo en el feminismo de Irene Montero, de  Belarra, de Isa Serra, porque más que amar, odian a todo ser humano que no es mujer por nacer hombre y toda fémina que sea del PP, Vox y Ciudadanos. Ni creo en el feminismo de las mujeres izquierdistas de la II República como Victoria Kent y Margarita Nelken -«Poner un voto en manos de la mujer es hoy, en España, realizar uno de los mayores anhelos del elemento reaccionario»-, que persiguieron las ideas y a la persona de  Clara Campoamor,  porque defendía los derechos políticos y sociales de la mujer y debió de exiliarse por temor a ser asesinada por los milicianos rojos.  El lector y lectora  izquierdistas que duden de mis palabras pueden adquirir su libro “La Revolución Española vista por una republicana”. "Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo, soy liberal." Y otra reflexión más de mi feminista favorita junto a Emilia Pardo Bazán, para esclarecer la verdad sobre aquella España: «La división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas para estimular al pueblo no se corresponde con la verdad»

 

Eso sucedió hace 90 años. Ahora, un servidor, como varón, soy sospechoso de maltratar a mi pareja, mujer, amante. Cualquier niño que nazca en este 2022 vendrá a la vida como persona susceptible de hacer daño, físico o psíquico a cualquier mujer con la que se relaciona. No tendrá tampoco los mismos derechos que la mujer, porque el feminismo que ordena y manda, el feminismo del poder ha dividido el movimiento femenino. Ahora las Montero y sus colegas definen, ex cátedra, quién es feminista y quien machista.

 

Cuando se odia, se deja de ser libre; cuando se divide la sociedad en gentes buenas, solo las mujeres y hombres izquierdistas, y malas, las que votan o defienden ideas liberales, no se es femenista, sino sectaria. 

 

Hay que defender siempre a toda mujer y hombre, sin distinción de sexos, que son explotados en sus trabajos, que padecen desempleo, que son humillados por unas y otras debido a su físico, raza e ideología.  Hay que apostar por el talento, la inteligencia, por los méritos de hombres y de mujeres. Nadie es más que nadie por ser varón o hembra… ni menos. Que no se discrimine a hombres y mujeres por su sexo.

 

No celebró el Día Internacional de la Mujer, porque todos los 365 días del año festejo que en mi vida lo femenino ocupe la jerarquía en mi cerebro, en mi filosofía de la vida y en mi camino hacia el no ser. Amo a la mujer desde dentro. Admiro a la mujer porque crea vida con dolor, porque sin ella no existiría la poesía, la belleza, la vida. Y siento un orgullo varonil por haber traído a la vida a dos mujeres y que una de ellas me diera una nieta. Y todas ellas, más capaces e inteligentes que un servidor.

 

 Estoy, como no podría ser de otra forma, siempre que no se trata de un descerebrado, en contra de toda violencia, contra la mujer y el débil, contra el hombre y el niño, contra el padre y la madre, contra los animales, machos o hembras.

 

El feminismo no debería ser una ideología, un ismo que busca el enfrentamiento entre hombres y mujeres, la fractura social, el odio entre unas y otros

 

Paradoja del feminismo: De hecho, las izquierdas han gobernado España muchas más legislaturas y años que el centro y la derecha. Y si todavía el podemismo y el socialismo siguen denunciando la desigualdad de derechos entre hombres y mujeres, si las féminas perciben salarios más bajos que los varones por el mismo trabajo, si con ejecutivos de izquierdas no se ha conseguido que el número víctimas femeninas de la violencia haya descendido, es más, haya aumentado; cómo se puede afirmar que el feminismo es de izquierdas; cómo estas podemitas se erigen en paladines de las mujeres, obviando a las feministas que libraron batallas durísimas para que la mujer ocupase el puesto que merece en nuestra sociedad como madre, como trabajadora, como ser humano con los mismos derechos y deberes que los varones. ¡Qué clase de izquierdas son estas que todavía, que en casi medio siglo de democracia ha permitido que todavía la desigualdad laboral persista entre hombres y mujeres! ¡Qué tipo de sindicatos de clase representan a los trabajadores que todavía desconocen lo que es tener una secretaria general! ¡Qué pensar del PSOE, Podemos e IU que jamás llevaron a la Presidencia del Gobierno a una dama!

 

El hombre no es nadie sin la mujer. Y las feministas tampoco alcanzarían el paraíso social sin el hombre. Cuando mujeres incompetentes, como Belarra y Montero, ejercen como ministras, quiere decir que son ya realmente iguales a los hombres.

 

Y no se olviden datos tan demoledores como  que el 62% de los homicidios son de hombres a manos de hombres; el 28% son mujeres asesinadas por hombres; el 7% son hombres muertos a manos de mujeres, y apenas el 3% de los casos son de mujeres que acaban con la vida de otras mujeres.

 

Y que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que cuenta con sus mayores enemigos en el Gobierno en las feministas Montero y Belarre,  presente una ley al Parlamento para que ni una sola empresa privada en España pague menor salario por idéntico trabajo a una fémina que a un varón. Quedan año y medio de legislatura. Creeré en las feministas del Gobierno de Sánchez si antes de las próximas elecciones se aprueba una ley al respecto. De no ser así, Belarra y Montero irán de farol, márketing político, falacia, mentira.

 

Y que ningún hombre olvide que su madre fue mujer.

Eugenio-Jesús de Ávila

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