España: una nación de gente satisfecha

Cabe preguntarse en este primer domingo de la primavera de 2022: ¿Quién está satisfecho con la gobernanza de Pedro Sánchez? Repaso: Bildu, agrupación de etarras; ERC, partido golpista, desde 1926, pasando por 1934, contra el legítimo gobierno de la II República, y el 1 de octubre de 2017; PNV, formación inventada por un racista enfermo, Sabino Arana, que copió la ikurriña de la bandera británica, que odiaba a todo lo español, más que Hitler a los judíos; Juntos por Cataluña, herederos de Pujol, quizá el político más ladrón de Europa, también golpistas, con un cobarde, Puigdemont, huido para vivir en Waterloo como si fuera un héroe, a costa del erario público, y el resto de formaciones independentistas, antiespañolas, pues.

¿Unidas Podemos se siente feliz con Sánchez? Me temo que las chicas, chicos y chiques de esta formación ya conocen cómo se las gasta el inquilino de la Moncloa, el guapo Pedro. La última la carta envidada ayer al rey feudal de Marruecos significa la traición al pueblo saharaui y al partido neocomunista. Pero no van a romper un ejecutivo que les regala unas nóminas que jamás cobraron en su vida debido a  su falta de formación.

¿Las asociaciones amigas de los saharauis qué pensarán de Pedro Sánchez?  ¿Los  niños que viven en el desierto argelino volverán a España, una nación que preside un señor que ha roto una tradición de su partido y de la izquierda española desde que el Sahara dejó de ser provincia?

¿Quiénes están en contra de Pedro Sánchez? Pues los agricultores y los ganaderos, es decir, todo el sector primario. A Marx ni a los marxistas, como demostraron los bolcheviques con las dos hambrunas brutales desatadas por Lenin y por Stalin, les gustaban las gentes del campo, porque eran pequeñoburgueses. Para estos dos genocidas solo existía el proletariado, pero como al químico los ensayos en el laboratorio.

El campo español se muere, con una estocada hasta la bola, después de varios puyazos, porque lo llevan toreando desde que entramos en Europa, con el pan de hoy el hambre de mañana. En el continente mandan los agricultores y ganaderos galos. En España, si exceptuamos Mercadona, los grandes hipermercados son europeos. Comemos lo que quieren en Alemania y Francia. Y, por lo que respecta a nuestra provincia, la gran azucarera de nuestra región la dirige una multinacional British Sugar. El sector primario de Zamora, aguerrido, rebelde y moderno, se ha visto reducido a su mínima expresión.  Aquí, en una década, se han cerrado más de 4.000 explotaciones de vacas de leche. La capital de la provincia lo ha notado. Cientos de comercios y pequeños negocios, perdidos. La manifestación de hoy, domingo, primero de esta primavera, en Madrid, pasará a la historia de España. No va más.

¿Están satisfechos los transportistas? Ahí están las pruebas. No conozco un descontento tan descomunal con un ejecutivo. Pero habrá que tener en cuenta que los camioneros, como también los agricultores y ganaderos son de ultraderecha, casi fascistas.

¿Los autónomos sonríen ante las nuevas cuotas a pagar al Estado? Me temo que todo lo contrario, lloran lágrimas secas. Fritos a impuestos, cada día más, y sin apenas derechos. Ni se les ocurra caer enfermos.

¿Degustan sus merluzas los pescadores españoles, los de Galicia, País Vasco, Andalucía, Valencia? Flotas amarradas. No ganan para pagar el combustible de sus barcos.  ¿Y los pequeños empresarios de pescaderías, con sus tiendas cerradas, quién les resarcirá de  las pérdidas?

Quizá los pensionistas celebran la subida de las pensiones en dos puntos, aunque la inflación llegue, de momento, a ocho. Perfecto. Jugada maestra. Te doy por un sitio, pero te lo quito por otro. A los funcionarios les habrá sucedido algo parecido.

Ahora bien la subida de la inflación, de los precios, de los combustibles, de todo se debe a Putin y a la ultraderecha, y quizá también a Franco. Pero el que más gana con este desmadre es el Gobierno. Cuánto más suban  las gasolinas y la luz, más ingresa el Estado, que lo necesita para inyectarle 21.000 millones de euros a la ministra Montero y “comprar” el silencio de sindicatos y prensa.

Eso sí, los que festejan a Pedro Sánchez son sindicatos sin clase, desclasados –solo representan al 10% de los trabajadores- que han recibido una pasta de 17 millones de euros para sus gastos. No tienen nada que decir en contra del ejecutivo sanchista. El día 23 de marzo se manifestarán contra Europa. ¡Qué podemos pensar del secretario general de la UGT, un asturiano independentista, partidario de la inmersión lingüística! Traduzco: el representante de los trabajadores apoya a los empresarios catalanes que explotan a sus afiliados.

¡Qué pensará Nicolás Redondo de la deriva de su sindicato hacia el aburguesamiento! Y el inolvidable Marcelino Camacho, cárcel y juicios por defender a los obreros con callo en las manos y en el alma.

Y, cómo olvidarme de otras empresas satisfechas con el Gobierno, las de los medios de comunicación, bien regadas con dinero público, que sí es nuestro, no como afirmaba la ínclita ex vicepresidenta Carmen Calvo, que no era de nadie. Pues ese dinero suyo, mío, de aquel, de fulano y mengana sirve para silenciar todo crítica a las decisiones gubernamentales.

Soluciones: Ni un euro para sindicatos, ni patronal, ni partidos. Ni pensiones máximas para diputados y senadores. Ni para la “canallesca”. Y, por supuesto,  que se congelen los salarios de los políticos y ni una sola prebenda más. Ni tantos coches oficiales, que la “gasofa” está muy cara. Con ese ahorro y la bajada de impuestos, los españoles vivirían mejor.

Pero estos son pensamientos fachas, de ultraderecha, en una nación en la que hay una mayoría reaccionaria, frente a los admiradores de Lenin, Stalin, Largo Caballero, Chávez, Castro, la monarquía comunista de Corea del Norte, la dictadura brutal de Nicaragua.

Mundo de hipócritas. Naciones vendidas. Democracias moribundas. Anacronismos ideológicos. Fascistas de izquierdas, lo que fueron siempre, y comunistas conservadores y reaccionarios. Estados Unidos negociando con el dictador Maduro,  líder esperpéntico que ha arruinado con el chavismo a la nación más rica de Sudamérica, tan contento con las banderitas americanas. Y la China, otra dictadura atroz, que viene cometiendo su enésimo  genocidio, antes con los tibetanos,  ahora con la etnia de los uigures, dos millones de musulmanes sometidos a trabajos forzados, abusos sexuales y adoctrinamiento. Pero Europa sigue vendiendo automóviles y bienes de producción a los comunistas chinos, y los multinacionales americanas mantienen sus negocios en aquella nación. ¡Viva la Coca-Cola!  Y, al parecer, las dinastías feudales del Golfo Pérsico y Arabia Saudita, son modelos de democracias. Y su petróleo lo regalan.

 En fin. Vivo en una nación de gente satisfecha, con un Gobierno perfecto y en un mundo gobernado por líderes carismáticos. ¡Cómo para no ser misántropo!

Eugenio-Jesús de Ávila