Fundar un partido para el progreso de Zamora

Hay personas que nunca deberían abandonar la res pública. También hay gente que jamás debió acceder a la política, mundo que premia al pelota, al cobista, al jeta, al mediocre y al felón. Y creo que personalidades que hacen política, en su acepción más pura, que no cobran por esa labor y que nunca aspiraron ni a ser concejal de pueblo, deberían entrar en este mundo para purificarlo, para echar a los vividores, a los profesionales de la política, personajes que solo se han preocupado de aumentar su patrimonio persona y vivir por encima de sus posibilidades intelectuales. No doy nombres ni apellidos. Pero en Zamora ha habido, y hay todavía, políticos que ocuparon cargos y puestos para su propia satisfacción. Hay que jubilar a este personal si queremos que nuestra tierra no se convierta en un desierto económico y demográfico.

Insisto en que esta provincia necesita una formación que nos representa a todos, con personas que no deban obediencia a los grandes partidos nacionales, que den la cara por el pueblo, por su gente, por sus paisanos, en los parlamentos regional y nacional.

Siempre he sido muy críticos con los políticos profesionales. No escribo en contra de personajes del PP, del PSOE o de Podemos por fobias personales, sino que repruebo sus acciones políticas. Empírico. Analizo sus acciones y compruebo sus efectos. Después denuncio y juzgo a sus protagonistas.

A los desahogados,  que se han reído de los zamoranos legislatura tras legislatura, que llevan viviendo de este chollo décadas, ocupando poltronas en el Congreso de los Diputados, Senado y Cortes de Castilla y León deberíamos apartarlos, de una vez por todas, de la política. Nos va el futuro en ello.

Y una de las maneras más sencilla, aún dentro de su extrema dificultad,  consistiría en fundar  un partido político local, con personas que están en política, como escribía en el primer párrafo de este artículo, demostrando su valía, aportando ideas, desarrollándolas, como es el caso de Francisco J. Requejo, que pierde dinero en la res pública, porque su nómina en su empresa resulta superior a la que firma como presidente de la Diputación, más otras personalidades que trabajan por nuestra tierra a cambio de nada, costándoles dinero su labor, que responde al nombre de Ana Morilla, empresaria zamorana, creadora y actual portavoz de la Asociación Viriatos Zamora.

A estas dos figuras, como cabezas visibles de esa nueva formación, habría que sumar militancia de Zamora Decide, Por Zamora, UPL y PREPAL, más asociaciones de vecinos, culturales, deportivas. Macías y Fuentes, con su larga experiencia en política, aportarían conocimientos y estrategias. Ahora bien, olvídense de vanidades, de orgullos, de anhelos, de figurar, porque lo único que importa es Zamora y los zamoranos. Hay que inmolar los lógicos deseos políticos por el futuro de nuestra tierra.

Queda año y poco más para que Zamora tenga su partido independiente, libre de lo que digan los gerifaltes de Valladolid y Madrid, para debutar en los comicios locales. No nos queda tiempo. No nos fiemos que las ayudas de la Comisión Europea, que abarcarían entre 2022 y 2027. Porque aquí no se vendrán a instalar empresas si no las buscamos, porque si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. Hay que hablar, no por teléfono, sino en persona, con empresarios madrileños, catalanes, vascos, andaluces y mostrarles las ventajas que tendría asentarse en Zamora: cercanía a Portugal, a Galicia, a Valladolid; fiscalidad reducida, gente trabajadora, medio ambiente extraordinario, agua, energía e infraestructuras modernas, autovías y ferrocarril.

Corolario: si los zamoranos se sienten satisfechos  con estos políticos que dicen representarnos  en los foros políticos, que no se quejen después de esta deriva hacia la nada económica y social que padece esta provincia. Si los zamoranos quieren asir un futuro distinto, con más trabajo, mayor desarrollo, sin que nuestros jóvenes se vean obligados a dejar su patria chica para ganarse el pan, urge la creación de un partido provincial, interclasista, sin políticos profesionales, con personas que venga a servir al pueblo y no a servir a su partido y a sí mismos. Necesitamos un partido para el progreso de Zamora.

Eugenio-Jesus de Ávila