¿Deberán recurrir los vecinos de Doctor Villalobos al flautista de Hamelin?

Según una definición al uso, la palabra “implícito/a”, es algo que se encuentra incluido o inmerso en otra actividad, como por ejemplo la salubridad de la ciudad, sin necesidad de ser expresado de forma directa.

O dicho sea en ROMAN PALADINO, la situación descrita por EL DÍA DE ZAMORA muestra una situación, clara, simple, concisa, sin adornos ni disimulos en lo referente a la situación creada por la prolífica especie desde hace algunos años.

Es decir, el Consistorio debería retomar de nuevo lo que sucede e intentar solucionarlo como muestra de buena disposición hacia sus contribuyentes, ya que se trata  de un  problema en nuestra capital, el cual exige actuación efectiva contra la insalubridad  “sin dejarlo en reposo indefinido”.

Quizás, el Ayuntamiento debería reflexionar, si es el caso, si la génesis del problema pasa a formar parte dentro de la esfera de responsabilidades de la Concesionaria de Recogida y Limpieza Urbana, o bien, implica otras paternidades obligándose a supervisar más concienzudamente sus tareas.

Porque no creemos llegar al punto del símil de la fábula de EL FLAUTISTA DE HAMELÍN, de los hermanos Grimm de aplicar a las zonas Blas de Otero y Peña de Francia, la extraña venganza de la fábula de llevar al Duero a los roedores a la ciudad.

Al respecto, el ciudadano medio no debería acomodarse al surgimiento de este tipo de situaciones, producto de penumbras presupuestarias, deficiencias profesionales u otro tipo de sombras.

Este Autor vive muy de cerca a través de la autoría de sus Artículos, los problemas de la “España local”.  y les puedo asegurar que Zamora, junto a otras ciudades, no suponen punto y aparte dentro de los múltiples dislates insalubres que vienen sucediéndose en las ciudades.

No caben en este caso la adopción de medidas producto de la desesperación, tan solo mientras llega la solución recordar aquel pasaje de Esteban Echeverría, introductor del Romanticismo en Argentina, perteneciente a la denominada Generación del 37, formada en Francia cuando alertaba:

“Cuentan, qué al oír tan desaforados gritos, las últimas ratas que agonizaban de hambre en sus cuevas se reanimaron y echaron a correr tentadas al conocer que volvían a aquellos lugares, la acostumbrada alegría y algazara, precursoras de la abundancia.......  ¿Doctor Villalobos?

Jesús Antonio Rodríguez Morilla                                                                                                   

 Doctor en Derecho (Cum Laude)                                                                                            

Diplomado en Estudios Avanzados U.E.                                                                                  

Caballero de Mérito por Real Orden Noruega