25 años después del centenario de la Junta Pro Semana Santa de Zamora

El tiempo, más que corre, vuela, cuando se trata de revivir sensaciones y vivencias propias que crees aun recientes, pero sobre las que han pasado ya años y años. No percibe uno esa impresión, pero así es. Hace escasos días un amigo me recordó que había visto recientemente, a través de Youtube, esa red donde encuentras de todo, hasta lo negativo, la retransmisión de dos procesiones de Zamora del año 1997, que tuve el honor de narrar con el padre Jesús López Sobrino, director del programa religioso de RTVE “El Día del Señor”. Ahí están, en la red social antes citada, como nuevas, para quienes quieran verlas de nuevo o por vez primera. Han pasado ya veinticinco años, se dice bien.

La razón de esa retransmisión fue esta: se conmemoraba ese año el centenario de la fundación de la Junta Pro Semana Santa, llamada entonces Junta permanente para el Fomento de la Semana Santa, conmemoración que veinticinco años después está en un rincón perdido de la memoria colectiva y recupero en estas páginas. El aniversario se celebró con numerosos actos de relieve, pero, sin duda, el más trascendente fue el presidido por los Reyes Juan Carlos y Sofía en el Teatro Principal el 26 de febrero y en el que tuve el honor de dirigirme a S.S.M.M. en nombre de las cinco Semanas Santas de interés turístico internacional que poseían ese título entonces y celebraron con Zamora esa distinción: Sevilla, Málaga, Cuenca y Valladolid. Los Reyes recibieron de manos del presidente de la Junta Pro Semana Santa, Eduardo Pedrero Yéboles, la medalla de oro de la conmemoración.

Posteriormente, visitaron el Museo de Semana Santa y la magnífica exposición que en la iglesia de la Encarnación habían dispuesto las Semanas Santas invitadas al encuentro.

En los días siguientes, tuvieron lugar en el Teatro Principal unas jornadas en las que, en imágenes y palabras, estas Pasiones mostraron las bondades de sus respectivas celebraciones. Pasada la Semana Santa, el día 18 de abril, el Ayuntamiento, en solemne sesión, entregó la medalla de oro de la ciudad a la Junta, rindiendo homenaje a las personas que arrancaron, un siglo antes, con la primitiva Junta de Fomento y se colocó una placa conmemorativa a la entrada del museo.

Los actos culminaron con una eucaristía de acción de gracias en la S.I. Catedral, oficiada por el entonces obispo de la diócesis, don Juan María Uriarte Goiricelaya.

Con motivo del centenario, abundaron también las publicaciones. La Junta pro Semana Santa editó dos libros de gran calidad, uno de fotografías de Ángel Quintas y otro de poemas de Daniel Pérez Fernández y dibujos de Paco Somoza. Igualmente, el diario ‘El Norte de Castilla’ editó en fascículos “La Crónica de cien años” y la historia de la Semana Santa a través de sus carteles anuales. Con las gestiones del Patronato Provincial de Turismo, RTVE se sumó al centenario y ofreció en directo por la segunda cadena y, lo más importante, por su Canal Internacional, dos de las procesiones más emblemáticas, muy anteriores a la fundación de la junta: la de la Vera Cruz, en la tarde noche del Jueves Santo, desde la plaza de Viriato a la Plaza Mayor y la de Jesús Nazareno, en la mañana del Viernes Santo, a su regreso a la Plaza Mayor y Ramos Carrión.

La Junta Pro Semana Santa quiso reforzar ambas procesiones con algunas otras imágenes y grupos escultóricos de otras cofradías, declinando hacerlo la Vera Cruz, pero no así la cofradía de Jesús Nazareno, a cuyo patrimonio artístico se sumaron esa mañana el Cristo de la Tercera Caída, el Cristo de las Injurias y la Lanzada, en atención a los miles y miles de telespectadores de América y Europa que contemplaban la retransmisión a través del Canal Internacional. Estos tres pasos solo se incorporaron para la retransmisión, ingresando en la procesión a la altura de la plaza de Santiago.

En suma, fue una conmemoración digna del acontecimiento. Cien años de una institución que, con altibajos, fases de esplendor y otras de inacción, con notables aciertos y algunos errores, como toda obra humana, alcanzaba esa fecha con pujanza y brillantez.

Para fundar aquella primitiva junta, el alcalde don Ursicino Álvarez Martínez, con gran visión de futuro, convocó, el 22 de abril de 1897, a las fuerzas vivas de la ciudad, autoridades, iglesia, medios de comunicación, comercio e industria, con unas palabras precisas que hoy siguen plenamente vigentes: “procurar y lograr, aún a costa de los mayores sacrificios y esfuerzos, el fomento y esplendor de su ya famosa Semana Santa”.

En ese empeño debe seguir la institución ciento veinticinco años después. Y sin desmayo.

Luis Felipe Delgado de Castro