La Hermandad del Espíritu Santo viaja a través de la pandemia para volver a la normalidad

Una lluvia que más que mojar acarició, protagonizó el desfile procesional de los hermanos del Espíritu Santo, que vivió este regreso a la normalidad con emoción, después de dos años de ausencia vírica. Esta primera procesión de la Pasión 2022 evidencia que los deseos, más fuertes que nunca, se transforman en realidad. Y así fue en esta noche húmeda de este abril temprano, una manera poética de recomenzar. Seguro que muchos miembros de la hermandad, que fundará Francisco Gustaba Cuesta de Reyna, conde de Oricain, cuando era un adolescente, sintieron que esta noche fue más hermosa que la primera vez que acompañaron al Cristo del Espíritu Santo. Y esta noche, el latín volvió a sentirse como idioma propio, la lengua que el virus no supo traducir: Christus factus est.