FASE DE ASCENSO A LA LEB ORO
Solo dos puntos impiden a Zamora Enamora hacer historia: 97-84
Una canasta, solo una canasta, dos puntitos, impiden a un excepcional CB Zamora Enamora acceder a la semifinal de la fase de ascenso a la LEB Oro. Ahora bien, el encuentro jugado hoy por los discípulos de Saulo Hernández pasará a la historia del baloncesto masculino zamorano, porque este equipo hizo soñar a la afición con “cargarse” a todo un filial de uno de los clubes más importantes del basket español, el Valencia.
Al final, la emoción se extendió por todo el pabellón, mientras en la cancha un jugador genial, Harris II, lloraba. Él cuando el equipo perdía en el tercer cuarto, se empeñó en liderar a los suyos y lanzarse al abordaje de la nave valenciana. Y pudo haberlo logrado, cuando se estuvo a tan solo un punto de igualar la eliminatoria en el último minuto. Después la fortuna, el nerviosismo o el destino impidieron que los zamoranos accediesen a las semifinales de la fase de ascenso a la LEB Oro, que, por otra parte, esta plantilla mereció. Convencido estoy que, de jugarse otra vez esta eliminatoria, Zamora Enamora se clasificaría. Pero, tras hablar del final, tendré que contar el génesis de este encuentro singular en el baloncesto zamorano.
El primer cuarto fue una auténtica locura en ataque, aunque Saulo había advertido que si el partido se iba a más allá de los 90 puntos, se perdería. Pues hete aquí que su equipo anotó una salvajada de puntos en diez minutos, hecho inaudito: 31-22. Con esa vorágine encestadora, los blancos habrían encestado más de 120 puntos al término del partido.
Fortísima reacción del filial levantino antes de ir al descanso, que defendió muy fuerte para impedir que Zamora Enamora continuase con esa descomunal encestadora. De tal manera, los de Saulo solo anotaron 17 puntos, mientras que Valencia remontó para quedarse a solo dos puntos de distancia al llegar al término de la primera mitad: 48-46. Marcador propio de partidos de la Liga ACB. Los enamorados todavía contaban con otros 20 minutos para enjugar trece puntos. Muy complicado, pero con gente como Harris II la utopía podría convertirse en realidad.
Tras pasar por vestuarios, los chavales, algunos con enorme futuro, se pusieron por delante en el marcador, con un 67-70, que dejaban las cosas diáfanas. Nadie creía ya en el pabellón en salvar la eliminatoria.
Pero Harris II y Solarin no se rindieron, aunque al iniciarse el último cuarto Zamora Enamora fuese dos puntos por debajo. Dos acciones de Harris II, un 5-0, colocaron a su equipo por delante, pero quedaba poco tiempo y la ventaja en la eliminatoria parecía clara para Valencia.
Entonces llegó la locura. El equipo de Saulo se lo creyó y los jóvenes del filial se acongojaron. Así las diferencias se fueron acortando, a cuatro, a tres, a dos y a un solo punto. Sí, Zamora Enamora llegó a tener 14 puntos de ventaja en ese último cuarto, que concluyó con un 29-14. Traduzco: fantásticos ataques y labor defensiva excepcional. Pero faltó una canasta. Resultado final de baloncesto grande: 97-84.
Harris II anotó 29 puntos, y Solarin, 26. Y Bakumanya, 11. Ninguno de sus compañeros superó la decena de puntos, pero colaboraron en dejar ese marcador de 97 puntos.
Una canasta, solo una canasta, dos puntitos, impiden a un excepcional CB Zamora Enamora acceder a la semifinal de la fase de ascenso a la LEB Oro. Ahora bien, el encuentro jugado hoy por los discípulos de Saulo Hernández pasará a la historia del baloncesto masculino zamorano, porque este equipo hizo soñar a la afición con “cargarse” a todo un filial de uno de los clubes más importantes del basket español, el Valencia.
Al final, la emoción se extendió por todo el pabellón, mientras en la cancha un jugador genial, Harris II, lloraba. Él cuando el equipo perdía en el tercer cuarto, se empeñó en liderar a los suyos y lanzarse al abordaje de la nave valenciana. Y pudo haberlo logrado, cuando se estuvo a tan solo un punto de igualar la eliminatoria en el último minuto. Después la fortuna, el nerviosismo o el destino impidieron que los zamoranos accediesen a las semifinales de la fase de ascenso a la LEB Oro, que, por otra parte, esta plantilla mereció. Convencido estoy que, de jugarse otra vez esta eliminatoria, Zamora Enamora se clasificaría. Pero, tras hablar del final, tendré que contar el génesis de este encuentro singular en el baloncesto zamorano.
El primer cuarto fue una auténtica locura en ataque, aunque Saulo había advertido que si el partido se iba a más allá de los 90 puntos, se perdería. Pues hete aquí que su equipo anotó una salvajada de puntos en diez minutos, hecho inaudito: 31-22. Con esa vorágine encestadora, los blancos habrían encestado más de 120 puntos al término del partido.
Fortísima reacción del filial levantino antes de ir al descanso, que defendió muy fuerte para impedir que Zamora Enamora continuase con esa descomunal encestadora. De tal manera, los de Saulo solo anotaron 17 puntos, mientras que Valencia remontó para quedarse a solo dos puntos de distancia al llegar al término de la primera mitad: 48-46. Marcador propio de partidos de la Liga ACB. Los enamorados todavía contaban con otros 20 minutos para enjugar trece puntos. Muy complicado, pero con gente como Harris II la utopía podría convertirse en realidad.
Tras pasar por vestuarios, los chavales, algunos con enorme futuro, se pusieron por delante en el marcador, con un 67-70, que dejaban las cosas diáfanas. Nadie creía ya en el pabellón en salvar la eliminatoria.
Pero Harris II y Solarin no se rindieron, aunque al iniciarse el último cuarto Zamora Enamora fuese dos puntos por debajo. Dos acciones de Harris II, un 5-0, colocaron a su equipo por delante, pero quedaba poco tiempo y la ventaja en la eliminatoria parecía clara para Valencia.
Entonces llegó la locura. El equipo de Saulo se lo creyó y los jóvenes del filial se acongojaron. Así las diferencias se fueron acortando, a cuatro, a tres, a dos y a un solo punto. Sí, Zamora Enamora llegó a tener 14 puntos de ventaja en ese último cuarto, que concluyó con un 29-14. Traduzco: fantásticos ataques y labor defensiva excepcional. Pero faltó una canasta. Resultado final de baloncesto grande: 97-84.
Harris II anotó 29 puntos, y Solarin, 26. Y Bakumanya, 11. Ninguno de sus compañeros superó la decena de puntos, pero colaboraron en dejar ese marcador de 97 puntos.



















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