El ZCF femenino venció al San José con un 3-2 engañoso

Desde el pitido inicial pudo verse que el partido iba a ser de las locales, pese a que el primer gol tardó 17 minutos en marcar, aunque pudo hacerlo antes en un fuera de juego inexistente pitado a Blanca Morales y 2 faltas peligrosas sobre María González que el árbitro no vio. Ana podía con su par; Andrea Morales, con el suyo, por poner 2 ejemplos extensibles al resto del equipo.

El primer gol nació de un saque de esquina, que remató magistralmente Lara. Ella y sus compañeras trenzaban buenas jugadas, sin apenas dejar entrar en juego a las contrarias y lo que podía presumirse como un nuevo gol, entró en la portería que no se esperaba, merced al saque de una falta -lejana, sin peligro aparente- que, entre María, y la defensa no supieron atajar y que, además, supuso la primera cartulina amarilla – muy rigurosa- para Vanesa.

Pese al empate, las de Merino siguieron jugando mejor que sus oponentes y controlando el partido, incluso pudieron deshacer el empate en el saque de algún córner, por 2 veces, y alguna jugada aislada, pero en el minuto 40 Vanesa veía la segunda amarilla, mientras el partido llegaba al descanso y Merino estudiaba el nuevo decorado.

En la reanudación sacrificó a Ana, que estaba haciendo un buen partido, para dar entrada a Novo como lateral izquierdo y pasar a Andrea Hernández a ocupar el centro de la zaga, dejado por la expulsión de Vanesa y el nuevo reparto funcionó y si lo hizo fue porque contaba con mejores actrices que el contrario. Abnegadas y sacrificadas dieron una lección de equipo, de tal forma que pareciera que quien jugaba con una menos era el equipo soriano.

En el minuto 54, otro córner y otro gol para las locales, que materializó Mercedes. Merino comenzó a hacer cambios para oxigenar al equipo (hubo varias paradas decretadas por el árbitro para que las jugadoras se hidrataran) y, así, María dejó su sitio a Virginia y Andrea Morales a Fariza, llegando momentos de buen fútbol ante el desconcierto de las sorianas a la hora de saber a quién seguir de las recién entradas, con su entrenador desaparecido para reubicarlas y más pendiente todo el partido de faltar el respeto al equipo contrario.

En el minuto 84, Sofía sustituyó a una Blanca Morales excepcional, que rompía, una y otra vez, la cintura a cualquiera que la marcara y dejó dos perlas con forma de rosca con el interior del pie en el saque de un córner y una falta que, de haber entrado, hubieran sido golazos. En el mismo minuto, Lucía sustituyó a una Julia que yo creo que cualquier entrenador desearía en su equipo, con sus desapariciones que emplea para realizar el equipo oscuro del equipo, reapareciendo con autoridad otras para dejar su sello.

En el minuto 74, Lara -gran partido el suyo- marcaba desde fuera del área, ajustando el balón. Gol que podía haber ido acompañado de alguno más, pero serían las sorianas quienes marcaran ya al final, tras el saque de un córner que María no supo atrapar.

Como conclusión, no se puede dejar pasar el hecho de que un equipo que sale a jugar, termine haciéndolo con la expulsión de una jugadora, mientras que el que se dedica a destruir, acabe, incluso, con menos amarillas sacadas y menos faltas pitadas, justo lo que ha sucedido esta tarde en la Ciudad Deportiva zamorana.