No llega el arreglo para los hitos informativos

Hace ya algún tiempo, dábamos a conocer desde estas mismas páginas, la situación de los hitos informativos. Ese soporte amorfo, que da cuenta en sus laterales y en varios idiomas de cuestiones interesantes relativas al monumento junto al que se encuentran situados. A algunos gustaran, a  otros no tanto, pero que cumplen su misión, tal y como lo hicieron aquellos a los que sustituyeron, y lo harán otros que les precederán. Que estén, pintados por los vándalos, que lo están, no es el problema que señalábamos, sino la situación de deterioro que sufrían, especialmente en la parte inferior, donde por estar más en contacto con el agua,  la corrosión había debilitado sus paredes metálicas, hasta el extremo de presentar  agujeros de diverso tamaño, que hacían peligrar sus sostenibilidad y por tanto que puedan seguir mucho tiempo en pie. De hecho, algunos, el situado en San Juan de las Monjas, como el del mirador de San Cipriano, pueden quitarse manualmente de su base y sin esfuerzo.

Y bien, si las cosas no se arreglan, aunque ello conlleve un mínimo gasto, tiene como consecuencia que el problema persista; es más, que se agrave, dando lugar a otro de mayores dimensiones y llegado el momento resultará ya irreparable, necesitando entonces de una sustitución completa. Pero no, posteriormente a aquel artículo, sin que ello signifique que fuera consecuencia del mismo, algunos hitos informativos afectados, fueron retirados para proceder a su reparación. Concretamente los situados arriban del todo de Balborraz, al lado del ayuntamiento viejo y el que se encuentra en mitad de la calle Viriato junto a Sagasta. El arreglo consistió en serrar unos centímetros de la parte afectada, para que otra superior y más sana fuera la que tocara el suelo. De limpiar las pintadas que contenían, se olvidaron. Posteriormente con fecha 18 de Enero, fueron repuestos a su sitio, convenientemente anclados a la superficie. Evidentemente han quedado con una altura inferior, pero pocos se darán cuenta  

Quienes pensaban, que semejante proceso iban a seguir otros con similares defectos, se equivocaron. Evidentemente todo necesita su tiempo, antes de que alguno diga que se comenta antes de terminadas las cosas. Pero, cuatro meses después de recolocados los dos soportes informativos, al resto no parece llegar su hora. Con lo cual deducimos, que no se hará. Nada que objetar a que se repararan los hitos del centro, pero otros, los de otros puntos también lo necesitan, aunque estén más alejados de la plaza Mayor. La conclusión que podemos alcanzar es, que él  o los encargados de pedir su reparación, no le pongamos nombre de momento,  solo pisan las calles principales, con lo cual, ni se enteran de lo que pasa en los barrios, o que nada les importa. Total la alarmante situación  que presenta el situado en el puente Hierro, solo lo vemos, los cuatro que vamos a Pinilla andando. 

Manuel Herrero Alonso