Miércoles, 10 de Septiembre de 2025

Eugenio de Ávila
Miércoles, 01 de Junio de 2022
IEZ FLORIÁN D'OCAMPO

“1-junio-1073”: “El Campo de La Verdad”

[Img #66522]A  todo el asunto de "El Cerco de Zamora",     se le da una considerable importancia y, aunque pasen los años, con sus diferentes efemérides, se vuelve a recrear su liderazgo sobre otra serie de aconteceres que  tuvieron lugar      en toda la edad media.

Ese poder de atracción, ese magnetismo impactante que tiene El Cerco de Zamora, va soldándose, generación tras generación, tanto en todo nuestro derredor próximo como en otros de muy lejanas latitudes.

En principio, "El Cerco de Zamora" se nos articula como el resultado de un posible problema de convivencialidad, que acontece dentro de una misma familia {ya instalada en la Casa (Imperial)Real Leonesa} y sobre la cual se van tejiendo una enmarañada trama.

Tal problema, de supuesta convivencialidad familiar, parece que ya venía del antes pretérito, que parece se trataba de un antes de los tiempos infantiles de sus protagonistas,  que pudiera por una parte estribar no tan solo, siendo más o menos articulado, en la forma en que los mismos, en pugna por atraer la atención, se auto ejemplifican, con sus variados alardes, ante sus progenitores, pero que también pudiera incluir los acomodos de la incipiente navarra "Casa Jimena" en su entronque con la "Casa (Imperial)Real Leonesa" y en la prevalencia del derecho (¡en lo sucesorio!) a elegir.

"El Cerco de Zamora" es igualmente un episodio más de los llamados casos de "la guerra justa", en la forma, modo y medida en que tiene lugar, donde la prolongada serie de acontecimientos, ¡y todos ellos!, necesitan de una explicación aducente que se observa como necesaria. No solo se tratan de hechos bélicos, que sí que lo son, también de hechos políticos y que, en estando en la edad media, pudieran tener alguna significación de índole religiosa.

Es curioso que, así es sí así parece, la autocoronación sanchista en la urbe regia, ante la negación del Obispo legionensis de efectuarla, no viniera seguida de una normal, casi obligada, ida reverencial a Santiago de Compostela y sí, ¡ y por contra!, de un muy celérico acercamiento a Zamora.

Todo lo cual precedente daría pábulo a la consideración de más que altas posibilidades, en los cercados leoneses, tras las murallas zamoranas, no solo de su más que probable legitimación política y si de su acercamiento  a las pautas previas de protagonizar una causa justa.

No olvidemos tampoco, ya que de ello se viene hablando, las últimas teorías sobre la posible presencia, dentro de las recias murallas zamoranas en el año 1072, del llamado "Cáliz de Doña Urraca y/o Santo Grial", lo cual podría suponer un plus añadido a los cercados leoneses de Zamora y el abrir más el arco interpretativo de la presencialidad hispánica de toda la Corona Leonesa.

La temática sobre "El Cerco de Zamora", cada vez se desliza más, no solo a la estimación unidireccional sobre los hechos bélicos y de ahí a las consideraciones épicas del mismo, también y sobre todo hacia la legitimación de los propios actos defensivos de los cercados como protagonistas de una causa que, para tal momento histórico, se consideraba como una acción equitativa, justa y noble.

Si la consideración precedente que antecede está dentro de lo estimadamente asumible para aquellas fechas, resultaría que "El Cerco de Zamora" tenía, y en sí mismo, un valor añadido que en modo alguno sería desdeñable, ya que estaríamos situándonos sobre valoraciones de principios éticos y comportamientos morales.

Tal suposición estaría dentro de lo verosímil ya que los contendientes en "El Cerco de Zamora", {los cercados leoneses y los cercadores castellanos}, no concluyen su enfrentamiento con el óbito del propio Rey de Castilla (que fue su primer soberano) y pretenden, a toda costa (véanse los relatos históricos, literarios y mixtos) "quedarse con la mayor" o sea la "aureola de la nobleza moral" que en la edad media tenía su mucha importancia.

[Img #66523]El subsiguiente reto en "El Campo de La Verdad", como "Juicio de Dios", entre los cercados leoneses y los cercadores castellanos, que es mucho más expresivo que las literarias e imaginadas juras gadeanas de Burgos, es todo un enfrentamiento por la validez leonesa de la guerra justa y por el soporte ético y moral que cual aparataje conlleva en sí.

Ya no se trata de ver quien ganaba la guerra, pues perdida estaba para la Corona Castellana, estando repuesto en el trono leonés Alfonso VI, se trataba sin duda de asirse a los valores caballerescos del honor, anidado entre las orlas de la lealtad y los basamentos del hacer moral y comportamiento cabal y ético.

Tal situación presentada prolonga "El Cerco de Zamora" hasta los momentos vividos en "El Campo de La Verdad", cuando se celebran las justas entre leoneses y castellanos, donde el momento histórico, de todo el entramado, alcanza su mayor expresión.

En "El Campo de La Verdad", como situación constatable, quien se queda como dueño del campo, por abandono forzado del oponente, es el caballero zamorano que en nombre de todos los cercados leoneses, de la Corona Leonesa, ha luchado.

Cuando los jueces dictan la sentencia en "El Campo de La Verdad", están respaldando todo un hacer y un estar sobre los valores éticos y comportamientos morales defendidos por los cercados leoneses en Zamora que, de forma que ya parece indudable, han protagonizado una causa justa y, por ende, enteramente legítima.

El colofón sobre "El Cerco de Zamora" (de 1072) es "El Campo de La Verdad"(de 1073), donde las tésis de la Corona Leonesa quedan prevalentes sobre las ambiciones expansivas de la Corona Castellana.

Los 238 días que parece ser transcurren entre el final sobre "El Cerco de Zamora" y las justas en "El Campo de La Verdad", podrían aportar una nueva dimensionalidad interpretativa sobre el verdadero hecho acontecido en el Siglo XI  en la urbe de la Corona Leonesa que es, y como baluarte defensivo al completo de toda la misma -.- durante el periodo de 1-3-1072 a 7-10-1072 -.-, la ciudad leonesa de Zamora.

Traer a la memoria actual el recuerdo sobre "El Campo de La Verdad",  es también hablar de los hijos de Arias Gonzalo que en primera persona lo protagonizaron. Gracias a ellos la histórica hispánica tiene un firme basamento de ambiental leoneseidad.

Valorio 1-6-2022

Francisco Iglesias Carreño*                                                                                            

    *Del Instituto de Estudios Zamoranos FLORIAN D´OCAMPO

 

 

 

 

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