Vox: Guarido vuelve a prohibir la presencia de la Virgen de la Concha en el Ayuntamiento
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        
        
                
        
        
Por una decisión caprichosa del Alcalde comunista de Zamora, la Virgen de la Concha, Patrona de Zamora y que para una parte importante de su población tiene un especial significado además del religioso, no podrá ser velada en el Ayuntamiento con motivo de la celebración del Corpus Cristi, ya que según afirmó en su día el Alcalde esta prohibición tiene por objeto “separar los actos religiosos y políticos con normalidad”.
 
No deja de ser una justificación ridícula, ya que esa presencia de la Virgen de la Concha no tiene ningún carácter político. Nada va a cambiar la política municipal porque la Virgen sea velada en el Ayuntamiento o en una capilla improvisada en la Plaza Mayor.
 
Simplemente es negar el uso de las instalaciones municipales para una actividad religiosa, por el hecho de serlo. Nada más. Es un capricho que el Sr. Guarido se da cada año, actuando con la prepotencia que le caracteriza.
 
El Ayuntamiento debería ser la casa común de los zamoranos, y estar abierto su uso a todos, con las limitaciones lógicas. Pero esto que es tan simple, choca con la ideología de este Alcalde que pasará a la historia de Zamora por estas actitudes sectarias, más que por sus realizaciones positivas, difíciles de descubrir.
 
Tampoco es en absoluto extraño ya que el comunismo y el nazismo, entre otras muchas cosas, comparten un odio atávico a la religión, sobre todo al cristianismo. Si Karl Marx decía que "la religión es el opio del pueblo", Hitler no se quedaba atrás al afirmar que “el nacionalsocialismo y la religión no pueden coexistir. El golpe más duro que jamás haya sufrido la humanidad fue la llegada del cristianismo”.
Todo tiene su lógica.
 
VOX Zamora capital.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                            
    
    
	
    
Por una decisión caprichosa del Alcalde comunista de Zamora, la Virgen de la Concha, Patrona de Zamora y que para una parte importante de su población tiene un especial significado además del religioso, no podrá ser velada en el Ayuntamiento con motivo de la celebración del Corpus Cristi, ya que según afirmó en su día el Alcalde esta prohibición tiene por objeto “separar los actos religiosos y políticos con normalidad”.
No deja de ser una justificación ridícula, ya que esa presencia de la Virgen de la Concha no tiene ningún carácter político. Nada va a cambiar la política municipal porque la Virgen sea velada en el Ayuntamiento o en una capilla improvisada en la Plaza Mayor.
Simplemente es negar el uso de las instalaciones municipales para una actividad religiosa, por el hecho de serlo. Nada más. Es un capricho que el Sr. Guarido se da cada año, actuando con la prepotencia que le caracteriza.
El Ayuntamiento debería ser la casa común de los zamoranos, y estar abierto su uso a todos, con las limitaciones lógicas. Pero esto que es tan simple, choca con la ideología de este Alcalde que pasará a la historia de Zamora por estas actitudes sectarias, más que por sus realizaciones positivas, difíciles de descubrir.
Tampoco es en absoluto extraño ya que el comunismo y el nazismo, entre otras muchas cosas, comparten un odio atávico a la religión, sobre todo al cristianismo. Si Karl Marx decía que "la religión es el opio del pueblo", Hitler no se quedaba atrás al afirmar que “el nacionalsocialismo y la religión no pueden coexistir. El golpe más duro que jamás haya sufrido la humanidad fue la llegada del cristianismo”.
Todo tiene su lógica.
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