DENUNCIAS
Los troncos pendientes del río
Un año hace que el Ayuntamiento capitalino inició en el Duero los trabajos de limpieza de lo que ellos, por razones técnicas, llaman restos vegetales, y que se componen de troncos de gran tamaño, ramificaciones menores, espadañas, pero que puede ser cualquier cosa arrastrada por el río, que quede retenida en las orillas o bien en los azudes.
La razón para su retirada es que produce un impacto visual negativo, fomenta que se acumulen otros materiales, contamina el medio y puede ser causa de accidentes. Además, con las avenidas invernales, puede ser arrastrada por la corriente y causar daños mayores. Un tronco de gran tamaño, impulsado por la fuerza de la corriente, actuaría como un ariete, chocando contra las pilastras del puente de Piedra o las canalizaciones de las aceñas.
Es competencia municipal del Ayuntamiento por el que transcurran, así los dice la ley, la limpieza ordinaria, cuestionable que se entiende por ello, de los tramos urbanos de los ríos y arroyos, a su paso por zona urbana. Luego a la Concejalía de Urbanismo hay que agradecer que el verano pasado se retiraran los troncos de grandes dimensiones, anclados a orillas y azud de Olivares y Cabañales. Notándose especialmente en la isla bajo el puente de Hierro, que volvió a ser isla, puesto que en verano los troncos permitían pasar a ella a cualquiera sin mayor dificultad.
Obviamente, lo retirado provenía de aguas arriba, donde ya no es competencia del Ayuntamiento, pero, estando donde estaba, así correspondía. Aquella retirada quedó incompleta, en el azud de las aceñas de Cabañales, quedó algún tronco por llevarse. En el azud de Pinilla lo mismo, ahí siguen esperando que un buen día, el momento veraniego resulta el más propicio dado que los niveles de agua son mínimos, vengan y se lo lleven.
Incompleta retirada, puesto que se eliminaron acumulaciones cercanas al viaducto medieval, para dejar otras aguas arriba. Las crecidas del río este invierno han sido mínimas, pero pueden llegar este año o el que viene y lo que hoy está en un sitio, puede ser movido por la fuerza de la corriente, y otra vez a empezar. Y, sí aquello que se encuentra en el cauce antes de legar al tramo urbano, corresponde al organismo de cuenca, háganselo saber y que procedan, pero lo que hay en los azudes y orillas de Zamora retenido es competencia del ayuntamiento.
Manuel Herrero Alonso
Un año hace que el Ayuntamiento capitalino inició en el Duero los trabajos de limpieza de lo que ellos, por razones técnicas, llaman restos vegetales, y que se componen de troncos de gran tamaño, ramificaciones menores, espadañas, pero que puede ser cualquier cosa arrastrada por el río, que quede retenida en las orillas o bien en los azudes.
La razón para su retirada es que produce un impacto visual negativo, fomenta que se acumulen otros materiales, contamina el medio y puede ser causa de accidentes. Además, con las avenidas invernales, puede ser arrastrada por la corriente y causar daños mayores. Un tronco de gran tamaño, impulsado por la fuerza de la corriente, actuaría como un ariete, chocando contra las pilastras del puente de Piedra o las canalizaciones de las aceñas.
Es competencia municipal del Ayuntamiento por el que transcurran, así los dice la ley, la limpieza ordinaria, cuestionable que se entiende por ello, de los tramos urbanos de los ríos y arroyos, a su paso por zona urbana. Luego a la Concejalía de Urbanismo hay que agradecer que el verano pasado se retiraran los troncos de grandes dimensiones, anclados a orillas y azud de Olivares y Cabañales. Notándose especialmente en la isla bajo el puente de Hierro, que volvió a ser isla, puesto que en verano los troncos permitían pasar a ella a cualquiera sin mayor dificultad.
Obviamente, lo retirado provenía de aguas arriba, donde ya no es competencia del Ayuntamiento, pero, estando donde estaba, así correspondía. Aquella retirada quedó incompleta, en el azud de las aceñas de Cabañales, quedó algún tronco por llevarse. En el azud de Pinilla lo mismo, ahí siguen esperando que un buen día, el momento veraniego resulta el más propicio dado que los niveles de agua son mínimos, vengan y se lo lleven.
Incompleta retirada, puesto que se eliminaron acumulaciones cercanas al viaducto medieval, para dejar otras aguas arriba. Las crecidas del río este invierno han sido mínimas, pero pueden llegar este año o el que viene y lo que hoy está en un sitio, puede ser movido por la fuerza de la corriente, y otra vez a empezar. Y, sí aquello que se encuentra en el cauce antes de legar al tramo urbano, corresponde al organismo de cuenca, háganselo saber y que procedan, pero lo que hay en los azudes y orillas de Zamora retenido es competencia del ayuntamiento.
Manuel Herrero Alonso




















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.110