A D. José Luis Balbín Meana

Es posible que, entre las muchas cosas que le adornaban y a la vez caracterizaban, su condición de praviano confeso fuera un estandarte  de estar y ser en su mundo activo, de amplia dinamicidad, ejerciendo en todas partes de intercomunicador.

Se es ejerciente de Asturias y eso, en nuestra percepción, da un amplia visión del ambiente integral, en cuanto uno alcanza la cima del Pajares, en esa linde de la raya contemporánea entre lo regional leonés y lo regional asturiano, a la vez que aparece, de forma natural, con Covadonga a la espalda, una cierta idea y/o noción de lo que es ser español,¡ y hasta hispánico!, e incluso comportarse como tal que ya tenía muy en cuenta Jovellanos.

La transición política se tenía que hacer, en un "sí y solo sí", desde la cordialidad dialogante, el respeto al oponente y la consideración de la convergencia postulante, siendo todo ello adobado del apriorístico principio básico instalado en la completa igualdad cívica entre todos y cada uno de los ciudadanos españoles.

No bastaba que "las prédicas políticas", de aquellos transicionales momentos, dijeran esto o aquello sobre el porvenir político, pues su credibilidad era lo siguiente de escasa, se necesitaba de otros foros  más creíbles y otros talantes mejor entendibles.

D. José Luis estuvo, firme/sereno/templado, en el momento oportuno, en el lugar indicado y en el hacer propio, desde el dominio de su profesionalidad, que la Nación Española precisaba, necesitaba y requería. Y él cumplió.

D.José Luis aguantó, elogiablemente impertérrito/amable/asequible la intemperancia del horario, el marcaje de la oficialidad y el resabio de los trepamientos, dando una imagen pública que caló hondamente en los hábitats de todas las gentes y tierras españolas.

La legión de seguidores de "su programa", tan premonitoriamente titulado "La Clave", aumentaba espectacularmente, sesión tras sesión, ¡de forma harto ostensible!, en los recónditos espacios de las noches de los hogares de las familias españolas.

"La Clave" se transformó a sí misma, siendo ella también, ¡y por si misma!,  con un autoproganismo hasta entonces inédito en los medios de comunicación de España, en "la propia clave", ya que su porvenir, como editado programa televisivo, pasó a ser un reflejo televisado de la "conciencia social española" que era seguido, con transversalidad social, en sus quince regiones.

"La Clave" de un asturiano y español, demostró sobremanera, visible y constatablemente, con realidad objetiva palpable, que los ciudadanos españoles hablábamos entre nosotros, manteníamos nuestros idearios y buscamos, de forma anhelante y hasta apasionada, el compromiso por el futuro convivencial de todos y, ¡sobre todo!, con todos, ¡sin dejar a nadie fuera!, donde nuestros descendientes tuvieran un global espacio convivencial para vivir.

"La Clave" de D. José Luis llenó las urnas electorales de fraternidad, de libertad y de, permítasenos la reiteración, global igualdad cívica, entre todos los ciudadanos españoles  de todas y cada una de las conocidas quince regiones españolas.

Decir que "La Clave" era D. José Luis, es tanto como argumentar que D.José Luis, por su ser personal y su estar ubicacional fue, oportuna y excepcionalmente, sin lugar a ningún género de dudas, el hacer exteriorizante, en la llamada apertura televisiva, de la transicional clave.

Sean expresivas gracias por todo ello a D. José Luis.

VALORIO 24-6-2022

En la festividad de San Juan "El Precursor".

Francisco Iglesias Carreño

Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D'Ocampo