INCIDENTE
Arde un turismo en la A-52 y sus ocupantes lo abandonan para irse a comer
El hombre y la mujer que lo ocupaban el vehículo, dieron parte al 112 del incendio y, sin esperar a la llegada de Guardia Civil de Tráfico y Bomberos, se fueron a comer a un restaurante cercano.
![[Img #68212]](https://eldiadezamora.es/upload/images/07_2022/1809_coche.png)
Un hombre y una mujer abandonaron el vehículo que conducían cuando empezó a arder, en la A-52, entre Rionegro y El Empalme. Se pusieron en contacto con el 112 para informar del siniestro del coche y, sin esperar a que llegaran los servicios correspondientes, se dirigieron a comer a un restaurante cercano. Acudieron dos dotaciones de los Bomberos de Rionegro, del Consorcio Provincial, y otra de apoyo de Benavente, a sofocar el fuego, porque el coche se encontraba cerca de una zona boscosa, susceptible de quemarse, y podría provocar un nuevo incendio.
De hecho, los bomberos estuvieron trabajando junto con agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la extinción, para evitar que pasara la carretera, porque hubiera sido, sin duda, terrible para el bosque. Los pequeños árboles que crecían en la cuneta se quemaron, obligando a que varios vehículos pararan por el intenso humo.
![[Img #68212]](https://eldiadezamora.es/upload/images/07_2022/1809_coche.png)
Un hombre y una mujer abandonaron el vehículo que conducían cuando empezó a arder, en la A-52, entre Rionegro y El Empalme. Se pusieron en contacto con el 112 para informar del siniestro del coche y, sin esperar a que llegaran los servicios correspondientes, se dirigieron a comer a un restaurante cercano. Acudieron dos dotaciones de los Bomberos de Rionegro, del Consorcio Provincial, y otra de apoyo de Benavente, a sofocar el fuego, porque el coche se encontraba cerca de una zona boscosa, susceptible de quemarse, y podría provocar un nuevo incendio.
De hecho, los bomberos estuvieron trabajando junto con agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la extinción, para evitar que pasara la carretera, porque hubiera sido, sin duda, terrible para el bosque. Los pequeños árboles que crecían en la cuneta se quemaron, obligando a que varios vehículos pararan por el intenso humo.



















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