RES PÚBLICA
El presidente sin corbata
Este PSOE postmoderno, merced a las presidencias gubernamentales de Zapatero y Sánchez, se ha convertido en una formación cachonda. El ínclito ZP, el que mantiene una relación filosófica, ignoro si también económica, con la dictadura bananera venezolana, nos recomendó comer conejo en Nochebuena y Navidad. Nunca dijo si al ajillo o al horno. Sospecho que su “santa” le ofrecería manjares más exquisitos que un Bugs Bunny a la parrilla.
Hoy, Pedro Sánchez, más populista que Pablo Iglesias con coleta, ambos amigos de los pobres, viviendo en la indigencia, lucubró una medida genial: quitarse la corbata para ahorrar energía. Creo que es el presidente ideal para una nación en bancarrota ética y política, y, a no tardar, económica.
¡Con el conejo y la corbata qué podemos esperar el pueblo llano, el pueblo tonto, el pueblo aborregado de esta gobernanza! Surrealismo políticos: "Bello como el encuentro fortuito, en una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas”. Conde de Lautréamont.
El pueblo llano, esa clase media trabajadora, ya muy cercana al proletariado, y los pobres de solemnidad, le pediría a Sánchez que no se desplazase, para hacer fotos en un incendio en Extremadura, en Falcon, Super Puma y coche oficial de alta gama. La gente del común, la que cobra mil euros al mes y los que está en paro, loaría a su presidente si utilizase un coche de caballos, porque no contaminaría la atmósfera, ahorría queroseno, gasolina y, aunque llegase más tarde y tragase polvo en el camino, haría mucho daño a los ricos, que son propietarios de la banca y de las compañías energéticas. Verbigracia; A la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín, una de las mayores accionistas del grupo Prisa, el catecismo periodístico de las izquierdas, donde también mandan HSBC y La Caixa. Estos deben ser los malos, los que conspiran contra el partido de los buenos, contra este ejecutivo de ángeles, arcángeles y querubines, todos procedentes de la clase trabajadora. Solo hay que repasar la clase social a la que pertenecen diputados y senadores de los partidos de izquierdas para admitir que todos proceden del lumpen proletariado.
Pedro Sánchez, el caudillo de los pobres, cerró la sentencia de ERE en Andalucía, con una frase con la que se cargaba al Tribunal Supremo, a toda la Justicia de España: “Pagan justos por pecadores”. Pero no pasa nada, porque él lo que desea es construir una democracia a su manera, como cantaba Sinatra: jueces, a sus órdenes, y fiscal general, que ya sabemos que lo pone él, por supuesto. Recuerde aquella entrevista. Textual: Pregunta Pedro Sánchez: “¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende?". Fue el propio periodista el que le respondió que "del Gobierno" y Sánchez quien ha subrayado: "Pues ya está". Y nada más.
No obstante, confieso mi acuerdo con el presidente en el asunto del aire acondicionado. Durante toda mi juventud, etapa de la que casi no me acuerdo, ni en mi casa, ni en la universidad, ni en las cafeterías y discotecas existía esa modernidad. Se sudaba. Me duchaba. Los guarros, jamás. Aquella fue una España más olorosa, pero más sana. Hoy, vas al supermercado y te encuentras con una temperatura inferior a 20ºC, cuando unos segundos antes andabas por la calle a unos 38ºC. Ese cambio de temperatura nuestro organismo lo asimila, pero no creo que sea positivo.
A no tardar, se perseguirá a los españoles que no suden, que se laven, se perfumen y lleven corbata. Ahorremos energía. No nos aburguesemos. Viajemos en el tiempo.
Y la prensa española sigue sin preguntarle al presidente sin corbata, un "sans culotte" moderno, un "sans cravate", para ser más exacto, quiénes son los pecadores. En España existe una gran inflación de mediocres, de analfabetos funcionales y de...corbatas.
Eugenio-Jesús de Ávila
Este PSOE postmoderno, merced a las presidencias gubernamentales de Zapatero y Sánchez, se ha convertido en una formación cachonda. El ínclito ZP, el que mantiene una relación filosófica, ignoro si también económica, con la dictadura bananera venezolana, nos recomendó comer conejo en Nochebuena y Navidad. Nunca dijo si al ajillo o al horno. Sospecho que su “santa” le ofrecería manjares más exquisitos que un Bugs Bunny a la parrilla.
Hoy, Pedro Sánchez, más populista que Pablo Iglesias con coleta, ambos amigos de los pobres, viviendo en la indigencia, lucubró una medida genial: quitarse la corbata para ahorrar energía. Creo que es el presidente ideal para una nación en bancarrota ética y política, y, a no tardar, económica.
¡Con el conejo y la corbata qué podemos esperar el pueblo llano, el pueblo tonto, el pueblo aborregado de esta gobernanza! Surrealismo políticos: "Bello como el encuentro fortuito, en una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas”. Conde de Lautréamont.
El pueblo llano, esa clase media trabajadora, ya muy cercana al proletariado, y los pobres de solemnidad, le pediría a Sánchez que no se desplazase, para hacer fotos en un incendio en Extremadura, en Falcon, Super Puma y coche oficial de alta gama. La gente del común, la que cobra mil euros al mes y los que está en paro, loaría a su presidente si utilizase un coche de caballos, porque no contaminaría la atmósfera, ahorría queroseno, gasolina y, aunque llegase más tarde y tragase polvo en el camino, haría mucho daño a los ricos, que son propietarios de la banca y de las compañías energéticas. Verbigracia; A la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín, una de las mayores accionistas del grupo Prisa, el catecismo periodístico de las izquierdas, donde también mandan HSBC y La Caixa. Estos deben ser los malos, los que conspiran contra el partido de los buenos, contra este ejecutivo de ángeles, arcángeles y querubines, todos procedentes de la clase trabajadora. Solo hay que repasar la clase social a la que pertenecen diputados y senadores de los partidos de izquierdas para admitir que todos proceden del lumpen proletariado.
Pedro Sánchez, el caudillo de los pobres, cerró la sentencia de ERE en Andalucía, con una frase con la que se cargaba al Tribunal Supremo, a toda la Justicia de España: “Pagan justos por pecadores”. Pero no pasa nada, porque él lo que desea es construir una democracia a su manera, como cantaba Sinatra: jueces, a sus órdenes, y fiscal general, que ya sabemos que lo pone él, por supuesto. Recuerde aquella entrevista. Textual: Pregunta Pedro Sánchez: “¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende?". Fue el propio periodista el que le respondió que "del Gobierno" y Sánchez quien ha subrayado: "Pues ya está". Y nada más.
No obstante, confieso mi acuerdo con el presidente en el asunto del aire acondicionado. Durante toda mi juventud, etapa de la que casi no me acuerdo, ni en mi casa, ni en la universidad, ni en las cafeterías y discotecas existía esa modernidad. Se sudaba. Me duchaba. Los guarros, jamás. Aquella fue una España más olorosa, pero más sana. Hoy, vas al supermercado y te encuentras con una temperatura inferior a 20ºC, cuando unos segundos antes andabas por la calle a unos 38ºC. Ese cambio de temperatura nuestro organismo lo asimila, pero no creo que sea positivo.
A no tardar, se perseguirá a los españoles que no suden, que se laven, se perfumen y lleven corbata. Ahorremos energía. No nos aburguesemos. Viajemos en el tiempo.
Y la prensa española sigue sin preguntarle al presidente sin corbata, un "sans culotte" moderno, un "sans cravate", para ser más exacto, quiénes son los pecadores. En España existe una gran inflación de mediocres, de analfabetos funcionales y de...corbatas.
Eugenio-Jesús de Ávila
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