Niveles que nos diferencian y que causan tropezones

La existencia de varios niveles pone de manifiesto las  diferencias que existen. Unos, están a una altura otros están,  estamos a otra. Es deber del político, especialmente  de quien hace gala de estar con los de la parte inferior, que esas desigualdades sean cada vez menores. Especialmente, para que los que miren desde abajo del todo, no tengan que alzar tanto la vista para ni llegar a ver, a los que tan alto vuelan. Lo hacían antes, lo siguen haciendo. Sin cambios apreciables.

Distinciones de nivel, que no se aprecian, por llevar o no corbata, hay quien la usa por obligación para trabajar, nada quiere decir por mucho que se empeñen los interesados en hacer distinciones por lo que cada uno lleva puesto. El atuendo como el color del coche da igual, es la estrellita de adelante, la que marca diferencias. En personas son los zapatos, en los que  pocos se fijan, los que definen y distinguen a quienes los calzan. Y, aquí sí que conviene, que los representantes se pongan, aunque sea de vez en cuando, en los zapatos de otros, para saber cómo caminan. Por Zamora, mal en todos los casos.

Difícil de comprobar desde la atalaya de las Panaderas, lo que pasa a ras de suelo. Muestra de estar a otro nivel, los de arriba siempre arriba, los de abajo seguimos. Aun con tropezones, los lógicos, los propios de andar donde andamos, y cómo andamos. No es corbata lo que mejora la situación. Las diferencias, no son consecuencia de que algunos han conseguido elevar su nivel, mejorando el que ya tenían. No es así, es peor. Hay diferentes niveles, porque hay quien se mantiene, porque otros se hunden, o estuvieron hundidos desde el primer día, como dan cuenta los registros.Los registros de las alcantarillas, de las tomas de agua, de las arquetas de la luz, las tapas de las comunicaciones. Queda claro, algunos políticos no están a la altura.

Manuel Herrero Alonso