Y no pasa nada

Verano caliente este que estamos viviendo; además de las altas temperaturas que no dan tregua para un sueño apacible o respirar un poco de aire fresco, continúan los incendios devastando España; comienzan las restricciones de electricidad y, con ellas, la desinformación de comerciantes y restauradores. El gobierno autócrata y egoísta, aprueba planes sin contar con las comunidades autónomas, ni con la oposición, el resto de partidos políticos e incluso la opinión de los ciudadanos que serán siempre los más afectados, y saca adelante proyectos hoy que mañana han de ser modificados, rectificados o corregidos.

Nos han acostumbrado al comportamiento ególatra de este presidente nuestro, que hace y deshace a su capricho; que se va a Marruecos sin dar explicaciones y provoca una crisis con su giro sobre el Sahara; sin embargo, a pesar de las críticas, o de la grave decisión de Argelia de romper el tratado de amistad con España; se reprocha su acción, pero transcurren los días…. y no pasa nada.

La escisión en las filas de este gobierno bicéfalo es manifiesta, y sus colegas de coalición refutan y contradicen sin pudor a su líder en tantas situaciones como están en desacuerdo, demostrando una desmembración que no acaba de romperse porque mantener el puesto y las ventajas que conlleva resulta una golosina a la que nadie quiere renunciar, tampoco las de Unidas Podemos, que se han vuelto unas burguesitas vestidas y peluqueadas como las señoras bien a las que tanto han afeado; pero, como reza el tópico: “la pela es la pela”, y a todos nos gusta vivir bien. Atrás quedan las rastas, los vaqueros, las tiendas de campaña y las reivindicaciones que manifestaron en la Puerta del Sol antes de llegar al gobierno; y atrás quedan los ideales, el velar por el pueblo y ser uno de ellos. Ahora, han trastocado los valores y la lideresa de la formación morada vive en un chalet de lujo, de esos que criticaba con ferocidad porque formaban parte del modo de vida de los pijos ricos. paradojas curiosas, pero…. no pasa nada.

Nos dicen que nos espera un otoño duro, que hay que ahorrar, apelan a la responsabilidad individual a la hora de consumir agua o electricidad; sin embargo, varios miembros del gobierno, con el presidente a la cabeza, utilizan el Falcón y el Súper Puma, aeronaves ambas del Ejército del Aire, para viajes no siempre oficiales; viajes que se puede sustituir perfectamente por aviones convencionales menos contaminantes e incluso coches ya que, en ocasiones, resulta vergonzoso utilizar dichos aviones para desplazamientos cortos; claro que es más cómodo y mola mucho la foto en plan actor en camisa y gafas de sol…. y no pasa nada.

Espero que el próximo otoño, cuando los incendios se hayan extinguido

tras calcinar una gran parte de esta piel de toro, cuando la gente haya regresado de las vacaciones más pobres y sigan empobreciéndose cada día por el aumento de productos básicos, se subleve, nos sublevemos, exijamos unas políticas que no se sostengan únicamente con el esfuerzo de la gente de a pie; que el gobierno dé ejemplo, que suspenda ministerios inútiles, asesores, consejeros y demás acólitos que proliferan en demasía, muchos innecesarios; y cuando los ciudadanos vean el ejemplo del gobierno y que también se aprietan el control, entonces, tal vez, recuperemos un poco la confianza, y… empiece a pasar algo.

Mª Soledad Martín Turiño