Viernes, 21 de Noviembre de 2025

Irene Alfageme
Martes, 30 de Agosto de 2022
SAN AGUSTÍN TORO

El recuerdo de una Corte de Honor, a lo largo de la historia

Las damas de los años 1984, 1994, 2010, o 2018 recuerdan como fue su experiencia, en un año en el que esta tradición "ha dejado de existir"

Corte de Honor del año 1984. Fuente: Cedida.

 

Corría el año 1984. El día de la verbena de San Lorenzo, como es tradición, se presentaban las reinas y damas de las fiestas y ferias de San Agustín de cada año. Loli Bermejo Lozano, que estaba entre el público durante la verbena, fue elegida una de las damas de la Corte de Honor de las fiestas del año 1984, “un honor, y una experiencia muy gratificante”, recuerda Bermejo. “En aquellos años, las chicas que querían ser damas no se presentaban para serlo, sino que éramos elegidas de entre el público en la verbena de San Lorenzo”, rememora la dama.

 

En la actualidad, en el año 2022, la verbena de San Lorenzo ha quedado en el recuerdo, al igual que la presentación de la Corte de Honor. Con el paso de los años, la tradición toresana ha ido desapareciendo, hasta llegar al año actual en el que encontrar reina y damas es tan difícil "como buscar una aguja en un pajar". A pesar de ello, la historia y el recuerdo queda en la memoria, en la mente de cada una de las chicas y chicos que han vivido esta experiencia de primera mano. Una experiencia que, según coinciden todas, es “inolvidable”.

 

¿Por qué creen que se ha perdido la tradición?

 

Las damas más veteranas: Loli Bermejo, en 1984; Isabel Fortuoso, en el 1989; y María Rosa Rodríguez, en 1994, coinciden en que la tradición de la Corte de Honor, y el deseo de ser la protagonista durante las fiestas de San Agustín, se ha podido perder porque, a diferencia de cuando ellas eran jóvenes, ahora hay mucha más libertad. “Pienso que se ha perdido la tradición porque las jóvenes de hoy en día no necesitan la excusa de ser dama o reina para que sus padres las dejen salir con más libertad”, narra Bermejo, que asemeja ser dama o reina a "una puesta de largo para nuestra época”. Fortuoso también coincide con estas declaraciones, ya que cree que ahora las niñas “tienen mucha libertad para hacer lo que antes no podíamos, y que solo conseguíamos siendo reina o dama. Además, en el caso de muchas, era una forma de dar a conocer a tu pareja”, explica la dama de 1989.

 

Otras opiniones, como es el caso de Rodríguez, se centran más en el tema económico: “Para ser dama o reina se necesitaba varios vestuarios, como el de gala para el día de la coronación, mantillas para las corridas de toros, y un traje regional para el día de nuestra patrona. Pienso que es uno de los inconvenientes, ya que se necesita un dinerillo extra para todos los eventos”, resalta.

 

Reinas y damas de San Agustín, en la historia

 

La tradición de la Corte de Honor, la presentación en la verbena de San Lorenzo, la coronación, su paso en el desfile de carrozas… recuerdos que quedan en la mente de todas y todos los jóvenes que han pasado por esta vivencia, y que, sin duda, gran parte de ellos, volvería a repetir.

 

Si cualquier toresano hecha la vista hacia atrás, hacia el pasado, tendrá en mente alguna coronación que le haya marcado; algún vestido que le haya gustado más; o algún familiar que ha formado parte de esa Corte. Recuerdos que todavía están en la mente de ellas y ellos, que, sin duda, los que formaron parte han querido rememorar.

 

Año 2018. Alba Temprano fue dama el último año que la Corte se ha podido formar. La joven recuerda esta experiencia como “única” e “inolvidable”, ya que asegura que “fueron unas fiestas que volvería a repetir”. Temprano recuerda que el día de la coronación tenía los nervios “a flor de piel”, ya que, aunque se perdiera uno de los eventos que más le gustaban: la “mojada”, iban a ser unas fiestas diferentes, y “no le importaba”, incide. También recuerda el día de las carrozas como “un día muy especial”, a pesar de las rozaduras que tenia en los pies gracias los zapatos, evoca. De todo ello, destaca el último día lleno de lágrimas, pero también ilusión, ya que se acababa una experiencia que no podrá volver a repetir.

 

Corte de Honor del año 2018. Fuente: Cedida.

 

El calendario pasa sus páginas al pasado y se sitúa en el año 2010. Año en el que Víctor Manteca Fraile fue acompañante. Manteca también recuerda estos días con una gran satisfacción, a pesar de sentir nervios y vergüenza cuando se encontraba delante de todo el pueblo; aunque, a pesar de eso, “fue muy divertido”, explica. Lo que más destacaría de toda la experiencia es la ilusión con la que vives el momento y lo bien que te lo pasas: “disfrutas de las fiestas de Toro de otra manera, te sirve para “hacer pueblo” y disfrutar de la localidad y sus gentes”, detalla. A pesar de ello, también incide en que hay que tener dinero, ya que, “hay que hacer un desembolso en trajes, pero, si económicamente puedes soportarlo, se lo recomendaría a todo el mundo”, concluye.

 

El cronómetro vuelve hacia adelante; concretamente al año 2015. En este año, Andrea Gómez, dama de la Corte de Honor, vivió una experiencia que define como “maravillosa”. Momentos en los que la joven toresana sentía muchos nervios y mucha preocupación por el tema de la peluquería, la espera de los eventos, etc., aunque, a pesar de todo ello, la situación “merecía la pena”. “Te sentías el centro de atención de miles de miradas”, evoca Gómez.

 

El pasado vuelve, y el calendario muestra el año 1994, año en el que María Rosa Rodríguez Martínez fue dama. Rodríguez destaca como lo mejor de toda su experiencia el poder representar a rodos los toresanos y toresanas, ya que ese año hubo un hermanamiento con un pueblo de Francia. “El alcalde del pueblo estuvo con nosotros un par de días y fuimos las encargadas de enseñarle un poco nuestras tradiciones”, rememora.

 

Otra de las veteranas fue Loli Bermejo Lozano, dama en el año 1984. Bermejo destacaría de toda su experiencia el poder asistir a muchos más eventos de los que asistiría sin formar parte de la Corte de Honor, “ya que a muchos de ellos fui de manera gratuita, porque el ayuntamiento corrió con la mayor parte de los gastos”, detalla. Como parte negativa tan sólo se le viene a la memoria el dolor de pies “de tanto acto social”. En el caso de la dama de 1984, no repetiría esta experiencia, ya que, a pesar de pasarlo muy bien y ser “muy emocionante a nivel personal”, piensa que es una experiencia que se debe de vivir una sola vez en la vida, “y dejar paso a las siguientes generaciones que quieran vivir la experiencia”.

 

Corte de Honor del año 1989. Fuente: Cedida.

 

Y es que da igual si el pasado es más cercano, o más lejano. Si echamos la vista al 2018, 2010, o 1989. Todas y cada una de las damas recuerdan su experiencia como “inolvidable”, como una manera única de vivir las fiestas de San Agustín. Una experiencia, que desde hace unos años, las y los jóvenes toresanos no pueden poder definir, ya que, al igual que la sociedad avanza, las tradiciones también lo hacen, y, como en este caso, muchas veces se pierden. A pesar de ello, la memoria y los buenos recuerdos no lo hacen, y en la mente de cada participante de esta Corte, y de cada toresano y visitante, está la función de no olvidar lo que siempre ha pertenecido a la historia de la ciudad de Toro.

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