Materializar la pasión

¿Qué son los sueños sino la pasión materializada, hecha realidad, en forma de sinfonía? Una sinfonía, en este caso, de versos. De un conjunto de versos que forman mi primer poemario; mi primer libro: EL FARO QUE MECE LAS OLAS.

En este caso, no quiero hablar de lo que trata el libro, ya que se trata de algo tan básico y tan complejo a la vez, que todo ser humano tiene: el Amor. Un Amor en mayúsculas que está representado en cada uno de los poemas que lo forman. Pero, para saber más allá es necesario saborear su interior y conocer cada uno de los rincones que el amor tiene.

En este caso he decidido poner como hilo conductor mi primer libro para sacar a la luz un tema: la pasión; el poder cumplir los sueños, hacerlos realidad. Pero, existe un paso intermedio entre tener sueños y pasiones, y hacerlas realidad, y es atreverse a hacerlos. Atreverse a sacar a la luz toda esa pasión interna que el ser humano, inevitablemente por serlo, siente por algo. Hacer realidad su gran sueño: ese que se piensa a escondidas - no vaya a ser descubierto por alguien-. Ese que está pintado de miedos e incertidumbre; de nervios y cosquillas que lo intentan esconder. Un sueño que, con el tiempo, crece, al igual que la ilusión por sacarlo a la luz; mientras que, todos los nervios, aunque se mantienen, están guardados en un frasco más pequeño, que permite respirar al ser humano que lo tiene. Y, gracias a ello, ha podido materializar su pasión y hacerla realidad en forma de lo que cada ser humano tiene por dentro, y que, poco a poco, con el tiempo, sacará.