El ariete de Viriato

La imponente estatua del valiente guerrero lusitano Viriato, que en Zamora se yergue sobre una gigantesca piedra traída de las canteras sayaguesas, cerca de Torrefrades, donde se dice había nacido el héroe que luchó contra los romanos, tiene en la base del pedestal un magnífico ARIETE, representado por una enorme  viga que remata  con  la cabeza de un carnero.  

Esta representación del arma que se usaba en la antigüedad para romper las puertas o las paredes de una fortificación impulsado con fuerza por varios guerreros, fue fundida en bronce en  los talleres de Ignacio Arias, en Alburquerque (Madrid), en el año 1903.  El autor, tanto del ARIETE como de la estatua fue Eduardo Barrón, nacido en Moraleja del Vino (Zamora), el 2 de abril de 1858.    En Roma, realizó la obra de la estatua de Viriato, por la que obtuvo un premio, medalla de plata de primera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884.  Eduardo Barrón murió en Madrid repentinamente, víctima de un derrame cerebral, a los 53 años de edad.

El ARIETE, que debía ser un terrible artefacto, útil para la guerra de aquellos tiempos, es ahora, en la Plaza de Viriato, un elemento para juegos infantiles, en el que los niños gustan de cabalgar sobre el carnero, al que le han sacado brillo de tanto subirse y bajarse en él y,  de paso,  que los papás le hagan fotos para llevarse un bonito recuerdo.
 Balbino Lozano