El Zamora CF tiene prohibido fallar ante el Compostela

Si el Zamora CF volviera a ser el de la pretemporada, como sucedió en la magnífica gesta de Bergantiños, este domingo derrotaría al Compostela, el que fuera equipo de Yago Iglesias. Pero no sé si los rojiblancos son gente con dos caras, una escuadra de géminis, o les apetece dejar a su afición siempre con la duda de cómo jugarán, si ganarán el rival o regalarán favores.

Lo escribí cuando tocó que el Zamora, el de la pretemporada, dejaba un aroma a gran equipo. Y también me juzgué que no había titulares, excepción del meta Irizíbar, Dani Hernández, como capitán; Marc Caballé, al que intuí cualidades extraordinarias para poner el ritmo en la medular, hacer fútbol fácil y conducir al equipo al ataque. Pero llegó la hora de la verdad y todo cambió.

Nadie, excepción del portero, me ha demostrado todavía su cara de la pretemporada. Solo Dani Hernández sigue mostrando una buena dinámica. También Viana demuestra su capacidad para el regate y volver loco a su par y el resto, de todo, como en botica: momentos extraordinarios y desapariciones, tipo Guadiana, inexplicables.
 

Si los jugadores creen que Yago Iglesias es el mejor entrenador en las actuales circunstancias, deberán demostrarlo en el terreno de juego, pero desde ya. Si se jugó bien en Bergantiños, repetir ante el Compostela.

No se admite ya tanta blandura en defensa, tantos errores tácticos, tantos centros y saques de faltas y esquinas a ninguna parte, ni perder los papeles en la medular. Si se quiere ser un equipo campeón, hay que demostrarlo en el campo, jornada tras jornada, sean terrenos de juego estrechos y cortos, irregulares o de césped artificial. Hay que saber jugar, no bien, no de forma extraordinaria, en todo tipo de superficies, porque, en principio, mientras no se demuestre lo contrario, los puntos suman tanto en Laredo como en Compostela.

Esta es una categoría trampa, en la que la técnica, la calidad individual y la preparación física, a veces, no cuenta tanto como el brío, el poderío, la agresividad y la concreción. Fuera del Ruta de la Plata, hay que jugar de forma práctica. Nada de fútbol bonito, de toquecito, horizontal, de manejar la bola, de jugar desde atrás, Si no de jugar fácil, sin regalar balones en la medular, ni en faltas ni en saques de esquina. Hay que ser listos, pícaros. Esta 2ª RFEF se supera con redaños, sobriedad y eficacia.

El domingo,  a partir de las 17.30 horas, ante el Compostela, viejo conocido, hay que volver a ganar. No importa el método, si bien, la afición gustaría salir satisfecha con una victoria elegante, basada en el buen fútbol. Pero ahora hay que sumar de tres en tres, porque se han perdido tres oportunidades, en Laredo, ante el Valladolid Promesas y Marino de evidenciar que el Zamora CF descendió para ascender de forma rápida.