OPINION
Van a lo que van... Les importa lo que les importa...
Comentarios de un socio del Ateneo de Madrid Ante la junta general ordinaria de octubre 2022
Soy un hombre nacido y hecho en el barrio de Las Letras, mis objetivos al hacerme socio del Ateneo de Madrid fueron los de participar y disfrutar del ambiente abierto, transparente y creativo de una institución bicentaria, científica, literaria y artística, que ha sabido mantener a los largo del tiempo una cultura y tradición democrática abierta y asamblearia con un Reglamento que siempre pretendió darle soporte e impulso.
Los objetivos del consocio presidente Luis Arroyo, no los tengo tan claros a la vista de sus actuaciones a lo largo de los meses transcurridos desde mayo 2021 cuando accedió al cargo
.
El oportunismo de que ha hecho gala desde entonces el consocio presidente, llevando al Ateneo a una gestión mercantilista me ha hecho recordar las recientes manifestaciones el pasado 27 de septiembre en “Nueva Economía” de Joseph Oughourlian, presidente del Grupo Prisa, quien ha admitido por primera vez que los medios que conforman este conglomerado mediático (El País o Cadena Ser): “Quisimos ser de derechas, pero tuvimos que volver hacia la izquierda porque no obtuvimos los resultados esperados”.
Ya lo adelantó Groucho Marx con su célebre frase: “Estos son mis principios, pero si no están ustedes de acuerdo, los cambio inmediatamente”.
Tengo que mencionar a este respecto del oportunismo reinante lo sucedido durante el acto de presentación, el pasado miércoles día 5 de octubre, del libro editado por la Fundación PECSA “Ateneo de Madrid 2016-2022. Obras de Rehabilitación”.
El consocio presidente Luis Arroyo introdujo el acto señalando que “no tenía inconveniente en recibir las obras de rehabilitación realizadas bajo el mandato del anterior presidente”.
Faltaría más Sr. Arroyo, de eso puedo dar fe, del extraordinario esfuerzo y dedicación desarrollados por el Arquitecto Luis Armindo Hernández Montero, anterior consocio presidente, que en momentos muy críticos para la sociedad española y madrileña y por añadidura para el propio Ateneo, a causa de la pandemia, consiguió mantener abierta la “Docta Casa” y proseguir de forma continuada e incasable las obras de rehabilitación. Qué gran suerte tuvimos los ateneístas al poder contar con un insigne Arquitecto como el consocio Juan Armindo como responsable máximo de todo.
El papel decisivo desempeñado por el anterior consocio presidente Juan Armindo Hernández Montero merecería indudablemente un homenaje de todos los ateneístas.
En verdad, la luz y la concordia de que hace ostentación el consocio presidente y que un servidor, modestamente, solo ha visto en las luces del “candellight”, podrían comenzar por una mayor transparencia ante los socios en la gestión del Ateneo y por un homenaje a la figura de Juan Armindo, si me permite un par de peticiones de un modesto socio de esta institución bicentenaria.
Y también tengo que destacar la gran expectación que existe entre los socios ante la convocatoria de la próxima Junta General Ordinaria del mes de octubre, con el debate de la propuesta de modificación del Reglamento del Ateneo de Madrid.
Estamos muy decepcionados y alarmados ante los aspectos más lesivos del texto propuesto para la modificación del Reglamento bicentenario, que en realidad es un nuevo Reglamento que pretende cercenar el espíritu fundacional del Ateneo, abierto y asambleario y que en resumen son los siguientes:
1) Eliminación de las competencias de las juntas generales de socios, concediendo una exorbitante atribución de facultades a la junta de gobierno en la gestión del Ateneo.
2) Creación de la figura de socios colectivos y protectores, que no aparece ni explicada, ni justificada.
3) Burocratización de las normas de régimen interno.
4) Listas cerradas de socios para los procesos electorales.
5) Régimen disciplinario y de sanciones a los socios que recuerdan a procedimientos de la Administración.
Confío en que las últimas alusiones a la luz y a la concordia realizadas por el consocio presidente nos hagan olvidar las Juntas Generales con la agresividad, violencia verbal, malos modales y falta de respeto a los socios que ha llevado a cabo el consocio presidente Luis Arroyo desde su elección como presidente del Ateneo de Madrid en mayo 2021. Todos deseamos que sea agua pasada.
Como escribió Henrik Ibsen en “El enemigo del pueblo”:
“LA MAYORÍA SOLO TIENE RAZÓN CUANDO USA LA RAZÓN”
Esperemos que así sea, es todo lo que tengo que decir antes de la junta general de octubre 2022 del Ateneo de Madrid, en honor a la verdad y por el bien del Ateneo y de todos sus consocios, viva el Ateneo de Madrid !!
En Madrid, a 8 de octubre de 2022.
Firmado: Ernesto Ríos López.
Vicepresidente del “Centro de Estudios Ateneos”
Soy un hombre nacido y hecho en el barrio de Las Letras, mis objetivos al hacerme socio del Ateneo de Madrid fueron los de participar y disfrutar del ambiente abierto, transparente y creativo de una institución bicentaria, científica, literaria y artística, que ha sabido mantener a los largo del tiempo una cultura y tradición democrática abierta y asamblearia con un Reglamento que siempre pretendió darle soporte e impulso.
Los objetivos del consocio presidente Luis Arroyo, no los tengo tan claros a la vista de sus actuaciones a lo largo de los meses transcurridos desde mayo 2021 cuando accedió al cargo
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El oportunismo de que ha hecho gala desde entonces el consocio presidente, llevando al Ateneo a una gestión mercantilista me ha hecho recordar las recientes manifestaciones el pasado 27 de septiembre en “Nueva Economía” de Joseph Oughourlian, presidente del Grupo Prisa, quien ha admitido por primera vez que los medios que conforman este conglomerado mediático (El País o Cadena Ser): “Quisimos ser de derechas, pero tuvimos que volver hacia la izquierda porque no obtuvimos los resultados esperados”.
Ya lo adelantó Groucho Marx con su célebre frase: “Estos son mis principios, pero si no están ustedes de acuerdo, los cambio inmediatamente”.
Tengo que mencionar a este respecto del oportunismo reinante lo sucedido durante el acto de presentación, el pasado miércoles día 5 de octubre, del libro editado por la Fundación PECSA “Ateneo de Madrid 2016-2022. Obras de Rehabilitación”.
El consocio presidente Luis Arroyo introdujo el acto señalando que “no tenía inconveniente en recibir las obras de rehabilitación realizadas bajo el mandato del anterior presidente”.
Faltaría más Sr. Arroyo, de eso puedo dar fe, del extraordinario esfuerzo y dedicación desarrollados por el Arquitecto Luis Armindo Hernández Montero, anterior consocio presidente, que en momentos muy críticos para la sociedad española y madrileña y por añadidura para el propio Ateneo, a causa de la pandemia, consiguió mantener abierta la “Docta Casa” y proseguir de forma continuada e incasable las obras de rehabilitación. Qué gran suerte tuvimos los ateneístas al poder contar con un insigne Arquitecto como el consocio Juan Armindo como responsable máximo de todo.
El papel decisivo desempeñado por el anterior consocio presidente Juan Armindo Hernández Montero merecería indudablemente un homenaje de todos los ateneístas.
En verdad, la luz y la concordia de que hace ostentación el consocio presidente y que un servidor, modestamente, solo ha visto en las luces del “candellight”, podrían comenzar por una mayor transparencia ante los socios en la gestión del Ateneo y por un homenaje a la figura de Juan Armindo, si me permite un par de peticiones de un modesto socio de esta institución bicentenaria.
Y también tengo que destacar la gran expectación que existe entre los socios ante la convocatoria de la próxima Junta General Ordinaria del mes de octubre, con el debate de la propuesta de modificación del Reglamento del Ateneo de Madrid.
Estamos muy decepcionados y alarmados ante los aspectos más lesivos del texto propuesto para la modificación del Reglamento bicentenario, que en realidad es un nuevo Reglamento que pretende cercenar el espíritu fundacional del Ateneo, abierto y asambleario y que en resumen son los siguientes:
1) Eliminación de las competencias de las juntas generales de socios, concediendo una exorbitante atribución de facultades a la junta de gobierno en la gestión del Ateneo.
2) Creación de la figura de socios colectivos y protectores, que no aparece ni explicada, ni justificada.
3) Burocratización de las normas de régimen interno.
4) Listas cerradas de socios para los procesos electorales.
5) Régimen disciplinario y de sanciones a los socios que recuerdan a procedimientos de la Administración.
Confío en que las últimas alusiones a la luz y a la concordia realizadas por el consocio presidente nos hagan olvidar las Juntas Generales con la agresividad, violencia verbal, malos modales y falta de respeto a los socios que ha llevado a cabo el consocio presidente Luis Arroyo desde su elección como presidente del Ateneo de Madrid en mayo 2021. Todos deseamos que sea agua pasada.
Como escribió Henrik Ibsen en “El enemigo del pueblo”:
“LA MAYORÍA SOLO TIENE RAZÓN CUANDO USA LA RAZÓN”
Esperemos que así sea, es todo lo que tengo que decir antes de la junta general de octubre 2022 del Ateneo de Madrid, en honor a la verdad y por el bien del Ateneo y de todos sus consocios, viva el Ateneo de Madrid !!
En Madrid, a 8 de octubre de 2022.
Firmado: Ernesto Ríos López.
Vicepresidente del “Centro de Estudios Ateneos”

















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