Dos incógnitas a despejar de cara a los comicios municipales

Quedan 199 días para los comicios locales, lo más caros para quien firma. Las personas que se presenta y forman parte de las listas electorales forman parte de nuestra sociedad, son nuestros vecinos, en algunos casos amigos, nos los encontramos por las calles, en cafeterías, en plazas un día sí y otra también. Y lo más importante: son políticos en el sentido más hermoso de la palabra. Trabajan por la polis, por la ciudad, por la gente de verdad. Están ahí. Dan la cara. No se esconde como los politicastros de la nación.

Tras ese párrafo introductorio, entro en faena. Solo conocemos a dos personas que encabezan las candidaturas de los dos grandes partidos nacionales: Jesús María Prada, por el PP, y David Gago, por el PSOE. De Guarido, persona en la que creo, persona sincera, digo que, según lo que a un servidor expreso, en larga entrevista, que no se iba a presentar, pero apoyaría al candidato o candidata de Izquierda Unida. Desde entonces, el personal  se divierte, cotillea y fabrica hipótesis. Verbigracia: el actual regidor se presenta, pero, después de unos cuantos meses, lo deja y cede el bastón de mando a María Eugenia Cabezas, que es mujer, tiene una excelente imagen y, además, inteligente y culta.

La gente cercana a IU quiere que Guarido siga, porque es garantía de victoria, y, no me cabe duda, presionarán para que continúe como principal inquilino de la Casa de las Panaderas. Piensa el votante de esa formación que si el regido no entra en la lucha electoral y aparece otro líder o lideresa, el partido perdería la mayoría absoluta y tendría que pactar con el PSOE, siempre que David Gago recoja más votos que en los comicios de 2019.

La otra incógnita a despejar se refiere a la posibilidad, real, de que se forme un partido zamorano liderado por Francisco José Requejo, el político que más ha aprendido en los últimos años. Su labor en la Diputación, en la que ha gobernado con doce diputados populares, que tampoco mantienen una relación estupenda entre ellos, muy divididos, me parece extraordinaria, aunque la Junta haya intentado fastidiar alguno de sus proyectos, como el Silver Economy.

De momento, Requejo no se ha pronunciado sobre su continuidad en política, bien con Ciudadanos, ya creando otra formación zamorana. Sus conocidos, amigos, consejeros áulicos, si los hubiere; gente cercana, los que hablan de que sí, que se presentará. Sé, porque me lo confirmó en una entrevista, que piensa que existe un espacio político para un partido zamorano, porque las grandes formaciones nacionales olvidaron a esta tierra.

No sé lo que hará el todavía presidente de la Diputación, pero es el político liberal, no marxista, ni socialdemócrata, más importante de esta provincia. Necesitaría construir un partido fuerte, con personas destacadas, inmaculadas, de la empresa, la cultura, el deporte para que esa formación zamoranista se llevase votos del centro, de la derecha e incluso del centro izquierda, personas convencidas de que el PP y el PSOE han sido, además de nuestra cobardía y apatía características, las razones esenciales de nuestra decadencia económica y social.

Le animaría, como zamorano que soy, a que construyese un partido nuestro, sin ataduras con jerarquías de Madrid y Valladolid, sin tutelas, sin obediencias. Zamora necesita su partido para las municipales y, si sale bien, para tener presencia en las Cortes de Castilla y León y, en diciembre, en el Congreso de los Diputados. Los grandes partidos pasan de nosotros. Experiencia. Empírico.

Por cierto, en mi último artículo sobre Zamora, pedía, además del asunto del nuevo Museo de Semana Santa, que nuestra tierra, pueblos del alfoz, acogiera un Centro Logístico Agroganadero. Pues hete aquí que hoy he oído que Palencia ha sido elegida para esa grandísima inversión. Se quiere hacer de Zamora una ciudad museo, una ciudad pretérita, una gran residencia de la vejez, una tierra destinada a tesis doctorales de demógrafos, sociólogos y geógrafos.

Eugenio-Jesús de Ávila